BRENDA RIBEIRO 07 de septiembre de 2024
«La
verdad es una sola: el 28 de julio, con organización y optimismo, los
venezolanos derrotamos el ventajismo y defendimos los votos que llevaron a
Edmundo González Urrutia a la victoria»
En el
convulso escenario político de Venezuela, la reciente entrevista de Cayetana
Álvarez de Toledo a María Corina Machado resalta la lucha por
discernir entre la verdad y la posverdad. Ambas líderes discutieron cómo las
narrativas distorsionadas han permeado la sociedad venezolana, creando por años
confusión y desinformación, e incluso dudas sobre las propias creencias.
Las palabras han adquirido un nuevo peso; la realidad, moldeada por quienes buscan manipularla, se convierte en un terreno fértil para la posverdad, donde los hechos se distorsionan como herramientas de control. Cayetana Álvarez de Toledo dijo: “Defender la victoria de Edmundo González es defender incluso algo más importante que la propia democracia, se trata de la existencia de la verdad objetiva”. Por ello, debemos defender la verdad no solo como un principio ético, sino como un bien invaluable.
El
régimen ha invertido en reconfigurar narrativas, intentando sembrar dudas en la
ciudadanía. No es nuevo; en la primaria nacional, por ejemplo, activaron todo
su aparato propagandístico, que incluye un lobby de analistas, empresarios,
intelectuales, entre otros, que en redes sociales y medios se esforzaron con
vehemencia para convencer al país de que la primaria no se haría. Luego
intentaron crear una narrativa de que la Venezuela que quería cambio se
quedaría sin opción y que esto sería culpa de las fuerzas democráticas,
mientras mantenían el sistema de inscripción bloqueado. En la actualidad, aun
cuando la gente fue protagonista en primera línea, y con actas en mano se
leyeron los resultados en las puertas de los centros electorales, insisten en
desdibujar la verdad. Incluso, el lobby a disposición insinúa continuamente que
hay un conflicto entre partes, equiparando víctimas y victimarios. Esto que
describo es la posverdad en la práctica, buscando crear una atmósfera de dudas
y el cuestionamiento de los hechos.
La
verdad es una sola: el 28 de julio, con organización y optimismo, los
venezolanos derrotamos el ventajismo y defendimos los votos que llevaron a
Edmundo González Urrutia a la victoria.
“Defender
la verdad no es violencia, violencia es ultrajar la verdad”. María Corina
Machado. No vamos a aceptar la violencia. En medio de la oscuridad: más
esperanza, confianza, firmeza, más luz. Nuestra experiencia del 28 de julio
desafía la narrativa oficial. Resistir en los hechos es reivindicar la verdad y
la ética. Como ciudadanos, debemos exigir transparencia y respeto a la
soberanía popular junto a los líderes, buscando una transición pacífica con el
apoyo de la comunidad internacional.
La
opción es estar comprometidos con la verdad. En un entorno donde los hechos son
manipulados, nuestra voz es fundamental. Estamos llamados a resistir en la
verdad.
BRENDA
RIBEIRO
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