Por Jeanfreddy Gutiérrez
El ministro de Comunicación e
Información, Jorge Rodríguez, emprendió una gira por España y Francia, con
el objetivo de dar a conocer la versión del gobierno de Venezuela sobre lo que
está pasando en el país. La primera entrevista que publicó un medio europeo fue
la dada al diario español El País, del 22
de marzo.
Allí Rodríguez declaró que la
pobreza bajó de 74 % en 1998 a “un número que se acerca al 26%”, sin precisar
el año; aseguró que había “analfabetismo cero” en el país, después de tener una
tasa de 12%; que la escolaridad en educación primaria se acercaba al 94%, que
Venezuela era el país con menos desigualdad del continente y que 5,8 millones
de colombianos hacen vida en el territorio.
Migración: Falso
El equipo de Cocuyo Chequea
revisó las cifras, calificó como inconsistente la cantidad de colombianos en
Venezuela y un informe viejo sobre la cantidad de colombo-venezolanos y
venezolanos que emigran. Esto
se puede leer aquí. Asimismo, en alianza con El Tiempo de
Bogotá, Efecto Cocuyo realizó una serie de trabajos sobre la migración venezolana,
que podrá leer dando clic
aquí.
Pobreza: Falso
En Venezuela se mide la
pobreza de dos formas: según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) puede
ser según la Línea de Ingreso (en comparación con la Canasta Básica y la
Alimentaria Normativa, que no se
publica desde noviembre de 2014) y por Necesidades Básicas
Insatisfechas (NBI) que mide cinco variables: Inasistencia escolar,
hacinamiento crítico, vivienda inadecuada, carencia de servicios básicos y alta
dependencia económica, como se detalla en su Ficha
Técnica.
En el primer caso, la Línea de
Ingreso, el INE publicó que en el primer semestre de 1998 la pobreza se ubicaba
en 49% mientras que para el mismo período del 2015, último dato disponible
oficialmente, esta se ubicó en 33,1%. Para el segundo método, el ente oficial
señala que en 1998 la pobreza estaba en 55,4% de las familias mientras que para
en la primera mitad de 2015 esta bajó a 19,1%. Ambos valores se pueden
consultar en la
web del INE (Pobreza).
Es decir, que en 1998 no fue
tan alta como la dicha por el ministro: el valor “alrededor” de 26% parece
obedecer al cálculo del promedio entre ambos valores de 2015, el cual no
corresponde al método mixto que también publica el ente en este apartado, el
cual muestra
resultados entre 2002 y 2013.
El último año, 2013, muestra
29,4% de pobreza por línea de ingreso y 19,6% de NBI, mientras la pobreza
crónica fue de 10%, no el promedio de estas, que sería 24,5%. Este método mixto
también se explica en el documento oficial “Síntesis Estadística de Pobreza
e Indicadores de Desigualdad” de 2011 (PDF) del
INE.
En este sentido, las cifras de
Rodríguez de pobreza no tienen respaldo en datos oficiales, los cuales sí
revelan su tendencia alcista: subió a 29,5% y 32,4% para el primer y el segundo
semestre de 2014, antes de llegar a superar a un tercio de la población.
Sobre lo dicho por el
ministro, en el informe Venezuela
en cifras: nuestra transición al socialismo (2015) del Ministerio
de Planificación, se cita una pobreza (por línea de ingreso) de 75,5% para el
año 1997, mientras que por NBI señala 42,5%.
Así mismo, el informe
“Observatorio de la Economía Venezolana” realizado por Isaías Covarrubias
Marquina (septiembre, 2012, PDF) y
disponible en la web de la Enciclopedia y Biblioteca
Virtual de las Ciencias Sociales, Económicas y Jurídicas, señala
una pobreza que pasó de 71% a 82% entre 1991 y 1995, mientras que
para el 98 alcanzaría un 43%. Además, el informe muestra una relación directa con
los precios del petróleo: entre 14 y 16 dólares por barril en primer quinquenio
de los 90, así como una pobreza de sólo 32% con el crudo superando los 100
dólares.
Finalmente, a pesar de su
rechazo en la entrevista, la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi),
realizada por cuatro universidades del país, señala que la pobreza se disparó
a 87%
para 2017, subiendo desde el 81,1%
de un año antes.
Analfabetismo cero: Falso
De acuerdo a los resultados
obtenidos en el Censo 2011 (PDF), en
1990 habían 11.988.205 personas alfabetizadas en una población de 13.218.852
personas mayores de 10 años en Venezuela. Es decir, que habían 1.230.647 de
individuos que declararon no saber leer ni escribir a los encuestadores, lo que
arroja una tasa de analfabetismo de 9,31%, menos que el 12% dicho por
Rodríguez.
Sobre el analfabetismo cero,
el Censo de 2011 lo contradice. Oficialmente es de 4,9%, para un total de
1.101.706 sin habilidades de lecto-escritura para ese año. Diez años antes, en
2001, habían 1.154.013 analfabetos, una tasa del 6,43%.
Por otro lado, la Asamblea de
Educación analizó las cifras del Censo 2011 sobre alfabetización. Usando el
estándar internacional de medir alfabetismo en mayores de 15, y no de 10 años
porque deberían estar en la escuela, la tasa nacional era de 5,23%.
