Editorial analítica.com, 18/03/2013
Esta no es la hora del reposo, de la indiferencia, de la apatía, es el
momento de la lucha por reconquistar los valores fundamentales de la
democracia, que no son otros que la justicia, la libertad, la tolerancia y la
fraternidad de todos los venezolanos
No hemos utilizado
este título para referirnos a la campaña del Libertador sino a la de Capriles,
que en menos de treinta días deberá enfrentar a todos los poderes del Estado,
así como a la mayor manipulación emocional que se ha hecho y se seguirá haciendo
con la muerte del Presidente Chávez.
Con la mayoría de
las gobernaciones en manos de miembros del gobierno es de suponer que los
obstáculos que pusieron en el Táchira serán los que intentarán poner en
cualquier lugar en el que Capriles vaya a decirle al pueblo la verdad sobre la
situación actual del país, así como a desenmascarar las mentiras
consuetudinarias del candidato Maduro.
Capriles sabe a
qué se enfrenta y en una entrevista en El Nacional de
ayer dijo “Entendamos que el CNE no nos va a dar condiciones electorales, que
el TSJ no nos va a dar la razón. ¿Frente a eso qué hacemos? ¿Luchamos o nos
paralizamos? Yo creo que hay que luchar. Luchando es que se puede ganar el juego”
Esto es una verdad
grande como un templo, pero si todos los que creemos que el país
debe mejorar no luchamos junto a él, su esfuerzo resultará vano.
Esta no es la hora
del reposo, de la indiferencia, de la apatía, es el momento de la lucha por reconquistar
los valores fundamentales de la democracia, que no son otros que la justicia,
la libertad, la tolerancia y la fraternidad de todos los venezolanos.
A pesar de todas
las condiciones adversas y aún cuando la lucha sea cuesta arriba tengamos la
satisfacción y la esperanza de hacer todo lo que esté en nuestras manos para
construir un mejor futuro para Venezuela. La fe mueve montaña, pongamos todo
nuestro empeño para que así sea.
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