Por Jesús Alexis González, 15/05/2017
La Venezuela 2017, refleja el abandono definitivo del modelo de confrontación pacifica
gobierno-oposición que en lo especifico de los últimos 18 añosse caracterizó
por la permanente discusión de variados
puntos de vista vinculados con el “sueño” ofrecido por el “proceso
revolucionario” y la realidad alcanzada, que evidentementeno fue ni medianamente satisfecho al igual que otros muchos deseos
y aspiraciones de la sociedad. Ahora estamos transitando el camino del enfrentamiento, con marcada
preeminencia de la agresión
gubernamental hacia personas e instituciones como diabólica estrategia
para desviar la atención sobre su manifiesta
incapacidad en el ejercicio del poder; lo cual está dinamizando una conflictividad social al punto de inducir escenarios violentos en un marco de anarquía (ausencia total de la
estructura y autoridad gubernamental, al ser considerados indeseables) que en
mucho se aproxima a un conflicto
fratricida (persona que mata a un hermano).
La deficiencia gerencial del gobierno, aunada a su incapacidad de autocrítica, está
induciendo a nivel poblacionalla percepción
de una crisis sin retorno;definiendo la percepción como el proceso cognoscitivo (captación de
información de la realidad, que luego el individuo integra en su interior para construir conocimiento) a través
del cual las personas somos capaces de comprender
el entorno y actuar en consecuencia al perfilar una determinada idea vinculada con la impresión material captada; mientras que punto de no retornoes aquel que una vez cruzado se hace físicamente imposible volver atrás y
por ende ha de continuarse hacia adelante ya que regresar deja de ser una opción. Así contextualizado, en la
actualidad una parte significativa de la población está participando enmovilizaciones populares, las cuales se
han convertido en un tipo de rebelión (rechazo
al gobierno en apego a la desobediencia civil Constitucional)cuya fuerza es
capaz de desbordar cualquier tipo de obstáculo político y de desafiar al
gobierno en un ambiente de “debate de
resistencia en la calle”, bajo la convicción que la actual
crisis solo se resuelve con la sustitución constitucional del gobierno;motivados
adicionalmente por el equilibrio
político alcanzado entre la sociedad civil, las organizaciones con fines
partidistas y la Asamblea Nacional donde todos
nos aceptamos compartiendo ideas y rutas en procura de rescatar la libertad confiscada por la dictadura
chavista-madurista.
Conciencia, por su parte, es un término que hace referencia al conocimiento que una persona tiene de sí
mismo y del entorno que lo rodea, a la luz de haber acumulado en su
interior, con independencia a toda actividad
mental hechos de la vida circundante, en una acción desligada de la
inteligencia y el intelecto. La
denominadaconciencia política del pueblo,
hace referencia al proceso mediante el cual una mayoría de la población entra
en conocimiento de las causas que han
impulsado sus condiciones de vida (en
especial las desfavorables) y del modo
como puede revertir dichas causas al punto de motivarse a participar
activamente en la consecución de un cambiode gobierno; luego de haberse
convencido que ello es solo posible si
el pueblo lo expresa como una voluntad colectiva.
Tal conciencia
cívica-política-popular, se profundiza en un marco dialéctico (disentir
para descubrir la verdad mediante la confrontación de razonamientos y
argumentaciones entre contrarios) que se desarrolla en la rutina de la vida cotidianadonde se polemiza o protesta contra algo
establecido, como p.ej. los “valores
socialistas” que supuestamente sustentan el “proceso revolucionario”
venezolano, con serias consecuencias para el “gobierno” en razón al
cuestionamiento masivo y reiterado de un
“modelo ideológico” (cargado de improvisaciones inviables) que originalmente lo
“orientaron” hacia una transición
capitalismo-socialismo del Estado, pero que en la realidad ha devenido en
cambios vinculados con el impulso de una clase
política-social privilegiada perfilada como una oligarquía gubernamental que confiere todo el poder a un pequeño
grupo de personas e induciendo al mismo tiempo la aparición de una nueva “clase
social”: revolucionarios ricos (en
dinero pero pobres de espiritualidad); lo cual a su vez ha rebotado en un incremento del resentimiento social ante el cinismo
de su ostentación (exhibir algo,
hacerlo notorio); resentimiento que como bien se conoce en su tiempo constituyó
para el “chavismo” un camino electoral, pero que hoy se vuelve contra ellos ya
que el pueblo retomó, con más ira y decepción, la búsqueda de un mejor gobierno.
El despertar de
laconciencia política del pueblo, como hecho social, se focaliza en la
mente del ciudadano luego de haber reflexionado sobre las condiciones de vida que
afronta, al tiempo de identificar lo que es, lo que quiere y lo que necesita dentro de la sociedad. Ese
despertar, vino igualmente acompañado de la identificación de claros aspectos
vinculados con un potencial cambio de
régimen político donde se destaca la debacle
(desastre que produce mucho desorden y desconcierto, especialmente al final
de un proceso) del gobierno autoritario caracterizado
por una pérdida de estabilidad del grupo
dominante ante unaevidente crisis de
legitimidad en el ejercicio del poder, habida cuenta de su imposibilidad en
dar respuestas (políticas públicas) a las demandas sociales y a los derechos
fundamentales de la colectividad; razón por la cual una aplastante mayoría del
pueblo se ha movilizado en protestas pacíficas
de calle hasta situarse en el presente en punto de no retorno a pesar de la brutal y criminal represión
militar-gubernamental, al estar plenamente convencidos de la necesidad de
cambiar el gobierno por la vía constitucional.
Reflexión
final: El despertar de la conciencia política permitió tanto
perfilar lo que queremos y necesitamos
socialmente, como inferir (extraer
una conclusión a partir de hechos) que los revolucionarios
ricos como clase política-social emergente intentarán como sea posible
convertir a Venezuela en su madriguera,
ante (i) el origen corrupto de su fortuna y por (ii) los delitos de lesa
humanidad que han cometido los cuales no prescriben. Siendo así, es de suponer
que la tambaleante dictadura,en un
desesperado intento por desmovilizar a
una sociedad que se ubicó en un punto de no retorno, aumentará la represión criminal contra el pueblo con la
oportunista complicidad de la cúpula militar; lo cual (y esperamos que así
sea) habrá de inducir la firma de un “Comunicado
de Ginebra, capitulo Venezuela” bajo los auspicios
del Consejo de Seguridad de la ONU,
contentivo de una “hoja de ruta” para
detener la violencia y dar inicio de inmediato a la transición hacia una
Venezuela que permita a cada ciudadano la formulación
de su proyecto de vida en ¡libertad!
Economista
Jesús Alexis González
www.pedagogiaeconomica.com
@JesusAlexisGo10
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