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martes, 20 de mayo de 2014

Hay que seguir luchando, Ricardo Martinez


Por Ricardo Martínez Osorio, 19/05/2014

Venezuela se encuentra sumergida en una crisis económica, social y política como nunca en su historia democrática. Ciertamente estamos en el peor momento de estos 15 años de régimen chavista.

Describir en este espacio lo que sucede en el país sería un ejercicio de redundancia innecesaria, sería restregarles lo que padecen a diario al salir de sus casas. En lo personal nunca imaginé que llegáramos a este punto tan crítico pero aquí estamos: pariendo para conseguir la batería del carro, haciendo colas para comprar leche y evitando salir de nuestras casas luego de las 9 de la noche por la inseguridad.

Lo fácil es achacarles la culpa a los políticos e intentar buscarle una solución personal a la tragedia de la que somos víctimas. Lo cómodo es intentar hacer nuestra agenda personal sin mirar para los lados y decir que esto nos sucede por culpa de Caldera que indultó a Chávez o que es consecuencia de la oposición que no se pone de acuerdo. Nada más lejano a la realidad.

Lo primero que debemos entender y procesar es que, con o sin Chávez, Venezuela estaba obligada a pasar por una crisis profunda que sacudiera sus bases y la convirtiera en una nación completamente democrática y verdaderamente desarrollada.

La forma como estaba concebido nuestro sistema económico, político y social estaba caduco desde los años 80 y toda la sociedad – desde los políticos hasta el pueblo en general – se negaron a leer los cambios.

Lamentablemente es difícil pero es lo que nos toca, este sabor amargo iba a ocurrir tarde o temprano. Ahora tenemos que luchar y aprender como sociedad de estos errores para no volverlos a cometer.

¿Cuánto más durará esta tragedia? ¿Cuánto más tendremos que soportar a Maduro y a Cabello en el poder? No lo sé, en lo personal no le creo ni creeré jamás a ningún profeta, me parecen unos charlatanes que se aprovechan de nuestra desesperación. Esto va a durar hasta que Venezuela lo necesite para evolucionar.

En España vivieron una dictadura feroz con el General Francisco Franco que los llevó luego de su muerte a una democracia solida, en Chile también tuvieron un régimen opresor con Pinochet y lograron derrocarlo con unas elecciones. Cada país tiene sus propias tareas, sus procesos históricos y sus imperfecciones que los equilibran pero todos tienen en común que pasan por estos ciclos.

Mi llamado es a continuar, a creer con mucha fe en Venezuela. Nuestro país es el mejor y debemos quererlo incondicionalmente. Con esto no estoy diciendo que debemos inmolarnos por Venezuela. Los procesos históricos de un país tienen tiempos distintos a la vida útil y productiva de sus ciudadanos en lo individual. Respeto y comparto la decisión de muchos de marcharse – momentáneamente o de forma definitiva – del territorio venezolano en búsqueda de mejoras académicas o de estabilidad económica para poder cumplir con sus metas. Ya vendrán tiempos donde todos los que puedan regresarán y los que no serán dignos embajadores de nuestro gran país. Lo importante es que donde estemos, sea cual sea nuestra trinchera, grande o pequeña, luchemos día y noche por conseguir una Venezuela con progreso y libertad. Una de las mayores frustraciones y desesperaciones del chavismo es la capacidad que hemos tenido de levantarnos y seguir.

Siempre sintámonos orgullosos de ser venezolano.

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