José Luis Farías 09 de septiembre de 2018
@fariasjoseluis
Fastos
y nefastos de la semana
Este
lunes 3 de septiembre el primer mandatario de Colombia, Iván Duque, ratificó a
la cadena Radio Caracol su rechazo a una “intervención militar” en Venezuela, a
poco de la visita prevista por el presidente norteamericano, Donald Trump, a
tierra colombiana.
Como
siempre hay quienes fueron “sorprendidos” por sus palabras cabe recordar lo
dicho por Duque a su salida de la reunión del 5 de julio con el
viceprepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, en Washington:
“No se
habló de intervención militar y segundo yo nunca he hablado de propiciar
intervenciones militares. Creo que debemos ejercer una presión diplomática
sobre la dictadura [de Maduro] y apoyar las denuncias de la OEA contra esa
dictadura ante la Corte Penal Internacional”.
Posición
ratificada el 17 de julio, durante una visita a Miami, por uno de sus
colaboradores y hombre de confianza de Álvaro Uribe, el senador José Obdulio
Gaviria, quien dijo: “Nunca respaldaremos esa opción [la intervención militar]
porque el problema no es militar”.
¿Fin
de la “amenaza creíble”?
Entre
las tantas interrogantes suscitadas por las palabras de Duque surgió la
pregunta: ¿su declaración acaba con la “amenaza creíble” de una posible
“intervención militar” norteamericana en Venezuela?
Como
queda claro, lo dicho por Duque no es nuevo. Aunque llama la atención de sus
declaraciones de este lunes que su rechazo a la intervención militar haya sido
matizado con la palabra “unilateral”: “Creo que Estados Unidos es el primero en
entender que una intervención militar de carácter UNILATERAL no es el camino”.
¿Qué significa eso? ¿Que pudiera ser acordada?
De
todos modos, la decisión parece depender de otros factores. Ya lo dijo el
senador Marco Rubio: “Donald Trump no avisará si decide actuar contra Nicolás
Maduro”.
Washington
repica
Sin
irse a fondo sobre el tema, Washington repica arremetiendo contra la dictadura.
Al día siguiente, martes 4 de septiembre, la embajadora norteamericana ante la
ONU, Nikky Haley, anunció la organización de una reunión informal del Consejo
de Seguridad de la ONU sobre la situación en Venezuela, un formato que ya
utilizó el pasado año para llevar la crisis en el país latinoamericano a
Naciones Unidas. Explicó que la cita tendrá lugar el próximo lunes 10 y a ella
asistirán “algunos miembros de la sociedad civil venezolana”.
El
objetivo, dijo, es que compartan con el Consejo de Seguridad cómo el presidente
venezolano, Nicolás Maduro, es “sistemáticamente corrupto y cómo está quitando
recursos a la gente para seguir manteniendo su dictadura”.
Pese a
la oposición de Rusia, China y Bolivia, Washington, que este mes preside el
Consejo de Seguridad, decidió convocar. Haley insistió en que “la corrupción ha
llevado a una de las peores crisis humanitarias provocadas en una generación.”
Habla
Uribe
El
miércoles 5 de septiembre se extendió la sorda polémica con la intervención
hábil y cautelosa en el senado colombiano del ex presidente Álvaro Uribe Vélez:
hay “que buscar cambios legales para la intervención en Venezuela”.
Expresó
que “algunas razones de por qué se necesita que la comunidad internacional
busque los caminos legales de intervención en Venezuela, como lo ha propuesto
el presidente Iván Duque”. ¿Cuándo y dónde dijo Duque lo afirmado por Uribe? No
lo sabemos. Pero la afirmación de Uribe lo compromete.
