Páginas

sábado, 17 de octubre de 2015

"El bachaqueo es la consecuencia de una mala política de distribución de alimentos" Rafael Mac Quhae


Por  María Yolanda García


"En ningún país de América Latina se observa esta situación, en la que no puedes comprar agua, una crema de afeitar o jabón para bañarse", denuncia el experto


Aunque cuentan con la desaprobación de comunidad, oposición y Gobierno, los bachaqueros parecen proliferar, evolucionar e instaurarse como una nueva figura de la economía doméstica. Tanto así, que no son pocos los que ven en esta figura un nuevo “peor amigo”, con el que al menos pueden contar cuando requieren productos de la cesta alimentaria familiar que no se encuentran en el mercado o que sólo se consiguen tras hacer largas colas.

El término “bachaco” fue acuñado en el Zulia para identificar, originalmente, a quienes compraban productos regulados para pasarlos de contrabando a Colombia, a fin de revenderlos a un mayor precio y obtener ganancias adicionales con el diferencial cambiario entre el bolívar y el peso. Hoy día, regado por todo el país como una horda de insectos, forma ya parte de la jerga cotidiana del venezolano.

En Caracas, los que contaban con mayor notoriedad eran los ubicados en Petare, mercado negro desde donde se fijan los precios de los productos que revenden a un precio 400 y 500 por ciento mayor a su valor original.

Aunque se hayan constituido en una especie de mal necesario para muchos son, definitivamente, un problema que enfrentar y solucionar, la interrogante es cómo. No obstante, para expertos como Rafael Mac Quhae –sociólogo, abogado, master en economía y profesor universitario– el problema está lejos de resolverse.

“El bachaqueo es el resultado de la aplicación de una mala política de distribución de alimentos y no se va a resolver porque el Gobierno no entiende el problema”, sentencia Mac Quhae, quien estima que para controlar esta práctica, una de las primeras medidas es reconocer que hay que fortalecer el aparato productivo y establecer eficientes mecanismos de distribución de alimentos a través de los cuales se beneficien todos los venezolanos, y no sólo un sector.

“Lo primero que hay que entender es que el bachaqueo es una consecuencia de la política económica que ha seguido el Gobierno desde el año 2004, particularmente, en lo que se refiere al control de precios. Ha creado una inmensa cantidad de obstáculos, cuellos de botella en la distribución, argumentando el tema de la escasez. En 2008, cuando se hizo evidente que Venezuela no tenía capacidad para producir lo que necesitábamos los venezolanos, no se encontraban productos en la red de mercados, pero sí en Petare. El bachaqueo era la forma en que estaban distribuyendo los productos en Venezuela”.

Una estructura de asignación de bienes

Para Mac Quae, “el bachaqueo se ha transformado en una estructura de asignación de bienes. Por eso ves en las colas personas que no son de esa zona, contactar a otros, te enteras de direcciones que no conocías porque esa es la red de distribución. La única manera que tiene el Gobierno para controlarlo es quitar las trabas y permitir que se movilicen los productos por los mecanismos normales. Antes tenías la redes de distribución que pagaban impuestos, las redes de bachaqueros no pagan impuestos, es una economía subterranea que no se ve, muy similar a la de la droga, una economía muy trancada”.

En relación a los argumentos de representantes del Gobierno acerca de una guerra económica, Mac Quhae estima que “si hay una guerra económica es el Gobierno contra el pueblo, porque están destruyendo todas las vías para la distribución y no están implementando mecanismos eficientes. En ningún país de América Latina se observa esta situación en la que no puedes comprar agua, una crema de afeitar o jabón para bañarse".

Este experto considera que el bachaqueo afecta tanto a miembros de la clase media como de los sectores populares. “El problema es que toda la estructura que se montó y que venía funcionando desde hace 50 años cambió radicalmente, es decir, las medicinas se obtenían en las farmacias, la comida en los automercados y los clavos en la ferretería. Ahora, en cualquier lado se consigue cualquier cosa, se ha constituido un tejido social que es difícil de desentrañar sin una adecuada política de producción y distribución. Makro va a vender productos alimenticios de la cesta alimentaria sólo a quienes tengan bodegas populares ¿y cómo haremos quienes no vivimos cerca de una de estas bodegas?”.

Para Mac Quhae la proximidad de los comicios impondrá llenar los anaqueles de alimentos y favorecer a potenciales votantes, no obstante, aunque confiesa que no del modo cómo preveía. Hace poco se informó que había llegado un millón de pollos. No hay manera de poner esos pollos en los canales de distribución, ya sea tradicionales o bachaqueros. Habrá comida sólo dónde el Gobierno estime que tiene potenciales votantes".

El café sigue brillando por su ausencia

Durante el recorrido por automercados como Central Madeirense, Excelsior Gamma, Plan Suárez y Abasto Bicentenario se observó la ausencia de uno de los productos más cotizados por los consumidores: el café. Al consultársele a gerentes y vendedores, éstos indicaron que hace semanas que el preciado polvo no llega a los anaqueles.

Cereales como pasta y arroz llegaron a los supermercados, al igual que el detergente, éste uno de los productos que más ha llegado en las últimas tres semanas.

El jabón de baño, otro de los productos más cotizados, sigue escaso. "Tampoco encuentro gel de baño, estoy usando champú para bañarme", comentó una mujer que hacía la cola en el Farmatodo ubicado en la Urbina.

En la siguiente tabla se puede observar cómo ha incrementado el costo de algunos productos en la Redoma de Petare, así como los productos que han comenzado a llegar a los estantes de los automercados que se han visitado en cuatro semanas.


15-10-15




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico