Por Luis Manuel Aguana, 12/02/2016
No puedo dejar de referirme al artículo publicado por nuestro estimado
amigo Cipriano Heredia en El Nacional, desechando de entrada la opción
constituyente para abordar la tragedia que vive el país (ver El Nacional,
¿Constituyente, revocatorio, reforma o enmienda? En http://www.el-nacional.com/cipriano_heredia/Constituyente-revocatorio-reforma-enmienda_0_791320968.html).
En efecto, Cipriano despacha de un viaje la opción constituyente en un
párrafo: “Su principal virtud es que permitiría reinstitucionalizar todo
el Estado venezolano, pero su desventaja es que es un camino largo y engorroso,
cuyos tiempos no se corresponden con la urgencia planteada”, y punto.
Para ser un camino que reinstitucionalice al Estado venezolano, hacen
falta argumentos mas sólidos que simplemente esgrimir que el camino será “largo
y engorroso”, mas aun cuando se puede demostrar perfectamente que no existe tal
camino engorroso ni mucho menos largo, al ser la opción constituyente
ciertamente el camino más expedito para tener un nuevo gobierno en agosto, si
la Asamblea Nacional activa el mecanismo la semana entrante. Eso lo demostré en
mi nota “Enmienda y Constituyente” (verlo en http://ticsddhh.blogspot.com/2016/02/enmienda-y-constituyente.html).
Y con mayor razón si el argumento esgrimido es por “la urgencia
planteada”, precisamente porque la enmienda sería la más lenta de las opciones
ya que sus efectos los veríamos el año entrante, con un supuesto próximo
gobierno de la oposición –si el régimen lo permite-, como lo explico en mi
anterior nota, después que Maduro haya terminado de destrozar el país en el
2016.
Ahora bien, la idea aquí no es polemizar con Cipriano ni discutir con
aquellos que insisten en la enmienda constitucional como “la mejor opción” para
salir constitucionalmente del régimen. No. Yo creo que el fondo aquí no es
“salir de Maduro”, como siempre hemos dicho y para el asombro de aquellos que
me empiezan a leer. Todas las opciones planteadas que apuntan a salir del
régimen no tocan de ninguna manera las verdaderas causas por las cuales
llegamos hasta aquí, más allá de que somos conducidos por unos delincuentes.
Cambiar el régimen sin modificar las estructuras fundamentales del
Estado, tiene el altísimo riesgo de repetir la tragedia pero con actores
diferentes. ¿Qué le impediría a un nuevo Presidente nombrar a SU generalato
como le plazca porque la Constitución así se lo permite? ¿Resolverán los
Estados y sus Municipios el grave problema financiero que tienen para dar
soluciones a su gente cuando la Constitución solo les da las migajas de un
situado Constitucional ínfimo y deficitario? ¿Que impedirá que otro Presidente
se encadene y maneje al país frente a las cámaras de televisión? ¿Impedirá eso
que la Sala Constitucional, esta vez de un nuevo gobierno, legisle a favor de
los nuevos gobernantes y en contra de nuestros intereses? Y eso por nombrar
unas pocas de las múltiples desviaciones que tiene la actual estructura del
Estado venezolano producto del Constituyente de 1999.
A mi juicio lo grave de los planteamientos es que no vayan en el
sentido de los cambios necesarios, sin los cuales no se resuelven los problemas
fundamentales de los venezolanos, haciéndoles creer que con el cambio necesario
pero absolutamente facial del Presidente, las cosas mejoraran. Esa es la
mentira que repetida un millón de veces se convierte en verdad: cambiamos a
Maduro y se resuelven los problemas.
Y eso no será así si no se cambia lo que realmente debe cambiarse,
haciendo que los nuevos actores, léase los partidos que esperan el cambio del
régimen -así como todos nosotros- solo hagan el triste papel del quítate tu
para ponerme yo, en una trágica continuación por otros medios de lo que hay
hasta ahora.
