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jueves, 19 de marzo de 2020

Consejos para madres con niños sin clases por @luisaconpaz



Por Luisa Pernalete


“La pequeña estaba feliz el primer día sin clases, pero ya en el segundo me dijo que le hacían falta sus compañeritos”, me comentó la señora Isabel con relación a la pequeña Beatriz, de 8 años. Y la entiendo. A los niños no les gustará mucho hacer tareas, pero ir a la escuela sí. Los juegos en el patio, la maestra cariñosa, las bromas de los compañeritos, incluso presentar sus proyectos de aprendizaje…

Pero ya sabemos, esta cuarentena, este distanciamiento de las actividades cotidianas, este no poder ir a clases, no por vacaciones adelantadas sino por prohibición saludable, puede disparar las emociones, acrecentar el fastidio, los chamos se pueden poner difíciles, en fin… ¿Qué pueden hacer en casa las madres para sobrellevar esta cuarentena por el coronavirus? Vamos más allá: ¿Podemos aprovechar esta encerrona?

Van  consejos a las madres  

con los chamos sin escuela 

también pudieran servir

pa’ que apliquen las abuelas

En primer lugar, cálmese. Ya sabemos que tanta información a veces alarma y no deja pensar en paz. La situación es de cuidado, es verdad, pero si usted está alterada puede convertirse en parte del problema y es posible que termine regañando sin razón a sus pequeños. Recuerde que ellos no son responsables de este virus que anda suelto. No la pague con ellos. Respire profundo, que es gratis y no tiene que salir de su casa para hacer sus ejercicios de relajamiento y respiración profunda. Es más, haga ejercicios de respiración y en general de relajación con ellos también. Le aseguro que contribuye a calmar ánimos, mejora la atención, trae muchos beneficios…

En segundo lugar, dialogue con sus hijos. Explíqueles que no están castigados ni ha habido un terremoto. Sin alarmarlos, cuénteles que hay un virus suelto que enferma y que es mejor quedarse en casa. No olvide mencionarles algunas medidas de prevención como lavarse las manos con jabón, no saludar con besos y abrazos –como solemos decirles que hagan– si llega alguien de afuera. Si vive en una zona con problemas de agua, converse sobre la necesidad de ser muy ahorrativos con la poca de la que se dispone. En fin, hablen del tema, sin olvidar que hay otros países igual que nosotros, sin clases; y que no es que todo contagiado se muere… Cálmelos. 


En tercer lugar, vea esta encerrona como una oportunidad para hacer algunas cosas con sus hijos, de esas que siempre posterga porque “nunca  tiene tiempo”: arreglar ese closet que tiene viejas fotos que nos pueden hacer reír, ropa que ya nadie usa, esas gavetas que tienen de todo… Y que ellos ayuden. Me consta que a los pequeños les gusta ayudar; nómbrelos  “asistentes” de manera oficial… Aproveche y prepare la comida con ellos, deles pequeñas responsabilidades y dígale lo importante que es cada tarea para que la comida esté lista. Haga las cosas con calma, no a la carrera como suele ser, y sin apurarlos a ellos.

En cuarto lugar recomiendo que a mitad de mañana y a mitad de tarde hagan otros ejercicios de relajación. Dense ligeros masajes unos a otros, hagan ejercicios de risoterapia, como ese sencillo de unirse de dos en dos y sonreír de manera ficticia uno frente a otro. Verá como a los 3 o 4 segundos todos están sonriendo y hasta carcajeándose. Recuerde que tenemos células como espejos en el cerebro que simplemente imitan. Funciona, se los aseguro. Ayuda también bailar un rato, el ritmo que sea. No tienen que ser artistas, solo bailen.

En quinto lugar, acuerde con ellos una rutina básica: hora de levantarse; hora de comer; hora de hacer tareas escolares, las que están pendientes o repasar lo último que vieron en el salón… Combine esas tareas con actividades tales como colorear, ello incrementa la capacidad de concentración, que a su vez ayudará a la lectura y al aprendizaje en general. La rutina no tiene que ser rígida sino flexible pero conviene tenerla, puesto que durante unos días de cuarentena, no pasa gran cosa; pero si son semanas  –no sabemos cuánto durará– se pueden debilitar o perder hábitos ya adquiridos. Si la rutina es producto de común acuerdo, será más fácil seguirla.

Para ayudar a la “hora de tareas escolares”, le informo que hay organizaciones como Fe y Alegría que tendrán en su red de emisoras programación educativa especial para los estudiantes de primaria: “La Escuela va a la casa con Fe y Alegría”,  con duración de una hora, con actividades diversas. También habrá una programación para jóvenes y adultos con el fin de ayudarlos en sus estudios de bachillerato: Sin salón. Pueden meterlo en la rutina.

Si tiene hijos grandes y pequeños haga que los primeros ayuden con la atención de los más chicos; si es a través de juegos, mejor. Que los grandes enseñen canciones a los pequeños; que dirijan un rato de gimnasia… 

Si se tiene patio, trabajar en el jardín es útil y divertido, sobre todo si en su sector hay problemas de electricidad.

Si es de los privilegiados y dispone de internet decente, le cuento que hay opciones sobre este tema: Qué hacer en esta cuarentena en la casa. También hay páginas con cuentos, juegos cooperativos… pero es importante que tenga un abanico de alternativas para que no terminen subiéndose por las paredes.

En fin, amiga mamá, no se quede esperando que la cuarentena termine y acabe con sus nervios. Aproveche la oportunidad. Si estos consejos los pone práctica, le son útiles y de paso los innova, comparta su experiencia. Ayudarán a otros. 

Sabemos que está angustiada
Vamos, respire profundo
 la cuarentena fastidia
pero no se acaba el mundo.

17-03-20




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