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viernes, 16 de abril de 2010

Estamos preparados para después del 26S


Las fuerzas de la alianza opositora siguen jugando el juego democrático, cosa que para nada nos parece mal, si estuviéramos en un país democrático, republicano, plural, con independencia de poderes, con una economía sana, pujante, con un sector privado en crecimiento, con servicios públicos aceptables por no decir buenos.

Pero ese no es el caso, al hablar con vecinos y amigos, con grupos organizados de distintos estratos sociales con intereses particulares, con militantes de partidos políticos, aunque tenemos diferencias de cómo abordar el problema y plantear soluciones, todos estamos de acuerdo con el diagnóstico inicial. El país va por mal camino en lo político, en lo social, en lo jurídico y en lo económico.

Nadie hasta donde yo conozca se puede imaginar un escenario en Febrero de 2013, en el que el Presidente Hugo Chávez le entregue la banda presidencial a un adversario político, producto de las elecciones presidenciales de Diciembre de 2012, todos sentimos que este gobierno rojo, con su Líder fundamental hará cualquier cosa para ganar por las buenas o por las malas las elecciones de ese año y permanecer en el poder hasta el 2000 siempre.

Este 26 de Septiembre, fecha en que se celebrarán las elecciones a la Asamblea Nacional para el periodo 2011-2015, se puede producir un punto de quiebre para el país o por lo contrario se consolidara el Socialismo del Siglo XXI, frase acuñada por el oficialismo, que nadie hasta hace dos o tres años sabía que significaba, pero que lo hemos descubierto poco a poco, con las actuaciones del gobierno.

Esta semana vimos dos buenos ejemplos de la consolidación a golpe y porrazo del socialismo a la venezolana. El primer caso lo presenciamos el Lunes 12 de Abril, al juramentar a la “Guerrilla Comunicacional” conformada en su primera etapa por 75 niños y jóvenes adolescentes, hecho que ha recibido toda la atención mediática y el repudio de muchos sectores de la vida nacional y declaraciones de muchas voces en el medio internacional. Sin quitarle importancia al asunto, pues nos unimos a las miles de voces que consideran la utilización de niños y jóvenes para fines proselitista y para la defensa a ultranza de un régimen, en un acto de ruindad sin precedentes, lo consideramos como parte del anecdotario y del imaginario de la “Revolución Bolivariana” que se caerá por su propio peso.

Pero el que consideramos realmente peligroso, es el del martes 13 de abril, al juramentar a 30,000 milicianos armados con fusiles Kalashnikov algunos y otros con los viejos FALN del ejército venezolano, en la Avd. Bolívar, en la ciudad de Caracas. No porque pensamos que ese ejército de irregulares armados será el que le haga frente a una fuerza invasora, no esa no es la razón, ellos no podrían enfrentarse a una fuerza invasora profesional y bien armada. Esa milicia tiene el propósito de amedrentar, de aterrorizar, el mensaje fue dirigido a los enemigos internos de la revolución bolivariana, Hugo lo expreso en su discurso al decir: “Si algo me pasara a mí, ustedes saben qué hacer, barran a la burguesía del país”. La burguesía, los enemigos de la patria, la oligarquía, los traidores somos todos los que nos oponemos al régimen de Hugo Chávez Frías, por acción y por omisión.

Ese es Hugo Rafael, el que busca la pelea, el que confronta permanentemente, el que intenta dividir al país en dos toletes, el suyo muy grande y el nuestro muy pequeño, que nos permite, por ahora, sobrevivir por que le hacemos falta, el enemigo interno es necesario para cohesionar a sus seguidores fanatizados y mantener bajo su control a la clase gobernante boliburguesa.

Cual debe ser la respuesta de las fuerzas democráticas, solo una es posible, debemos transitar el camino de la inclusión y la unidad, de la participación ciudadana, del debate de las ideas, de la defensa de la Constitución, de la rebeldía expresada en acciones cívicas de calle, de ocupar los espacios que nos permitan ocupar y utilizarlos como tribuna de denuncia permanente.

Ese debe ser el camino de las organizaciones políticas, de las ONGs, de los Consejos Comunales Democráticos, de las Asambleas de Ciudadanos, de las organizaciones civiles, y por supuesto de todo ciudadano libre y consciente de este país. Es el tiempo de arrodillarse o por el contrario de luchar, es la decisión de cada quien.

Editorial del Equipo Productor

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