El
drama del éxodo venezolano es un poderoso argumento para el alegato de Uribe:
“A Chile han llegado aproximadamente 450.000 venezolanos, la mayoría por tierra
cruzando todo el territorio de Colombia, de Ecuador y del Perú. Eso da la razón
a quienes estiman que ya en nuestro país puede haber 1.000.000 de hermanos
venezolanos. Esto supera todas las capacidades del país, por eso el presidente
Iván Duque ha venido liderando la constitución de un fondo internacional para
atender la crisis, y ojalá esos 316 millones de dólares que el Gobierno
comprometió para una tarea inútil de Naciones Unidas en el narcotráfico se
pudieran aplicar a este problema de la crisis de los hermanos venezolanos”.
Uribe
razonó también su planteamiento en el ámbito de los principios internacionales:
“El presidente Iván Duque ha decidido retirar a Colombia de Unasur, justamente
reclamando la permisividad de Unasur con la dictadura de Venezuela y ha instado
a otros países a que lo hagan. Como senador aquí muchos lo acompañamos con
nuestra firma para demandar la dictadura de Maduro ante la Corte Internacional
(…) Además, toda esa línea de frontera sigue mostrando en Venezuela un refugio
a terroristas que, no contentos con la generosidad que le ofreció Colombia,
siguen su actividad de terror. Entonces uno se pregunta ¿impera el principio de
la no intervención? ¿O hay las circunstancias éticas y legales para la
intervención en los términos propuestos por el presidente Duque?”.
“Los
acuerdos de Naciones Unidas dicen muy claramente que en estas circunstancias en
la que está la dictadura de Venezuela, causa eficaz de ese éxodo, esa dictadura
pierda toda legitimidad y obliga a los Estados a tomar las medidas para superar
la calimosa situación”.
“Por
eso quería decir que ojalá la intervención en los términos propuestos por Iván
Duque avance, separe esa tragedia de Venezuela, se supere esa dictadura y la
hermana nación empiece a recuperarse. Quería dejar en claro en nombre de la
bancada que para nosotros, ante esas circunstancias, el principio de la no
intervención es una excusa inaceptable, porque hoy prevalecen las obligaciones
de todos con la Carta Democrática y Naciones Unidas”, puntualizó.
El
Consejo Permanente de OEA
La
ofensiva internacional contra el régimen continuó en la OEA. La delegación de
EEUU ante la OEA aseguró que estaría dispuesto a “enmendar” su posición a las
sanciones a funcionarios venezolanos, pero solo si ocurre un cambio en el
comportamiento del Gobierno de Nicolás Maduro.
Durante
la sesión de este miércoles 5 de septiembre del Consejo Permanente de la OEA,
que abordó el fenómeno migratorio venezolano dijo que Venezuela atraviesa una
crisis humanitaria que se pudo prevenir, pero que ahora es probable que
empeore.
“Estamos
ofreciendo más de 46 millones de dólares en asistencia humanitaria a los
venezolanos que han huido de su país”. No obstante, indicó que una solución
duradera a la crisis requiere “una reforma económica en Venezuela, respeto a
los derechos humanos y la Constitución y elecciones libres con observación internacional”.
El
representante de Ecuador dijo que habían ingresado más de 600 mil venezolanos a
su territorio. El de Chile expresó que en 2017 ingresaron 166 mil migrantes a
su nación, duplicando los registros de 2016. El de Colombia manifestó que en su
país de diciembre de 2017 a la fecha los venezolanos en su país aumentaron de
550. 397 a 935 mil. Y el de Perú señaló que han acogido a 400 mil venezolanos
sin precisar en qué periodo. Mientras el de Panamá indicó que en 2018 han
recibido a 72 mil compatriotas.
El
secretario general de OEA, Luis Almagro, dijo: “No podemos descartar ninguna
medida para tirar abajo la dictadura de Maduro”. El secretario de la OEA instó
a no escatimar esfuerzos para lograr un cambio político en el país.??Y AFP
registró que “EEUU exhorta a Maduro a admitir crisis humanitaria y aceptar
ayuda.”.