Pero esto se trataba de un
promedio, cuyos valores varían entre 1,23% en los dos municipios con menor tasa
(San Diego, Carabobo y Mario Briceño Iragorry, en Aragua) y 57,9%
en el municipio Alto Orinoco del Amazonas, de mayoría indígena.
Similares diferencias sucedían además con respecto a la edad, con 47,17% entre
mayores de 95 años y el 21% de los aborígenes, según el documento
Empadronamiento Indígena (PDF).
No hay indicios sobre
“analfabetismo cero” en Venezuela en cifras oficiales, pero tampoco en la
Unesco, ente que según el Gobierno nacional ha reconocido sus logros educativos
al respecto y calificar a un país “libre de analfabetismo” si este es menor al
4%. En sus
estadísticas de 2016 estiman la población que no sabe leer y
escribir en el país en 653.548 mayores de 15 años, es decir, el 2,87% de las
personas, pero entre mayores de 65 años se mantiene una tasa de 11,9%.
Escolaridad: Sí, pero…
La Unesco también informa que
para 2016 había en primaria un 96,53% de tasa
bruta de escolaridad (gross enrolment ratio) que habla de la
cantidad de estudiantes enrolados en cierto nivel, sin importar si corresponden
a su grupo de edad para ese nivel educativo.
Es decir, que pueden ser
alumnos que se retrasaron y son mayores que la edad estipulada. De esta forma,
entre 2008 y 2014 esta tasa fue mayor al 100%, es decir, estudiaban más niños
que los que corresponderían por el rango de edad.
Por otro lado, para ese año,
la tasa
neta de escolaridad (net enrolment rate) que sólo mide a
los alumnos inscritos con la edad correspondiente a su nivel, baja a 86,69%. Es
decir, que el 13,3% de los niños en edad de estudiar en primaria no lo hacen, y
que incluyendo los niños mayores para esta etapa, se ha reducido la tasa de
escolaridad en comparación con años anteriores.
La Unicef además contabilizó a
387.517 niños fuera de la escuela, un aumento de 77% con respecto a los 218.437
de 2012.
Desigualdad: desactualizada y
dudosa
El método del Coeficiente
de Gini, que ha sido usado para medir la desigualdad de ingresos, con valores
que varían entre 0 (perfecta igualdad) y el 1 (perfecta desigualdad), no se
conoce en Venezuela desde diciembre de 2015 cuando se publicaron los datos del
primer semestre de ese año.
Entonces este había alcanzado
la cifra de 0,391, lo que implicaba un aumento de la desigualdad desde los
0,380 de seis meses antes (2014-II). La Comisión Económica para América Latina
y el Caribe (Cepal) colocó al país como el de menor desigualdad, superando a
Uruguay, en su informe Panorama Social de América Latina (2016,
PDF)
pero con datos de 2014.
Este método, que mide
la desigualdad financiera y que ha sido criticado porque mide la
diferencia relativa entre quienes ganan más y ganan menos, pero que puede
mejorar aunque crezca la cantidad de familias en pobreza, no está disponible en
otras bases de datos internacionales. En el Banco Mundial sólo
está hasta 2006.
Por su parte, en
el Índice de Desarrollo Humano e Índice de Desigualdad de la ONU (2015),
Venezuela aparece en el puesto 71 (nivel medio) con valores de 0.767 y 0.618
respectivamente. Es superado por Cuba (68), Costa Rica (66), Panamá (60),
Uruguay (54) y los de alto nivel: Argentina (45) y Chile (38).
El Reporte Mundial de
Felicidad, el cual basa sus resultados en la encuesta Mundial Gallup, y
varias decenas de valores como productividad per cápita, apoyo social,
expectativa de vida saludable, percepción de libertad de tomar decisiones,
generosidad y corrupción, colocaba a Venezuela entre los 20 más felices
del mundo en 2014. Desde entonces hemos bajado al 23 en 2015 y mucho más, con
el 44 alcanzado en 2016.
En la edición de 2017, Venezuela
alcanza el puesto 82, con un valor de 5,25. Más bajo que Paraguay, Perú,
Bolivia, El Salvador, Ecuador, Nicaragua, Colombia, Panamá, Guatemala, México,
Argentina, Brasil, Chile, y Costa Rica, el más alto de la región, en el puesto
12.
Para el 2018,
donde se incluye felicidad de migrantes en el país de recepción, el
país cae 21 puestos, ubicándose en el 103. El resumen lo califica como “el
mayor perdedor” al bajar 2,167 puntos en una escala de 0 a 10. Ahora nos supera
también República Dominicana, que brincó del 87 al 84, así como Honduras que
subió del 92 al 72.
Venezuela también fue el que
más perdió más valor en 2017, -1,597 puntos, mientras el ítem más bajo del país
es la de percepción de libertad para tomar decisiones, 146 de 156 países
medidos, donde apenas superamos a naciones como Afganistán, Ucrania, Grecia,
Siria y Haití. En 2018, bajamos un puesto más, porque ahora Ucrania nos superó
en ese valor. El Índice de Felicidad incluye el coeficiente de
Gini en su cálculo.
08-04-18
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