R.Daneel Olivaw 17 de febrero de 2016
Tras
tres años de anunciar que va anunciar y excusándose en el Decreto de Emergencia
Económica que reactivó, mediante subterfugios leguleyos, el oficialista
Tribunal Supremo, aunque para la toma de éstas decisiones era innecesario, Nicolás
Maduro anunció, después de cuatro horas de cuentos aéreos, un grupo de medidas,
no orgánicas, de ajuste que incluye devaluar el cambio oficial del bolívar,
llamado fuerte, y el aumento del precio de la gasolina. El combustible de 95
octanos pasó de 0,097 bs. a 6 bs., un incremento de 6.085% y la de 91 octanos
de 0,07 bs. a 1 bs., que implica un aumento de 1.328%
Las
justificaciones sobre el nacimiento de la mal llamada revolución se desmoronan
en un incremento de la gasolina que en un carro normal cuesta lo que cuesta un café.
Pero que no disminuye el incentivo al contrabando de combustible en las
fronteras.
Tampoco
pareciera que disminuya el déficit fiscal que ha hecho que el BCV lo cubra con
la fabricación de dinero inorgánico, dado que Maduro manifestó que la medida
permitirá ahorrar 800 millones de dólares en el subsidio que el estado mantiene
en el consumo de combustible nacional, destinado a financiar programas sociales.
En la
alocución no se mencionó las ayudas implícitas en los convenios con Cuba y
PETROCARIBE. Hubiera sido de interés para el país.
PDVSA pierde
por el subsidio a la gasolina entre 5.000 y 10.000 millones de dólares al año,
en función de la cotización del crudo en los mercados internacionales.
La
tasa 1 de cambio del dólar, reservada a abonar importaciones de alimentos y
medicinas, pasará de 6,30 a 10 bolívares, y fluctuará en una “banda protegida”
sin precisar. Una segunda banda de fluctuación del dólar, que arrancará hoy
mismo con un piso de 200 bolívares por dólar —cotización promedio de la tasa
oficial— y seguirá los dictados del mercado, “de la economía real y de la
política social”, afirmó Maduro sin hacer mayor concreción. Información
importante que no fue dada después de cuatro largas horas.
En
principio los cambios en la relación bolívar-dólar en la tasa 1 supone una apreciación
de la moneda norteamericana de 59%
Las
medidas tomadas no parecen ser suficientes por cuanto la caída de ingresos al país
ha sido, según reconoció el presidente en funciones muy grande. Señaló que Pdvsa,
empresa pública de la que depende el 98% de los ingresos de divisas del país,
solo pudo entregar en enero pasado al Banco Central de Venezuela 77 millones de
dólares, un 97,4% menos que en igual mes del año anterior, cuando dicha cifra
alcanzó los 3.000 millones de dólares.
Por
otro lado al partir de un diagnóstico equivocado solo se atacan algunas de las
consecuencias de la crisis y no las causas. Adicionalmente
y siguiendo el ejemplo utilizado por el mandatario, todos sabemos que para
refinanciar una deuda una empresa, los prestamistas le exigen ajustes en sus
finanzas que garanticen el pago, el cuento de la guerra económica con esta
nueva coletilla de bloqueo es evadir la realidad para no enfrentar el hecho de
la inmensa deuda que se tiene con el exterior en alimentos, medicinas, materias
primas y otros rublos.
Se incrementa
el salario mínimo de 9.649 bs. a 11.578 bs. y un cestatiket de 6.750 bs. a
13.275 bs. a partir del 1ro de marzo. Resulta extraño, por decir lo menos, que
un bono sea mayor que el sueldo, lo que implica que no hay incidencia en las prestaciones,
una distorsión más.
No hay
incentivos a la producción real, ni para atraer inversiones y se crean
condiciones para mayor incremento a la inflación.
En
resumen pareciera que se está echando gasolina a una crisis de por si grave.
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