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lunes, 6 de febrero de 2017

El ABC de las soluciones económicas para Venezuela, según José Manuel Puente por @contrapuntovzla


Por Vanessa Davies


Con un pool de prestamistas internacionales el país podría acceder a los 30 mil o 50 mil millones de dólares que necesita para reactivar la producción nacional, explica el economista. La paridad actual puede ser de mil bolívares por dólar

Las verdades de José Manuel Puente no son amigables para políticos de ningún signo, y tampoco lo son para el Gobierno: el desabastecimiento se debe al control de precios y no a un grupo de malévolos personajes que esconden los productos; el control de cambio solo sirve para enriquecer a un grupito; el origen del colapso económico no se debe a la caída de los precios del petróleo, sino a malas decisiones. ¿Le suena familiar?

Las soluciones son, afirma el economista en conversación con Contrapunto, las que indica el sentido común. Si se aplicaran, razona, la población sentiría el beneficio en meses (aun cuando problemas más severos, como la inflación, no se frenarán tan rápido).

Puente no solo es docente e investigador del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), específicamente del Centro de Políticas Públicas; también es profesor de la Universidad de Oxford y comparte sus criterios con alumnos de todo el espectro político. Este es su ABC de problemas y soluciones para la economía venezolana.


  
A de ajustes y de ayuda internacional. Resulta inevitable “hacer los ajustes que esta economía ha estado reclamando durante décadas, pero hay que hacerlos con sensibilidad social y con mano izquierda para preservar la estabilidad política”, defiende. Lo que no se puede hacer es “seguir evadiendo las reformas económicas que tenemos que hacer”.

En las actuales condiciones de su economía, Venezuela requiere el apoyo de organismos internacionales. Puente estima que la nación necesita entre 30 mil y 50 mil millones de dólares, y es partidario de obtenerlos por la siguiente vía: con el aval del Fondo Monetario Internacional -pero sin firmar una carta de intención- conseguir apoyo de un pool de prestamistas. Los dólares que el país consiga se deberían destinar a reforzar las reservas internacionales, inyectar recursos al aparato productivo y sostener subsidios para la población más vulnerable.

B de bachaqueros. Es cierto que revenden los productos a precios obscenos, pero no es menos cierto que están en cola desde la madrugada. Los bachaqueros se han convertido en una piezas más dentro de la distorsión de la economía.

Pese a todo, la economía bachaquera se puede terminar, garantiza el investigador. “En mercados plenamente abastecidos no hay incentivos para el acaparamiento, la especulación o el bachaqueo”, ratifica.

C de cambio y de consenso. “Sin un cambio de 180 grados en la política económica no va a haber un cambio en los resultados. Pensar que, al seguir haciendo lo mismo, habrá un cambio, es estar en la locura”, enfatiza Puente.
Sin embargo, alega, cualquier modificación debe sustentarse en el piso político de un consenso nacional en el cual debe participar el chavismo.

Ch de Chávez. Aunque lo haya hecho de buena fe, “los grandes desequilibrios macroeconómicos que hoy vivimos se inician con las opciones de políticas económicas que el presidente Chávez instrumentó: control de precios y de cambio; las expropiaciones, que hicieron mucho daño en inversión privada nacional y extranjera”, opina el economista. Pero no les resta importancia a otras variables, como el golpe de Estado y el paro petrolero de 2002.

D de desmontaje del control de cambio. Desmantelar el control de cambio es, a criterio del investigador del IESA, un elemento fundamental. “La principal camisa de fuerza que tiene esta economía es el control de cambio”, porque no es solo el control, sino la existencia de “varios tipos de cambio”. Además, el tipo de cambio oficial “es 170 veces inferior al paralelo”.

El control de cambio se instauró con la premisa de evitar la fuga de capitales, “y eso, en una primera etapa, puede funcionar, pero en una segunda etapa se genera corrupción”, como se ha denunciado. Paradójicamente, a pesar de la existencia de esta barrera, el país confronta “el nivel de reservas internacionales más bajo de los últimos 20 años”.


E de esquema cambiario. El esquema que Venezuela necesita, según José Manuel Puente, se basa en “un solo tipo de cambio”, con una paridad bolívar-dólar que sea realista. Aun cuando es reacio a dar números, el profesor asoma que la relación actual podría ser de mil bolívares por dólar, muy superior al dólar “protegido” pero mucho menor que el paralelo. Al descender el dólar usado como referencia para la economía, también bajarían los precios de inmuebles y vehículos, entre otros.

F de "frío" económico. La economía venezolana se “enfrió” desde 2013 debido “a una política económica equivocada” implementada años atrás, sostiene el investigador del IESA. La recesión empeoró “cuando los precios del petróleo estaban en más de 100 dólares por barril”, por lo que no existe correlación entre “la caída de los precios del petróleo y el ciclo recesivo”. Sin embargo, confirma, la caída de los precios del petróleo empeoró la crisis.

G de “guerra económica”. La pregunta: ¿Hay guerra económica en Venezuela? La respuesta de Puente: “Sí creo que hay grupos que están jugando a la desestabilización, a la destrucción y a una salida violenta del gobierno. Pero creo que lo que explica el desajuste macroeconómico es una erradísima política económica y un modelo completamente equivocado”, y no lo que el Ejecutivo ha denominado la “guerra económica”.

