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jueves, 30 de diciembre de 2021

¿Cuándo comeremos hallacas en democracia? Por @froilanbarriosf

Por Froilán Barrios

La Navidad y la noche del 31 de diciembre son los momentos más especiales del año, los más propicios para disfrutar plenamente nuestra venezolanidad en cualquier parte del planeta donde nos encontremos los oriundos de esta tierra de gracia, hoy lamentablemente en desgracia. Y es que en estas fechas es cuando celebramos, igual que los norteamericanos en Thanksgiving, el reencuentro familiar.

Ahora bien, para que se consume tan dichosa sensación se requiere de ese plato tradicional ancestral, proveniente de los años de colonización española, desde los siglos XV y XVI, atribuyéndose en forma legendaria su invención a los esclavos y sirvientes indígenas, quienes recogían los restos de las preparaciones de sus opresores para armar un plato heterogéneo que les sirviese de alimento extra a sus comidas habituales.

Heredada de nuestra historia colonial y republicana pasó a formar parte de nuestra cultura, al punto de que su preparación es también momento de reencuentro anual, pues cada uno de sus miembros participa en el proceso. Es la oportunidad para compartir anécdotas, aventuras y desventuras vividas desde la última vez que se congregó el núcleo familiar.

Durante el siglo XXI venezolano esa celebración tan nuestra se ha frustrado para millones de familias, las cuales, habiendo perdido su poder adquisitivo y su condición de vida digna, se han visto obligadas al éxodo que ya apunta, según la ONU, a finales de 2022 a casi 9 millones de migrantes o si no a permanecer en la indigencia en un país con 96,3% de pobreza, aun cuando el discurso oficialista insista en que Venezuela se ha recuperado.

Tamaña tragedia ha derivado en un ritornello de la frase “el próximo año debemos comernos las hallacas en libertad y democracia”, aparte de las promesas de mucho político aventurero que oferta demagógicamente en cada lance el éxito de la caída del régimen.

Lo cierto del caso es que han pasado los años como aquella vieja trova de Pablo Milanés, en nuestro caso lo que va del siglo XXI, y el desenlace o la aspiración de que ocurra se prolonga en el tiempo, siendo una petición obligatoria o una especie de Carta al Niño Jesús lo que debiera suceder para que tan divina aspiración se concrete responsablemente en 2022.

En primer lugar, no olvidar y tener siempre presente los sacrificios y la entrega del pueblo venezolano durante este siglo, este 2022 se cumplirán 20 años de la inmolación de 22.000 trabajadores petroleros que fueron expulsados de sus cargos y de sus casas por defender a Pdvsa y la democracia, y hoy pocos o nadie los recuerdan, como también los que murieron en 2002, en las ciudades de este país por echar abajo la tiranía, y a quienes pagan cárcel por defender el derecho a la protesta.

En segundo lugar, ampliar el campo opositor al resto del país político y social que sobrevive todavía, es decir, a trabajadores, empresarios, jóvenes, líderes sociales de pueblos y ciudades, superando la pretensión del G4 de monopolizar la representación popular, aun cuando es desestimado por la mayoría de la población.

En tercer lugar, reeditar un nuevo pacto político y social que unifique a los venezolanos contra la dictadura, teniendo como referencia nuestra historia, el Pacto de Puntofijo logró reunir a los partidos políticos, trabajadores, Iglesia, empresarios, jóvenes, para así lograr la etapa más prospera de nuestra historia republicana.

Y en cuarto lugar, la conformación de una gran Coalición Nacional Opositora, que consulte a sus integrantes como método, dejando a un lado las aventuras de imponer de facto decisiones que nos han llevado a tantas derrotas y desventuras para el pueblo venezolano.

Estas sugerencias pudieran ayudarnos en este año 2022 a lograr la gran fuerza política y social que acabe con la dictadura más atroz que ha sufrido pueblo alguno en este continente y a retomar nuestra tradición navideña con la alegría característica de los venezolanos.

29-12-21

https://www.elnacional.com/opinion/cuando-comeremos-hallacas-en-democracia/

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