Por Pompeyo Márquez
Hay que valorar en su justo
término la responsabilidad de la actual dirección política de la disidencia,
independientemente de los errores cometidos a lo largo de estos 18 años muchos
de los cuales han sido valientemente reconocidos por la dirección de la MUD,
bien con Ramón Guillermo Aveledo o con Chúo Torrealba.
Sería sano advertirle a muchos
de los críticos de la MUD que de habernos seguido por ellos estuviéramos en
condiciones desfavorables; ellos han sido incapaces de reconocer en qué se han
equivocado y en darle los méritos necesarios a una dirección política que se ha
ido forjando al calor de la lucha, y como lo indica la experiencia toda lucha
implica la posibilidad de cometer errores, el detalle está en saber corregirlos
acertadamente en el menor tiempo posible.
No hay dirección política en
el mundo que no haya cometido errores al actuar. Solo no los cometen los
críticos de escritorio y los que no actúan, pero así se forma el equipo
dirigente y podemos decir, sin que ello justifique ningún desliz, que Venezuela
cuenta en este momento con un núcleo dirigente que abarca los ámbitos local,
municipal, regional y nacional. En nuestra opinión la ruta que se está
transitando es la correcta y conquistaremos el cambio político que Venezuela
pide a los cuatro vientos.
El país, y lo decimos con
firmeza, no puede continuar por este camino lleno de disparates por el que lo
conduce Maduro y su camarilla militar y la experiencia indica que ningún pueblo
se hunde indefinidamente, que ninguna nación desaparece a pesar de los errores
cometidos por quienes ejerzan el poder en ese momento. Los pueblos son sabios,
se equivocan como lo han hecho en oportunidades, se dejan ilusionar por falsas
promesas pero al final rectifican. Como me decía un chavista que me visitó:
pusimos a Maduro con los votos fraudulentos y lo desalojaremos del poder
mediante votos.
Dada la experiencia electoral
de estos años, la vía de CALLE y VOTO nos conducirá al triunfo porque contamos
con la fuerza necesaria, con la unidad, con una ruta clara, una plataforma
mínima de acción y el invalorable apoyo de los demócratas del mundo, si a eso
agregamos esa dirección política a la que hicimos mención, levantemos la
convicción y la fe en que Venezuela perdió el miedo, al igual que en 1957.
Conquistaremos democracia,
libertad y mejores condiciones de vida para todo nuestro pueblo con un gobierno
de transición nacional que gobierne para todos y enmiende el camino equivocado
que un grupo de fanáticos hace transitar al país. El sector institucionalista
de las FAN también tiene un papel que desempeñar en este momento. ¡Sí se puede!
14-05-17
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