Por María Alejandra Aguilera
Anaco.- La ausencia de
baterías para vehículos es una situación que se ha venido agudizando desde el
último semestre de 2015.
Esta realidad ha generado la
proliferación de negocios ilícitos de venta de puestos en la filas donde es
posible adquirir este producto en el municipio Anaco.
Así lo denunció un grupo de
compradores quienes aseguron haber sido amedrentados en la sede de los
acumuladores Duncan, en la avenida Miranda.
Carlos Gabriel Tapuyo aseguró
que los “vendecupos” o “bachaqueros” acuden de madrugada a los establecimientos
y amenazan a las personas que se encuentran esperando para apoderarse de los
primeros lugares.
“Uno de ellos, el que anota a
la gente en la lista, me dijo que si quería comprar la batería tenía que darle
ocho mil bolívares. Según él, es sobrino de un pran”.
Tapuyo explicó que este grupo
de personas amedrentan a los presentes y que incluso en algunas ocasiones
portan armas de fuego.
“Un primo mío vino a comprar
hace como dos meses y uno de los hombres que hace la lista cargaba una pistola
en la cintura”.
Otra de las irregularidades
que denunció Tapuyo fue el supuesto abuso de poder por parte de los cuerpos de
seguridad de la localidad.
Al parecer, los uniformados no
hacen cola y se llevan varias unidades sin regulación alguna.
“Los policías y los guardias
nacionales pasan y sacan hasta cuatro baterías, se montan en sus carros y nadie
dice nada, mientras que la gente pasa hasta una semana en una cola”.
Testimonio
Ramón Hernández indicó que el
pasado jueves logró adquirir un acumulador después de ocho días de espera.
El trabajador oriundo de Zaraza, estado Guárico indicó que tuvo que “pasar las de Caín” debido a que en el estado llanero este producto está desaparecido.
“Me vine para Anaco porque un
familiar me dijo que aquí se conseguían más fácilmente, pero he tenido que
dormir hasta en la calle”.
Hernández señaló que en el
trascurso de los ocho días de espera durmió dentro de su carro en las afueras
del establecimiento en varias oportunidades. Sólo una noche pagó un cuarto de
hotel por temor a que lo robaran.
“Una de las noches que me
quedé aquí, varios tipos empezaron a rondar cerca del carro, me dio miedo que
me lo quitaran y me fui a dormir a un hotel”.
Los usuarios hicieron un
llamado a las autoridades regionales y municipales para ponerle punto final a
esta situación irregular.
06-02-16
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