Por Carlos Vilchez Navamuel, 12/07/2016
En un escrito anterior señalamos que “Los
imperios, las monarquías y los feudos, el comunismo y los sistemas
dictatoriales coartaron la libertad del hombre de formas distintas por mucho
tiempo. ¿Cuánta libertad hemos perdido con creencias, modelos políticos
antiguos o ideologías modernas? ¿Por qué las personas tenemos que estar sometidas
a personas o grupos que tienen poder? ¿Por qué el hombre aspira a vivir en
libertad? ¿Cómo es posible que gobiernos como el de Venezuela, Cuba, Corea del
Norte o China, encarcelen a personas por pensar diferente en pleno siglo xxi? ¿Acaso
la libertad no es un derecho inherente al ser humano?
Con el capitalismo y la democracia se han
recuperado libertades, el número de países democráticos en el mundo creció en
la segunda mitad del siglo XX como la espuma, sin embargo no todos los países
se han visto beneficiados en estos últimos 60 años con la democracia que debió
ser fortalecida y no agredida, que debió evolucionar y mejorar y no ser utilizada
de forma retorcida para coartar libertades sean estas de expresión, prensa o
económica como lo han hecho en Venezuela en los últimos 15 años, un claro
ejemplo de lo que no debe de hacerse.
Existen diferentes definiciones sobre la
palabra LIBERTAD, una de ellas la encontramos en Internet y dice así: “La
libertad es un concepto abstracto de difícil definición; en principio, está
vinculada a la facultad que posee todo ser vivo para llevar a cabo una acción
de acuerdo a su propia voluntad”.
Otra interpretación un poco menos escueta
explica que “La Libertad es la Facultad y derecho de las personas para elegir
de manera responsable su propia forma de actuar dentro de una sociedad. "La Libertad es un derecho humano
básico, libertad de culto (o libertad de conciencia) Derecho de practicar
públicamente la religión que uno profesa, aunque no sea la religión oficial del
estado. Libertad de pensamiento (o
libertad de opinión) Derecho de pensar y expresar las propias ideas y criticar
las contrarias sin ninguna presión de la autoridad. 2. Estado o condición
de la persona que es libre, que no está en la cárcel ni sometida a la voluntad
de otro, ni está constreñida por una obligación, deber, disciplina, etc.
El diccionario de la Real Academia Española
nos dice que la palabra Libertad significa en su primera acepción; la facultad
natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar,
por lo que es responsable de sus actos. Además añade 11 acepciones más.
Luego el mismo diccionario divide y explica
las clases de Libertad así: libertad de
cátedra. 1. Derecho de los docentes, especialmente los universitarios, a
exponer sus conocimientos según sus propias convicciones y sin someterse a una
doctrina impuesta por los poderes públicos. libertad de circulación. 1. Derecho de las personas a elegir
libremente su lugar de residencia y a desplazarse por un determinado
territorio. libertad de comercio. 1.
Posibilidad de realizar transacciones mercantiles en las condiciones convenidas
libremente por las partes dentro de un marco legal. libertad de conciencia. 1. Facultad de profesar cualquier religión
sin ser inquietado por la autoridad pública. libertad de cultos. 1. Derecho de practicar públicamente los actos
de la religión que cada uno profesa. libertad
de empresa. 1. Facultad reconocida a
los ciudadanos para emprender y desarrollar actividades económicas. libertad de enseñanza. 1. libertad que
permite crear centros docentes y ejercer en ellos la actividad educativa
conforme a su ideario. libertad de establecimiento.
1. En la Unión Europea, libertad que ostentan las personas y las empresas de
los Estados miembros para instalarse de forma permanente en el territorio de
cualquier otro Estado miembro, en las mismas condiciones que los nacionales de
este. libertad de expresión. 1. Derecho
a manifestar y difundir libremente ideas, opiniones o informaciones. libertad de imprenta. 1. Facultad de
imprimir cuanto se quiera, sin previa censura, con sujeción a las leyes. libertad de información. 1. Facultad de
emitir o recibir información por cualquier medio de difusión, sin previa
censura gubernativa. libertad de los
mares. 1. Libre navegación marítima, universalmente reconocida. libertad de pensamiento. 1. Derecho de
toda persona a tener y manifestar cualquier ideología, y a no ser obligada a
declarar sobre ella. libertad de
residencia. 1. libertad del espíritu.
1. Dominio o señorío del ánimo sobre las pasiones. libertad provisional. 1. Situación o beneficio de que pueden gozar
con fianza o sin ella los procesados, no sometiéndolos durante la causa a
prisión preventiva. libertad religiosa.
1. libertad de conciencia y de cultos. libertad
sindical. 1. Derecho a organizar sindicatos y a afiliarse al que se desee. libertades fundamentales, o libertades públicas. 1. Derechos
fundamentales. apellidar libertad
alguien que está injustamente detenido.1. loc. verb. Pedir que se le
declare libre. poner a alguien en libertad de una obligación. 1. loc. verb.
Eximirlo de ella. sacar a libertad la novicia un juez eclesiástico.
Curiosamente ninguna de las interpretaciones
que hemos mencionado se refiere a la libertad económica que como bien dice el
documento de El Índice de la Libertad Económica 2016 “La
Libertad Económica es un elemento fundamental de la vida que trasciende al mercado,
abriendo las puertas a un mayor bienestar a cada vez más personas en todo el
mundo”. Más que nunca, la importancia de la libertad económica (el derecho
natural de la persona a ser dueña del valor que genera) parece todo menos
controvertida. La gente ansía liberarse de la pobreza y el hambre para tener la
dignidad del libre albedrío para escoger. No obstante, la lucha por la libertad
económica se enfrenta a una sempiterna oposición. Quienes anhelan tener
privilegios especiales siempre presionarán a la sociedad para ampliar la
dimensión y el peso del intervencionismo público. Pero que haya privilegios
especiales para unos pocos supone menos prosperidad para la mayoría”. http://libertad.org/indice
Con todo lo anteriormente comentado, deberíamos
entender entonces que LA LIBERTAD es una sola, es indivisible,
tampoco es un asunto político, es un problema moral que deberíamos resolver
de una vez por todas, así lo expresó recientemente el opositor y expreso político
cubano Oscar Elías Biscet cuando dijo que la LIBERTAD NO ES UN PROBLEMA POLÍTICO, ES UN PROBLEMA
MORAL, cuando se afecta la moral, se afecta la personalidad y el individuo.
Carlos Vilchez Navamuel
@carlosvilchezn
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