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domingo, 9 de enero de 2011

El sentido común de la política


Por Carlota Salazar Calderon

En Venezuela coexisten dos regímenes políticos, dos visiones, diametralmente opuestos: - el democrático contenido en la constitución, orden social, aprobado en referendo, abierto y plural que incluye a los diferentes sectores sociales (unidad en la diversidad) y a las comunidades organizadas; - el autoritario que impone el “Socialismo del Siglo XXI”, modelo político ideado por Heinz Dieterich Steffan, difundido en el V Foro Social Mundial en el 2005, se funda en visión de Carlos Marx sobre la dinámica social y lucha de clases, sustentado en cuatro ejes: el desarrollismo democrático regional, la economía de equivalencias, la democracia participativa y las organizaciones de base; llamado también “Salto adelante”.

El modelo democrático y plural sigue vigente en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. El otro, el autoritario lo pretende imponer el gobierno mediante las siguientes leyes orgánicas: del Poder Popular; de Planificación Pública, de las Comunas, del Sistema Económico Comunal, de Contraloría Social, del Poder Público Municipal y las leyes de los Consejos Estadales y Locales de Planificación y Coordinación de Políticas Públicas y de Descentralización…

El modelo autoritario “Socialismo del Siglo XXI” constituye un régimen político: socialista adaptado a los lineamientos del comunismo para instaurar un Estado Comunal, basado en el Plan de Desarrollo Económico y Social Simón Bolívar 2007-2013 que contiene: la nueva geometría del poder (Distritos Motores), nueva ética socialista, modelo productivo socialista (propiedad social), Venezuela como potencia energética mundial y la nueva geopolítica internacional. Cuyo brazo represivo serán las milicias y la Justicia Comunal.

Se trata de una mixtura entre un Estado Democrático vs. Estado Autocrático con envoltura comunal. ¿Cuál es la idea del gobierno? todo el mundo ocupado en el seno de las comunas del “bien común” y del “colectivo”. El gobierno controla totalmente el aparato económico y según el Plan Simón Bolívar monoproductor petrolero, resultado: una sociedad dependiente. Con lo cual lograría el control hegemónico de la sociedad y de la economía.

El gobierno engaña a la gente al hacerle ver que el poder está en sus manos, cuando en realidad profundiza un sistema de control absoluto de la sociedad: “Patria Socialismo o Muerte” y “Todos Rojos Rojitos”, de lo contrario, no tienes casa, ni beca y menos trabajo. El gobierno promueve un poder popular “tutelado” “controlado” y no programado en la Constitución como un poder público.

Ahora bien, este autoritario esquema ¿será aceptado dócilmente por los venezolanos? o privará el sentido común. Tendrá esa intuición que nos enseña a protegernos para preservarnos y procurar vivir mejor ¿será el elemento que induzca a los venezolanos en la necesidad de un cambio? Un cambio real y honesto en la forma de hacer política desde la honestidad, responsabilidad, trabajo, compromiso... Una especie de anticuerpo que debe invadir a la ciudadanía, que alerte, que de seguir apoyando este gobierno, todos, incluso los cogollo gubernamentales, veremos mermados nuestros sueños e ilusiones sembrados en un mejor país.

Estas dos irreconciliables visiones generan una grave crisis política, en medio de ella la gente apuesta salir fortalecidos para la construcción de una sociedad inclusiva y plural en el marco de una nueva forma de hacer política, para lo cual hace falta una buena dosis de sentido común.

carlotasc@gmail.com

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