martes, 25 de septiembre de 2018

Mantener en las aulas a nuestros muchachos por @RobertoPatino



Por Roberto Patiño


El impacto de las medidas económicas que ha venido implementando el régimen de Nicolás Maduro, irresponsables y destructivas, se siente en todos los espacios de la vida nacional. Pero sin duda uno los ámbitos más afectados ha sido el del sector educativo, muy debilitado por el deterioro progresivo y acelerado por la hiperinflación, la emigración y la crisis social.

Es una crisis que se da tanto en las escuelas públicas como privadas y es agudizada por el resto de los problemas del país: el colapso de servicios básicos de luz, agua y transporte, por ejemplo, con sus consecuencias en el estado de las instalaciones y el traslado de estudiantes, profesores y personal administrativo.

La hiperinflación -generada por el devastador modelo económico del régimen-, que encarece los insumos escolares, trastoca las escalas salariales y aumenta los costos administrativos, reflejándose en matriculas y mensualidades. El agudizamiento del éxodo de profesionales de la educación primaria, media y superior.

La situación condiciona negativamente la preparación de las generaciones de relevo y dificulta, aún más, las dinámicas de la ya golpeada familia venezolana, con repercusiones que se extienden por toda la sociedad y son determinantes para el futuro del país. Esto se da en el marco de la instauración de un sistema dictatorial en el que el régimen estrangula la educación privada y restringe la pública como parte de una estrategia para limitar las posibilidades de superación de las personas.

Así, el grupo en el poder continúa generando sistemas de dependencia y dominación en los distintos ámbitos de la vida nacional

Ante esta arremetida del Estado opresor, debemos responder desde la articulación y la solidaridad, conscientes de la importancia que tiene, en estos momentos, mantener a nuestros muchachos en las aulas. Nosotros, en el movimiento Caracas Mi Convive y Alimenta la Solidaridad, hemos reconocido, desde un principio, la importancia de los colegios y planteles como puntos de encuentro y apoyo en las comunidades. Las madres, padres y representantes que participan en Alimenta tienen como una condición básica mantener la asistencia a clases de los niños.


Las escuelas no solo son centros de enseñanza también espacios de interacción convivencial. En medio de la brutal crisis alimentaria que vivimos, en muchos casos han servido, a través de comedores escolares, de gran apoyo a las familias más afectadas.

Reunirnos en torno a la búsqueda de soluciones frente al problema que actualmente atraviesa el sector educativo, debe ser uno de los factores prioritarios de movilización social. Instituciones y organizaciones civiles están trabajando en ese sentido. Fe y Alegría ha generado la campaña “Un Cuaderno para Fe y Alegría”, que busca donaciones de insumos escolares para los más de cien mil niños inscritos en su red de planteles. La Red de Madres, Padres y Representantes, han venido llevando una labor de difusión y organización, promoviendo el encuentro entre representantes y colegios privados, para establecer mecanismos conjuntos de respuesta ante la crisis, que permitan la continuidad de actividades escolares.

Estos son solo algunos ejemplos, que deben reproducirse y articularse ante lo que la crisis educativa representa, no solo en lo inmediato, sino para el futuro del país. La deriva dictatorial está destruyendo los cimientos básicos de nuestra sociedad y sólo desde el encuentro y la articulación alrededor de problemas comunes podemos contrarrestar al régimen y superarlo.

En el Encuentro Red Solidaria que celebramos el 15 de septiembre, escuchamos a Ana Rosario Contreras, líder del movimiento de las enfermeras. Nos llamó a no perder la fe para enfrentar los problemas y creer en nuestra capacidad para transformar la realidad, a pesar de las dificultades. Hoy retomamos sus palabras, en medio de una gravísima crisis educativa, que pone en riesgo el desarrollo de nuestros niños y amenaza los espacios en los que estos se forman y aprenden.

Por ellos, y por el futuro que significan, debemos organizarnos y participar desde todos los sectores de la sociedad, con el convencimiento de que la fuerza de nuestro encuentro puede encarar y hacerle frente a esta amenaza

Coordinador de Movimiento Mi convive

robertopatino.com

25-09-18




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