Por Gabriel Barreto
Aunque el centro surgió con la
idea de ayudar a la población vulnerable de Antímano, atiende casos de todo el
país: 75% de los pacientes de 2017 eran de Caracas y 25%, de otras localidades
Han pasado 22 años desde que
abrió sus puertas en Caracas, el Centro de Atención Nutricional Infantil
Antímano (Cania), cuando la primera sede de Cervecería Polar se transformó en
un espacio para atender a niños de la parroquia en situación de
malnutrición. Después de dos décadas, asiste a pacientes de todo el país.
En 2017 atendieron a 17 mil
beneficiarios entre triaje, consultas y atención en la comunidad: 75%
provenientes del Distrito Metropolitano de Caracas y 25%, de otras localidades.
Cania busca contrarresta la
malnutrición de niños y embarazadas y enseña cómo rendir el ingreso
La desnutrición y obesidad son
su foco de trabajo, aunque esta última se presenta ahora en menor proporción,
explicó Jacqueline Gaslonde, gerente de desarrollo psicosocial y comunitario de
la institución, en una visita que Contrapunto realizó al centro.
La promesa de "1.000 días
para toda la vida"
Uno de los proyectos
emblemáticos de Cania es el que ofrece acompañamiento a las embarazadas desde
que la madre conoce sobre su estado de gravidez hasta que el bebé cumple dos
años. El programa, que lleva por nombre "1.000 días para toda la
vida", consiste en prevenir nacimientos de niños de bajo peso.
Aunque pareciera que es un
proceso que inicia y culmina, por estar establecido hasta que el niño alcanza
los 36 meses, "sus beneficios se manifestarán a lo largo de su vida",
explicó la pediatra nutriólogo Mariana Mariño, gerente de salud de Cania.
Cualquier decisión que se tome
en ese período favorecerá la salud integral del niño, asienta; definirá,
inclusive, su estado nutricional a futuro. Dependiendo de lo que se haya hecho
durante estos primeros 1.000 días, el bebé podría desarrollar predisposición a
la desnutrición y también obesidad o el sobrepeso.
"También está demostrado
que la incidencia de enfermedades como hipertensión arterial, obesidades y
osteoporosis estarían vinculadas con un mal manejo de la alimentación en los
primeros años de vida”, señaló la nutriólogo.
La talla del individuo también
es otro de los factores que pudiera verse comprometido, en relación con el
potencial genético.
La posibilidad que tiene un
niño de alcanzar una estatura determinada, probablemente, se verá afectada de
no cumplirse con los parámetros de nutrición establecidos en el programa.
"Esto es algo que pudiera verse reflejado a corto plazo", dijo la
pediatra.
Jacqueline Gaslonde añadió que
todo el desarrollo psicosocial del bebé está estrechamente relacionado a cómo
se alimentó la mamá durante el embarazo o qué tanto bienestar experimentó
durante los nueve meses, al igual que el vínculo madre e hijo.
“En la medida en que exista
una estimulación temprana de los periodos críticos de aprendizaje como gatear,
sentarse, hablar o caminar, que tienen que ver con una alimentación adecuada
durante esos 1.000 días, el periodo de desarrollo cerebral se verá reflejado en
la capacidad de que ese niño crezca, aprenda y obtenga un buen desempeño en
áreas académicas”, ejemplificó Gaslonde.
Para la especialista es
importante mantener las mejores condiciones desde la gestación hasta los dos
años de vida, tiempo en el que se debe estimular un vínculo de apego madre e
hijo que es clave para la conformación de redes neuronales, que tiene relación
directa con lo afectivo y con el desarrollo cerebral.
Si a eso se añade el cuidado
que los padres hagan del niño como mantener una buena alimentación, llevar un
control de su salud mediante evaluaciones médicas periódicas, además de
estimulación del conocimiento, entonces se está generando la base de lo que
será un adulto sano.
Pero si, por el contrario, no
se presta atención a este periodo de crecimiento las consecuencias tendrán impacto
en lo social, pues un individuo con déficit cognitivo o con dificultades para
manejar el control de impulso no tiene los recursos para autorregularse, porque
vivir en sociedad significa saber convivir.
Por todo ello es importante
establecer un control nutricional del embarazo, pues es un factor clave para
evitar niños con bajo peso al nacer, pues este indicador está asociado a
problemas de salud de ese individuo, explicó Mariño, quien agregó que este
programa no solo está dirigido a mujeres embarazadas con déficit de
alimentación, sino también a aquellas pacientes sanas, pues es justo allí donde
se hace la prevención.
En Cania se les ofrece a las
embarazadas un control prenatal que, entre otros aspectos, incluye una dieta de
acuerdo a su estado nutricional y al trimestre en el que se encuentren, además
de promoción de la lactancia materna con actividades de apego y estimulación
del bebé.
Después de los seis meses se
comienza con la introducción de alimentación complementaria, periodo en el que
se le enseña a la madre todo lo que debe saber para garantizarle una buena
alimentación a su hijo.
Ambas especialistas, con 20
años dentro de la institución, concluyeron que a lo largo de los años han
observado un deterioro en las condiciones de vida, caracterizado por un aumento
de las familias multiproblemáticas, un deterioro nutricional de la tendencia
por déficit y exceso, así como un cambio de los grupos de edades más afectados,
ahora son niños cercanos a los dos años, contrario a lo que ocurría anteriormente.
Clínica Abierta de Lactancia
Materna
Cania también cuenta con el
programa de Clínica Abierta de Lactancia Materna (Calma), espacio práctico
donde acuden las madres con sus bebés para resolver dudas, dificultades y
falsas creencias acerca del proceso de amamantamiento. A esta iniciativa
también suelen asistir aquellas mujeres que se están entrenando en cómo
alimentar a su bebé.
La actividad se realiza dos
veces por mes a través de una convocatoria de la cuenta oficial de Cania en
Instagram: @caniaoficial.
La doctora refiere que entre
las principales inquietudes que suelen tener las madres se presenta la
incapacidad de satisfacer a su hijo, razón por la que cometen el error de
recurrir a fórmulas lácteas para complementar la salud de su bebé.
“Cania quiere ser ese espacio
de acompañamiento cercano en donde se refuerce el rol materno, porque en la
medida en que se estimule la alimentación del bebé, mejores defensa y calidad
de vida se le estará transfiriendo”, reitera Gaslonde.
10-04-18
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