Páginas

domingo, 26 de febrero de 2012

Venezuela te habló, Hugo Chávez


ALEXÁNDER CAMBERO, 24 de Febrero del 2012 El Tiempo
Venezuela se renueva de esperanza y observa con emoción cómo un nuevo liderazgo asume su rol.

El país le habló al presidente Hugo Chávez.

Más de tres millones de venezolanos ratificaron la mayoritaria voluntad de ser libres. Lo hicieron con una desbordante alegría que dejó perplejo al régimen tiránico de Hugo Chávez. De las urnas surgió una esperanza de un mejor futuro. Todo esto, encarnado en el esfuerzo unificador y de enormes resortes democráticos que simboliza el futuro presidente de la nación Henrique Capriles Radonski.

Un fenómeno de masas que simboliza un liderazgo sin aspavientos ni prepotencias. No se cree un predestinado de la historia, ni mucho menos el anhelado Mesías prometido en las sagradas escrituras. Simplemente es un excelente servidor público que ha sabido cumplir con mucho éxito sus responsabilidades como gerente. No apela a la agresión verbal para contrastar sus ideas; al contrario, es un hombre conciliador que entiende que se debe gobernar para todos por igual.

Eso es el punto cardinal de su experiencia al frente de importantes responsabilidades en las que ha demostrado capacidad y entrega total. No existe un área social dirigida por Henrique Capriles en donde los ciudadanos bajo su dirección no lo recuerden con complacencia y agrado.

Su victoria espectacular en el proceso de escogencia del abanderado opositor del pasado domingo 12 de febrero no lo transformó en un presumido al que tenemos que soportar de manera estoica. Su primera intervención fue el centellante devenir del futuro. En la tarima caraqueña se confundió en un cálido abrazo con sus compañeros: María Corina Machado, Pablo Pérez, Diego Arria y Pablo Medina. Quienes nos demostraron la grandeza que se desprende de estos ciudadanos probos de la patria. Debemos sentirnos orgullosos de contar con estos portentos de civilidad. Descubrimos en ellos el orgullo de ser venezolanos. Líderes con amplios caminos para enseñarnos a vivir en libertad.

En el mundo al revés todo es confusión. La victoria democrática es un golpe terrible al régimen moribundo. No pudo el chantaje liquidar a la suprema voluntad de un pueblo que quiere ser libre. Los venezolanos estamos cansados de soportar trece años de vejámenes; ya está bueno de vivir callados, aguantando cuanta locura se le ocurra a Hugo Chávez.

La noche del domingo 12 de febrero debe haber sido toda una tortura en los predios de Miraflores. El abrazo de todos los precandidatos y la disposición de trabajar juntos en pro de darle a Venezuela un gobierno decente seguramente desataron la furia del hombre que se cree Dios. El ungido debe haber sentido cómo su dulce de papaya se volvió amargó. Una noche larga, llena de misterio y drama. Los viejos fantasmas vuelven para atormentarlo hasta convertirlo en un apesadumbrado protagonista del insomnio crónico.

El país le habló al presidente. Ya tenemos la certeza de que su fin político se aproxima; por muchas tretas que invente, la derrota la tiene clavada en la frente. Es cuestión de trabajar sin descanso y esperar el 7 de octubre para salir de semejante pesadilla.

Se abre un mundo de posibilidades para todos. El país se renueva de esperanza y observa con emoción cómo un nuevo liderazgo asume su rol. Estamos viviendo momentos estelares. Se cierra un ciclo malsano y se abre todo un panorama que nos hace soñar con el cambio necesario.

alexandercambero@hotmail.com

twitter@alecambero

Tomado de:

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico