Agencias 01 de noviembre de 2024
“El
gobierno brasileño sigue convencido de que las asociaciones deben basarse en el
diálogo franco, el respeto a las diferencias y el entendimiento mutuo”, señaló
un comunicado oficial del Palacio Itamaraty
La
Cancillería de Brasil dijo este viernes en un
comunicado que se sintió sorprendida por el “tono ofensivo” empleado
por el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela contra
el gigante sudamericano, en el más reciente desarrollo de una disputa
diplomática entre ambas naciones.
A principios de esta semana, el régimen venezolano retiró a su embajador en Brasil por lo que describió como “reiteradas declaraciones intervencionistas y groseras” desde Brasilia tras repudiar que el gobierno de Lula da Silva haya vetado el ingreso de Venezuela al grupo de economías emergentes BRICS.
En un
comunicado oficial, el Palacio Itamaraty (sede de la Cancillería brasileña)
señaló que la retórica empleada por Caracas no se corresponde con el
trato respetuoso que el gobierno brasileño mantiene hacia Venezuela y su
población.
“Brasil
siempre ha tenido gran aprecio por el principio de no intervención y respeta
plenamente la soberanía de cada país, especialmente la de sus vecinos”,
subrayó el texto, que también señaló que el interés del gobierno brasileño en
el proceso electoral venezolano se debe a su papel como testigo en los Acuerdos
de Barbados, para el cual fue invitado, además de participar en el seguimiento
de los comicios celebrados el pasado 28 de julio en medio de denuncias de
fraude.
Y
concluyó: “El gobierno brasileño sigue convencido de que las
asociaciones deben basarse en el diálogo franco, el respeto a las diferencias y
el entendimiento mutuo”.
El
régimen chavista llamó el miércoles a consultas a su embajador en Brasil por
impedir su ingreso a los BRICS durante una reciente cumbre del grupo en Rusia.
“Se informa a la comunidad nacional e internacional que, siguiendo
instrucciones de Nicolás Maduro Moros se ha decidido convocar
a consultas, de manera inmediata, al embajador Manuel Vadell”, señaló un
comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores venezolano, que denunció,
además, “el comportamiento irracional de los diplomáticos
brasileños, quienes, contraviniendo la aprobación del resto de miembros
de los BRICS, asumieron una política de bloqueo”.
Se
está “reproduciendo el odio, la exclusión e intolerancia promovidos
desde los centros de poder occidentales para impedir, por ahora, el ingreso de
la patria de Bolívar a esta organización”, agregó el comunicado de la
diplomacia chavista.
A la
par, el ministro de Exteriores Yván Gil se reunió con el encargado de negocios
de Lula da Silva en el país para manifestarle su “más firme rechazo” ante “declaraciones
injerencistas y groseras”, apuntando en especial a Celso Amorim,
asesor del Presidente brasileño en política exterior.
En los
últimos días, Amorim dijo que Venezuela “rompió la confianza” que
tenían al negarse a presentar las actas oficiales de las elecciones del pasado
28 de julio y al oponerse a un escrutinio independiente.
“La
cuestión con Venezuela no tiene que ver con democracia, sino con una
ruptura de confianza. Nos dijeron una cosa y no fue hecha”, dijo Amorim al
explicar por qué Brasil decidió bloquear la entrada del país centroamericano a
la organización durante el encuentro en Kazan. “Nosotros actuamos de buena fe,
pero con Venezuela se rompió la confianza”, insistió y sumó que, de
todas formas, el régimen ha reaccionado de manera “desproporcionada” a lo
ocurrido.
La
relación entre Brasil y Venezuela está en uno de sus peores momentos. Según
fuentes del gobierno brasileño citadas por O Globo, Lula ha
perdido la paciencia con Maduro y, a partir del 10 de enero, cuando
se inaugure el nuevo mandato presidencial en Venezuela, Brasil dejará de
reconocer al líder chavista como jefe de Estado. Aunque no se espera una
ruptura total, sí habrá un “profundo enfriamiento” en las relaciones
entre ambos países.
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