Por Froilán Barrios
Habiéndose firmado
recientemente en Enero 2016 el Contrato Colectivo Petrolero (CCP) que cubre a
más de 80.000 trabajadores de la nómina obrera y administrativa menor, es
conveniente puntualizar la verdadera situación laboral del sector que
históricamente fue vanguardia en las reivindicaciones logradas por los
trabajadores de este país.
Desde Pdvsa y de la vocería sindical
oficial de la Futpv, federación sindical petrolera, se ufanan haber firmado el
mejor CCP de la historia, siendo el sector que mas ha firmado convenciones
colectivas en Venezuela desde 1945, incluyendo al sector público y al privado,
sobrepasando de largo la veintena de contratos firmados durante 70 años.
Las razones del jolgorio
oficialista ya que el Presidente Maduro lo firmó en cadena nacional, se
originan por el aumento de 140% para un salario básico aproximado de 19.000 Bs.
mensuales y Tarjeta Electrónica de Alimentación (TEA) de 19.000 Bs. y
otros beneficios que harían del trabajador, ser reivindicado por el patrono
mayor Pdvsa.
Nada más alejado de la
realidad. El nivel de vida del trabajador petrolero de hoy no le alcanza ni a
las alpargatas del trabajador petrolero de otrora, quien habitaba en
campamentos de viviendas dignas con servicios públicos de calidad, salarios y
beneficios socio-económicos que le otorgaban un futuro promisorio a su
familia, derecho a educación de primera línea a sus hijos, servicios de salud
en clínicas con personal y equipos del primer mundo y una tarjeta de
comisariato mensual cuyo costo era un 10% de salario, suficiente para el grupo
de familia y hasta para el vecindario. Al mismo tiempo gozaba de una jubilación
digna que incluía los derechos del trabajador activo y planes de recreación
acordes con esa condición.
En materia de seguridad e
higiene industrial era reconocida la condición de trabajo en la industria
petrolera, ya que era habitual la competencia entre las diferentes áreas
industriales en numero de horas sin accidentes, ni interrupción en la
producción, siendo común ver en el Tablazo de la Petroquímica, la
Salina-Cabimas, Campo Rojo-Lagunillas, en Maraven-Bachaquero los récords
millonarios de Horas Hombre, sin perdidas de vidas humanas. Aun cuando
sucediera aquel trágico de Planta Lama en los 90, era publicitado sin engaños y
sin cifras encubiertas de victimas fatales.
Aquel panorama de otrora no
existe hoy. El trabajador petrolero de ser el primero en condiciones
socioeconómicas hoy esta devaluado, ya que su CCP bajó de ranking y hasta es
superado por el del sector construcción y de sectores laborales industriales
privados del país, los campamentos de viviendas se encuentran abandonados a la
maleza y la desidia, la salud y la educación deteriorados al extremo, los
jubilados protestan por su precarización y la seguridad industrial registra un
triste balance de centenas de fallecidos en las diferentes áreas de trabajo a
nivel nacional. Esta es la realidad de un sector laboral manipulado
por la propaganda demagógica de un régimen, cuyo objetivo es la pobreza
generalizada de la población.
03-02-16
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