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miércoles, 24 de julio de 2013

SICAD


The Wolf: “Well, let’s not start sucking each other’s dicks quite yet”
Quentin Tarantino … Pulp Fiction 1994

Por José Ramón Acosta, 23/07/2013

Primero fue la noticia de la reactivación del SICAD, luego, la noticia de que todos los trámites de CADIVI se realizarán vía Internet, en fin el gobierno está flexibilizando el control de cambio. Esto es evidencia irrefutable de que el control falló en el logro de sus objetivos, pero la población en vez solicitar la eliminación de una vez por todas del control de cambio, la respuesta de los venezolanos es de alegría, que digo alegría, es de Euforia. ¿Cómo es posible que el gobierno todavía no ha soltado un sólo dólar y la alegría se siente en el ambiente? Por eso es que gobierna quien gobierna. Porqué los venezolanos nos contentamos con migajas de lo que debería ser nuestro, en decir no tenemos claro cuáles son nuestros derechos.

Los venezolanos tenemos derecho a libertades económicas y a preservar el valor de nuestros activos (para no decir preservar el valor de nuestra riqueza, porque parece que la palabra riqueza es una grosería) los venezolanos tenemos el derecho a reglas claras y esto sólo se logra con una moneda dura.

Ahora bien nadie reclama la eliminación del control de cambio, nos conformamos con que nos den algunos dólares si queremos viajar y con que el trámite, en extremo engorroso, sea ahora más sencillo.
Yo les digo cual es el trámite que yo quiero: yo quiero poder ir a un banco y cambiar todos lo bolívares que yo quiera por la moneda de mi preferencia. Ese es el CADIVI que yo quiero, cualquier otra cosa no me alegra, sino que me entristece.

El problema es tan grave que la gente no tiene claro el objetivo, en esto, hemos fracasado los economistas. Los venezolanos desean cómo objetivo de política monetaria la llamada “estabilidad el tipo de cambio” cuando ese objetivo es absurdo, este no puede ser un objetivo porque la estabilidad el tipo de cambio no es una causa, es una consecuencia. Esto es como decir yo quiero que el paciente siempre tenga temperatura de 37 grados, ¡claro!, pero ¿si el paciente se enferma?, el problema no es la variación de la temperatura, sino la enfermedad que produjo esta variación de temperatura. ¿Tú sabes cuando la temperatura del paciente es estable? ¡Cuando esta muerto! De modo que la estabilidad del tipo de cambio no debería ser un objetivo de política monetaria, o al menos no debería ser un objetivo primario. Pero esto tampoco lo dice ningún economista.

El objetivo debe ser la libertad económica, el respeto por la propiedad privada de los individuos. Una vez alcanzado esto, les garantizo que el tipo de cambio será estable. Y si no lo es, eso no será importante, Ud. podría defender su riqueza (del tamaño que sea) en la moneda de su preferencia.


Ahora bien, vamos a explicar qué es el control de cambio. Para ver si esta vez se entiende lo voy a explicar con una parábola.

He invitado a unos amigos a mi casa a jugar dominó. Al llegar les cambio, los bolívares que tienen por billetes de monopolio. Los billetes de monopolio les permiten jugar dominó, adquirir algunas de las bebidas que se ofrecen mientas dura el juego y también adquirir tequeños, que mi esposa está friendo. La fiesta esta tan buena que dura más de lo esperado, En algún momento se acaba la comida, digamos el aceite para freír los tequeños, Uds. me dicen: “toma los billetes de monopolio (que han ganado jugando dominó) y danos bolívares, que vamos a salir a comprar aceite, harina de maíz pre cocida y papel de baño” (que también se acabó), yo les digo, no vale. Tienen que esperarse que mi hijo (ministro de importación) salga y compre lo que Uds. necesitan. Ustedes y más importante, su capital, están encerados en mi apartamento. Si pueden salir de vez en cuando, llenando unas carpetas complicadísimas, les cambio algo de sus billetes de monopolio por dinero valido fuera de mi apartamento. Es decir dinero de verdad. Bueno, Venezuela con control de cambio, es cómo si mi apartamento midiera 916.445 km².

Bueno ese es el control de cambio. Una situación en la que el gobierno nos da unos billetes que sólo pueden ser usados en Venezuela. El bolívar ha perdido la convertibilidad, Ud. no puede cambiar un bolívar por divisas. Los bolívares sólo le sirven mientras Ud. esté dentro de la Republica Bolivariana de Venezuela. Así cómo los billeticos de monopolio sólo le sirven dentro de mi apartamento. Yo no les digo que vayan y reclamen sus derechos económicos cómo el derecho a la libre convertibilidad de la moneda pero por lo menos “let’s not start sucking each other’s dicks quite yet”.

En twitter: @joseramonacosta

Tomado de:
http://hechosyopiniones.com/2013/07/23/sicad/

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