Seis de febrero de 2016
Pablo González, recorre las distintas
ciudades del país para contar su experiencia y milagros evidenciados durante la
restauración de la imagen original de la virgen Nuestra Señora de Coromoto,
patrona de Venezuela, cuya aparición data del año 1652, en Guanare estado
Portuguesa.
Por mucho tiempo la iglesia y la
población católica, empleó el término reliquia para referirse al retrato que
mide tan solo 2 centímetros de ancho x 2,5 centímetros de alto, que quedó en
manos del Cacique Coromoto, pero luego de la recuperación iniciada en marzo de
2009, con la autorización de la Conferencia Episcopal Venezolana, él, su colega
Nancy Jiménez y otros especialistas, determinaron que se trataba de una
Mariofanía, “una manifestación viva de María Santísima”.
Milagros de la Madre de Dios
Pablo González relató que fue testigo
de varios sucesos extraordinarios, inexplicables para la ciencia.
Mientras sostenía en sus manos la
copia a escala real de la figura, recordaba que la primera fase del proceso de
reparación se desarrollaría entre tres y cinco semanas, sin embargo se hizo en
seis días, lo cual fue bastante significativo y sorprendente.
Explica que el deterioro era intenso;
la imagen estaba fracturada, tenía hongos y una mancha de óxido a nivel de la
cara, por eso sería sometida a un tratamiento acucioso, sin embargo, detectaron
que se blanqueó sin utilizar químicos.
De igual modo, notaron que algunos
extremos rotos del soporte de algodón (trozo similar a una servilleta) se
modificaron por sí solo, no hubo manipulación.
Ante lo que evidenciaban los expertos
quedaron perplejos.
La reacción fue la misma al
intensificar la observación, pese a que realizaron nuevos descubrimientos;
entre ellos, que la figura era de un solo trazo y una sola densidad de tinta,
además que los pigmentos no estaban adheridos al frágil papel, por el
contrario, a cierta distancia se distinguen pequeñas tiras de hilos que hacen
el contorno de la Virgen y pareciera que flotaran sobre la superficie.
Pablo González, agrega que a través
de microscópicos contemplaron el rostro de una bella y joven mujer, que no
tiene corona como muchos creen, sino un penacho indígena.
El trono tampoco existe, lo único que
se avista son dos columnas a los lados hechos en tejido de cestería indígena.
Lo que causó más impresión en los
restauradores, fueron los ojos, en especial el izquierdo porque posee iris,
cristalino y retina. Asimismo, en el derecho parece humano, el iris tiene forma
de mapa de Venezuela y en el centro está la imagen de Jesús.
“La Virgen quiere decirnos algo. Se
manifiesta para decirnos que no estamos solos. Se hace sentir y quiere que sus
hijos la reconozcan como lo que es; la patrona de Venezuela” recalcaba el
entrevistado, quien describía como única la oportunidad que tuvo en el
Santuario Nacional Nuestra Señora de Coromoto.
Reconoce que esta es una de las
advocaciones más olvidadas, por lo que exhorta a la población a venerarla,
manifestar su amor y su fe.
Estudios científicos
Para difundir en todo el mundo todos
estos hallazgos, es necesario que un equipo científico certifique cada
elemento.
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