Leandro Rodríguez Linárez 10 de septiembre de 2018
@leandrotango
Una
vez más el venezolano, cual experimento de Pavlov, vuelve amaestradamente a
caer en los trucos del régimen, esta vez con el denominado “Carnet de la
Patria”.
Fracasados
al nacer el Petro y las “Medidas económicas” anunciadas por Maduro, este
instrumento busca captar la atención de la opinión pública, el gobierno lo
plantea como una panacea, pero, al no tener características mágicas, su fracaso
ya está proclamado, veamos:
Al
inicio del denigrante programa CLAP, también fracasado, se creyó que
simplemente al registrarse en ese sistema las bolsas con alimentos comenzarían
a llegar mágicamente a los inscritos, pero el problema es real, de fondo, ha
sido la cada vez más escasa producción criolla, no solo de alimentos, sino en
medicinas, repuestos, ciencia, tecnología, etc. El génesis de todo esto fue la
equivocada creencia de Chávez quien varias veces aseguró el barril de petróleo
nunca bajaría de precio, engolosinado en su errática percepción de un tema que
nunca manejó, afincó la destrucción del aparato productivo venezolano y atizó
el modelo importador, así, financiaba “incondicionales” apoyos internacionales
al mismo tiempo de controlar/manipular a los productores, comerciantes,
trabajadores, al pueblo ¡Trágico error!
Ahora
bien, a 20 años de implementación del modelo castrista, sus leyes, su economía
generadora de pobreza esclavizada, su política creadora de una élite
cívico-militar, el gobierno aún se mantiene pero a un costo demasiado alto, en
la forma que evitó el revocatorio, impuso la “constituyente” y demás
simulaciones electorales, se autoaisló… para un régimen corrupto e inepto, que
quebró su gallina de huevos de oro y ahora trata de subsistir negociando sombríamente
nuestras riquezas naturales, vendiendo o hipotecando activos de la nación, el
aislamiento es muy grave, primeramente, porque las consecuencias las paga el
pueblo, por ello trata de mantenerlo entretenido con potes y más potes de humo
mientras la realidad es cada vez más dramática.
En
segundo lugar, porque cada vez son menos sus opciones de sobrevivencia, ahora
lo hace frenetizando el “Carnet de la Patria” pero la gran pregunta es ¿De
dónde va sacar los alimentos, medicinas, gasolina, repuestos y demás manas
prometidos? No tiene de donde, el problema no son registros
solapados/manipuladores, es la destrucción del aparato productivo, la
corrupción, ineptitud, la quiebra de Pdvsa y la confianza cero que padecen
quienes nos gobiernan como resultado del irrespeto más granado a la
constitución, a la democracia. Para lo único que será útil ese carnet es para
avivar el destructivo populismo vía hemorragias de bonos, lo que inyecta más
mortíferas cantidades de dinero sin respaldo, uno de los combustibles primarios
de la actual hiperinflación.
El
“Carnet de la Patria” tendrá el mismo destino de la ANC, facultades solapadas
que de facto ya tenía el régimen, así que seguramente lo exigirán para
complejizar tramites y diligencias que antes se podían realizar simplemente con
la cédula, a fin de generar en la población una mentalidad entreguista, de
sumisión. No nos dejemos distraer, los problemas de país son los mismos, día a
día empeoran, lo único que nos puede sacar de este oscurantismo es la presión
social como herramienta indefectible de cambio.
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