Lucas Taylor 28 de febrero de 2024
Los
beneficios para los países latinoamericanos de acogida podrían ser aún mayores
si se aumentara el acceso de los inmigrantes a los empleos, según muestra una
investigación
Un
éxodo de casi 8 millones de inmigrantes venezolanos que han huido de la pobreza
y la agitación política está impulsando las economías de otros países de
América del Sur, según han descubierto dos
estudios publicados por importantes instituciones financieras internacionales.
La fuerza laboral extranjera impulsará las economías de sus principales países anfitriones en América Latina y el Caribe entre un 0,10% y un 0,25% en promedio cada año desde 2017 hasta 2030, según la investigación.
Si se
aumentara el acceso a empleos para los inmigrantes venezolanos, los beneficios
económicos podrían ser aún mayores, concluyeron el Banco Mundial, el Banco
Interamericano de Desarrollo, la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OCDE) y la Agencia de las Naciones Unidas para los
Refugiados (ACNUR).
“Este
estudio evidencia lo que ya sabíamos: la migración es un buen negocio”, dijo
Ronal Rodríguez, investigador colombiano que estudia el impacto de la migración
venezolana en la Universidad del Rosario de Bogotá. “Recibir migrantes nos
hace un mejor país y nos permite seguir creciendo. Es tan simple como
eso."
La
crisis migratoria venezolana es ahora la mayor en la historia de América Latina
y supera el número de personas desplazadas de Siria devastada por la
guerra. Los venezolanos comenzaron a huir de su país en masa cuando su
economía colapsó en 2014, generando inflación galopante, pobreza e inseguridad.
Más de
6,5 millones de los 7,7 millones de personas que han abandonado Venezuela han
buscado una vida mejor en América Latina y el Caribe, particularmente en Brasil , Chile , Colombia , Ecuador y Perú .
Si
bien a menudo se culpa a los venezolanos por ejercer presión sobre los sistemas
de salud y las economías en toda la región, su contribución a la fuerza laboral
en realidad beneficia a las economías locales al cubrir puestos de trabajo
indeseables y aumentar la demanda local de bienes y servicios, lo que aumenta
los ingresos fiscales, concluyeron los economistas.
Los
servicios públicos ofrecidos a los inmigrantes aumentan el gasto estatal entre
un 0,1% y un 0,5% del PIB, pero esos costos caen rápidamente y eventualmente
son superados por el crecimiento económico adicional, según el estudio.
En
Colombia, la llegada de 3 millones de venezolanos ha ayudado a formalizar la
economía del país, ya que los inmigrantes tienen más probabilidades de aceptar
empleos oficiales mal remunerados que los colombianos que prefieren trabajar
con dinero en efectivo en la economía sumergida, dijo Rodríguez.
Los
venezolanos también han cubierto vacantes y han abordado la escasez de mano de
obra para empleos indeseables, como los conductores de autobuses.
“Esto
aumenta nuestra base impositiva, lo cual es particularmente importante debido
al envejecimiento de nuestra economía”, dijo Rodríguez.
Los
países sudamericanos están luchando contra un bajo crecimiento económico y el
Banco Mundial predice que la región aumentará un 2% en 2023, menos que
cualquier otra región del mundo.
Los
investigadores encontraron que los políticos podrían acelerar su lento
crecimiento económico integrando mejor a los inmigrantes en sus comunidades
locales y en el mercado laboral.
Los
países sudamericanos han sido pragmáticos al introducir permisos especiales que
permiten a los venezolanos trabajar legalmente, pero la xenofobia sigue siendo
una barrera que impide a los venezolanos encontrar trabajo. El 30% de los
venezolanos –particularmente mujeres y jóvenes– reportaron haber sido discriminados.
Los
migrantes venezolanos comúnmente se ven obligados a trabajar de manera informal
y están sobrecalificados para sus puestos de trabajo, ya que sus estudios y
habilidades no son reconocidos en el extranjero. No es raro que
profesionales capacitados, como abogados, trabajen como camareros para llegar a
fin de mes al otro lado de la frontera, lo que limita sus ingresos y el
beneficio económico para el país anfitrión.
“Para
que estos beneficios se materialicen son esenciales políticas específicas que
promuevan la inclusión económica de las personas”, afirmó Carolina Mejía
Mantilla, autora del estudio realizado por el Banco Mundial y ACNUR.
No es
sólo el beneficio económico de los inmigrantes venezolanos lo que a menudo se
pasa por alto en América Latina, donde los inmigrantes reciben una cobertura
mediática predominantemente negativa, sino también su impacto cultural, dijo
Rodríguez.
“Más
allá de la economía, los venezolanos estamos provocando una transformación
sociocultural. Han mejorado la gastronomía de Colombia con su fusión de
sabores europeos que están fuera de la cocina tradicional colombiana y
contribuyeron a una mayor diversidad de música en vivo”, dijo Rodríguez.
Tomado
de: https://www.theguardian.com/global-development/2024/feb/27/venezuelan-migrants-economy-south-america
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