Esta muy bien que “saquemos a Maduro”, es necesario. Pero Maduro no
solamente es el problema. La salida del Poder Ejecutivo lograra bajar de manera
inmediata la presión sobre la economía (¿se acuerdan del torniquete de mi
última nota? Ver http://ticsddhh.blogspot.com/2016/02/la-iniciativa-popular-constituyente.html),
dando a un nuevo gobierno la posibilidad de hacer respirar a un cuerpo que se
está ahogando, pero que continuará enfermo si no se le lleva a un tratamiento a
fondo.
La estructura del país está enferma y es absolutamente inviable. Se
requieren nuevas ideas y formas de generar divisas diferentes a la menguante
PDVSA, alimentos, medicinas, educación, salud y bienestar ciudadano. El
petróleo ya no es la panacea de los pueblos y necesitamos organizarnos de una
manera diferente en el país para darle oportunidad a nuevas generaciones con
iniciativas que solo son posibles si el poder es desconcentrado y federalizado,
conjuntamente con el ingreso. Y eso mis estimados amigos, solo puede hacerse en
una discusión a fondo de un Proyecto de País a manos del Constituyente, en una
Asamblea Nacional Constituyente, CON LA BASE CHAVISTA participando, que son la
otra parte del país.
Entonces, no estamos hablando aquí de un simple procedimiento u opción
para sacar a un Presidente utilizando un mecanismo constitucional, sino la
solución integral y estructural para salvar a un país de la violencia entre
hermanos, con reconciliación y cambio, y que pasa por la salida del Presidente
como una de sus consecuencias inmediatas, lo cual es una cosa MUY
DIFERENTE.
Discrepo con todo el respeto que me merecen los ciudadanos que apoyan
la enmienda constitucional como la mejor solución para la crisis institucional
del país, pero esa es la solución política para los políticos no para los
venezolanos. Y aquí no estoy haciendo anti política, estoy advirtiendo que se
está cayendo en un error porque a los políticos se les dio un respaldo el 6D
que no han sabido digerir y están aprovechándose de ese baño de pueblo para
posicionarse unos sobre otros y no resolviendo la vaina como se les ordenó.
Debo indicar además que le falto mencionar una opción a Cipriano
Heredia, del abanico que presentó, porque todas las explicadas nacen de los
poderes constituidos del Estado, incluyendo la misma opción de la iniciativa a
la Asamblea Nacional Constituyente por parte de la Asamblea Nacional. Le falto
a Cipriano mencionar en su artículo que la Asamblea Nacional Constituyente
puede ser también convocada por iniciativa de los propios ciudadanos, con el
15% de las firmas de los electores del Registro Civil y Electoral, tal y como
señala el Artículo 348 Constitucional.
Tal vez esa opción también deba ser objeto de un análisis por parte de
la Asamblea Nacional, porque quien sabe si alguien le pregunta al pueblo de
Venezuela, al que detenta el Poder Originario, como lo indica el Artículo 347
Constitucional, si no desea seguir siendo humillado y despreciado por quienes
han detentado el poder hasta ahora, y si desea"…convocar a una Asamblea
Nacional Constituyente con el objeto de transformar el Estado, crear un nuevo
ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución". Tal vez se
lleven una sorpresa mayúscula que se recoja ese 15% en menos tiempo del que se necesita
para decidir cual camino se toma, al ver este panorama desolador del régimen y
su oposición.
Es posible que la enmienda si le resuelva el problema político a las
candidaturas de la MUD, a los puestos de Presidente y Gobernadores de Estado,
pero de ninguna manera resolverá el desangre actual de Venezuela, que es AHORA,
no el año que viene.
Entonces, señores Henry Ramos Allup y demás Diputados de la Asamblea
Nacional, hagan su enmienda porque los venezolanos no podremos hacer nada para
impedirlo, a sabiendas que eso no le resolverá absolutamente nada a los
venezolanos en este momento de desgarradora crisis; pero por favor ¡digan algo
convincente! No insulten nuestra inteligencia indicando que la hacen porque esa
es la mejor solución o la más expedita, con una argumentación que puede ser
rebatida por cualquier ciudadano medio informado. Necesariamente el rumbo del
país tendrá que ser corregido en el futuro, o quién sabe si muy pronto, de las
manos del soberano pueblo de Venezuela.
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
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