The
New York Times
Por si
fuera poco, el prestigioso diario estadounidense, The New York Times, cerró la
semana con un extenso reportaje que relata cómo “El gobierno de Donald Trump
sostuvo reuniones secretas con militares venezolanos rebeldes para hablar sobre
sus planes para derrocar al presidente Nicolás Maduro, según funcionarios
estadounidenses y un excomandante militar venezolano que participaron en las
conversaciones.”
El
relato señaló que “Establecer contactos clandestinos con golpistas en Venezuela
fue una gran apuesta para Washington, dado su largo historial de intervenciones
encubiertas en toda América Latina. Muchas personas de la región aún sienten un
gran resentimiento contra Estados Unidos por haber respaldado rebeliones,
golpes de Estado y complots en países como Cuba, Nicaragua, Brasil y Chile, así
como por haber guardado silencio ante los abusos que los regímenes militares
cometieron durante la Guerra Fría.”
Y
reseñó que en “En respuesta a las preguntas sobre esas conversaciones secretas,
la Casa Blanca señaló mediante un comunicado que era necesario participar en un
“diálogo con todos los venezolanos que expresan el deseo de restablecer la
democracia” con el fin de “aportar un cambio positivo a un país que ha sufrido
mucho bajo el gobierno de Maduro”.
El
apagón del Zulia
Un
breve pero detallado “reporte preliminar de cómo el apagón de ayer -domingo 2
de septiembre- está afectando a los diferentes sectores productivos y regiones
del estado Zulia”, atribuido a un equipo de Fedecámaras-Zulia y difundido por
las redes sociales, describe una delicada situación que se ha hecho cotidiana
en la entidad “más rica del país”. El problema ya es muy grave y presagia una
tragedia. Maduro no puede seguir despachando el tema con la excusa del
“sabotaje” y el liderazgo opositor debe amarrarse los pantalones y salir de la
inacción. Volveré sobre el tema en próximos días.
Pensionados
El
drama de los pensionados continúa. Insisten en denunciar y protestar contra la
“burla” del régimen de pagarle en “cuotas” la pensión mientras el hambre y las
enfermedades los acechan. La “humillación” es la única respuesta del Pranato
contra sus demandas. La indoblegable lucha de nuestros ancianos es un ejemplo
para el resto del país.
Burrundanga
salarial
El
reciente aumento salarial iguala hacia abajo a todos los trabajadores. La
burrundanga salarial administrada por Maduro se la tragó la hiperinflación en
dos semanas, al tiempo que desconoce todas las conquistas de la contratación
colectiva. Las escalas salariales fueron lanzadas al basurero. Y Padrino López
insiste en pedirle a los militares “confianza” en las medidas adoptadas por el
déspota.
El
paquetazo de Maduro
Las
medidas económicas dictadas por Maduro siguen diezmando a la población. Los
precios se cuadruplicaron una semana después de los anuncios. En algunos casos,
como el pasaje, se multiplicaron hasta por diez y más. Los despidos avanzan
ante la imposibilidad de las empresas de pagar los nuevos salarios. Mientras la
carne y otros productos básicos no aparecen por ningún lado.
Ojo
avizor
Son
muchas las especulaciones tejidas en torno a la reunión supuestamente frustrada
por “filtración” entre el régimen y los altos funcionarios norteamericanos
Michael Fitzpatrick, subsecretario adjunto para el hemisferio occidental,
especialista en países andinos, Brasil y el cono sur, y Pete Marocco,
subsecretario del Buró de Conflicto y Operaciones de Estabilización del
Departamento de Estado.
De un
lado, se insiste en que el encuentro era un paso “clave” en la escalada
“trumpista”, suerte de “ultimátum”, con “diez puntos de agenda”; del otro, que
la misma “no estaba autorizada” por la administración Trump. Amanecerá y
veremos.
El
madurismo insiste en echarle mano a los 3 mil millones de dólares que
aproximadamente representan las remesas, por ahí van los tiros del fulano
decreto de “libre convertibilidad”.
José
Luis Farías
@fariasjoseluis
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