H de hiperinflación: Mucho se dice acerca de la “hiperinflación” en Venezuela. Pero el economista piensa que, aunque el país está cerca de ella, todavía no ha descendido. “Una economía entra en proceso de hiperinflación cuando tiene al menos 50% intermensual de inflación”, explica. “Venezuela está cerca, pero todavía no ha llegado a esa esquina. Si sigue haciendo lo que está haciendo, sin lugar a dudas va a llegar a esa esquina”.

I de inflación: Venezuela “tiene cuatro años como el país con la inflación más alta del mundo. El año pasado fue más de 100 veces superior a la de América Latina”, comenta José Manuel Puente. El año pasado debe haber cerrado con una inflación por encima de 500 o 600%, y los pronósticos no son mejores para 2017: se habla hasta de 1.500%.

“Lamentablemente la inflación de 2017 va a ser muy alta, nuevamente la más alta del mundo”, confirma. Y en 2018 también. De hecho, tiende a empeorar, de acuerdo con los analistas.

La inflación venezolana se explica por “inconsistente política económica”, un desajuste fiscal, un Estado que mete dinero a la economía y un Banco Central prácticamente de manos atadas, enumera. A esto se suma que se producen menos bienes y servicios.

  
M de mitos: Según José Manuel Puente, el Gobierno ha construido mitos para intentar explicar lo que sucede con la economía y no admitir que el origen de todo son las malas políticas implementadas. Por ello, saca ecuaciones como: desabastecimiento = acaparamiento, inflación = especulación, caída de la economía = sabotaje económico. “Habría que ser muy ingenuo para pensar que no hay un poco de eso”, porque la especulación existe y los estados deben actuar contra ella, apunta el economista. Pero insiste en que esas argumentaciones, por sí solas, no logran explicar “los grandes desajustes de escasez, inflación y recesión”.

P de precios. “Mientras los precios de los bienes y servicios no reflejen su estructura de costos, esos bienes no van a aparecer en los anaqueles”, sentencia Puente.

“El fenómeno central detrás del desabastecimiento no es el acaparamiento; son los controles de precios de manera indefina y sin racionalidad económica”, asegura. Su análisis es muy claro: la población consigue pocas cosas, y a un precio que no puede pagar.

-¿Quién establece los precios reales? La leche no cuesta los 70 bolívares del Gobierno, pero tampoco los 12 mil bolívares de la calle.

-Se mezclan una falla de Estado y los incentivos especulativos. El Estado no está actuando donde debe. Los controles de precios pueden ser parte de la política económica, pero tienen que mantenerse durante un tiempo determinado y tienen que ser revisados trimestral o semestralmente.

-¿Cuáles son los precios reales en Venezuela?

-Nadie lo sabe. Una de las cosas que logró la opción de política económica instrumentada es que destruyó todos los incentivos de precios. Ningún precio refleja ahora la realidad de sus costos; unos por más, otros por menos.

Nadie puede producir a pérdida perennemente, alerta el economista. Ni siquiera, la empresa más poderosa.

R de Ricardo Sanguino. Como presidente del Banco Central de Venezuela (BCV), Ricardo Sanguino debe asumir varias tareas, plantea José Manuel Puente. Debe tener “el rol protagónico para el desmontaje del control de cambio”, la puesta en marcha de un solo tipo de cambio y el control sobre la liquidez.

Pero si la gestión del BCV continúa siendo la misma, dictamina el economista, “vamos hacia la hiperinflación”.


S de salarios y de subsidios. Una inflación tan elevada como la venezolana ha pulverizado el salario de los venezolanos, reprocha Puente. El país, según sus cuentas, “tiene el salario mínimo más bajo de los últimos 27 años”. Para recuperarlo, es perentorio que crezca la economía, que mejore la productividad y se genere riqueza.

Los aumentos salariales “compulsivos” que aprueba el Ejecutivo “lo que hacen es empeorar el enfermo, porque generan desequilibrios fiscales aún mayores”, precisa. Estos ajustes “han generado cierre de empresas, pérdida de empleos, y eso va a continuar”.

José Manuel Puente defiende los incrementos de sueldos, pero alerta que deben sostenerse en la actividad económica, pues de lo contrario “lo que haces con las manos, lo destruyes con los pies”.

De cualquier manera, los cambios en política económica deben ir aparejados con subsidios focalizados que alivien la carga de, al menos, 30% de la población, detalla el economista. Se emplearían, fundamentalmente, para alimentos y medicinas.

T de tiempo: Ni que hubiese un cambio de gobierno hoy mismo la economía se arreglaría en 24 horas, advierte Puente. “Llegamos aquí porque hemos hecho, durante muchos años, muchas cosas mal en materia económica. Y para salir de aquí vamos a tener que hacer muchas cosas bien durante muchos años”, concluye.

-¿No hay un cambio inmediato? ¿Ni que saliera hoy mismo el presidente Maduro?

-No. Si sale Maduro es que comienzan en este país los grandes retos. El tema es que tienes que pensar en un programa integral de reformas.

Estos son los tiempos que calcula:

a) Con ayuda internacional y dólares para promover la producción nacional, “en seis a ocho meses puedes tener anaqueles razonablemente abastecidos”, avizora el economista.

b) El crecimiento de la economía se puede recuperar en 12 o 14 meses.

c) Bajar la inflación precisa de, por lo menos, tres a cinco años.

05-02-17




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