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martes, 22 de diciembre de 2015

Argentina y Venezuela chocan por los derechos humanos, por @ale_rebossio/ @helomendonca



ALEJANDRO REBOSSIO / HELOÍSA MENDONÇA 21 de diciembre de 2015

Pocas veces en 24 años de existencia de Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela) una cumbre había sido tan tensa como la de este lunes en Asunción. El nuevo presidente de Argentina, Mauricio Macri, aprovechó su debut en estas reuniones, que se celebran cada seis meses, para reclamar la “libertad de los presos políticos” de Venezuela. Su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, faltó a la cita por supuestos compromisos en su país, pero su ministra de Relaciones Exteriores, Delcy Rodríguez, asistió y respondió a Macri acusándolo de “injerencia” en asuntos internos de su país. Hasta la llegada del liberal Macri al poder, reinaba en Mercosur cierta homogeneidad política, pero eso se ha acabado.


Con Macri, en cambio, los conflictos comerciales internos podrían atemperarse. Por un lado, promete acotar a partir del 1 de enero las barreras proteccionistas que tenía Argentina bajo el Gobierno de su antecesora, Cristina Fernández de Kirchner, contra todo tipo de importaciones, inclusive las que provenían de dentro de la unión aduanera de Mercosur. Por el otro, el nuevo jefe de Estado aboga por un tratado de libre comercio del bloque con la Unión Europea, al que Kirchner se resistía. Habrá que ver en qué medida se concretan esas promesas. Pero en el ámbito político se quebró el predominio de la variopinta izquierda que representan Maduro y sus homólogos de Brasil, Dilma Rousseff, de Uruguay, Tabaré Vázquez, y de Bolivia (país en proceso de adhesión), Evo Morales. Ahora el presidente de Paraguay, Horacio Cartes, ha encontrado un aliado en Macri para arremeter contra Venezuela.

El jefe de Estado argentino pidió a Venezuela "la pronta liberación de los presos políticos". "No puede haber lugar a la persecución ideológica y la privación ilegítima por pensar distinto", inquirió Macri. El Gobierno de Maduro sostiene que los casos de Leopoldo López, Antonio Ledezma y otros 70 no son de "presos políticos" sino "políticos presos”. El presidente argentino destacó que el Gobierno de Maduro reconociera la victoria opositora en las últimas elecciones legislativas de Venezuela, pero le pidió que "consolide la cultura democrática".

La ministra de Exteriores venezolana le contestó a Macri. "Usted está haciendo injerencismo. Usted está defendiendo a esta persona (López), este tipo de manifestaciones, esta violencia política, bazucas fueron usadas en estas manifestaciones, según esta foto de la agencia AFP", exhibió Rodríguez una imagen de las protestas por las que fue condenado López. La ministra ya estaba preparada para la crítica de Macri y por eso había juntado varias fotos de aquellas manifestaciones para exhibirlas en su discurso. "Fueron las protestas pacíficas de 2014, incendiaron el Ministerio Público, los servicios públicos esenciales, tuvimos que evacuar una institución educativa para niños de tres a cinco años, incendiaron camiones de basura, de comida, 19 universidades fueron incendiadas. Ante esta situación actuó el Poder Judicial. Si vamos a hablar de derechos humanos, tenemos que hacerlo sin doble estándar y sin doble moral", continuó la ministra.

"Entiendo que el presidente Macri esté a favor de liberar a estos violentos", dijo la ministra Rodríguez. Lo acusó de liberar en el inicio de su gobierno a los criminales de la última dictadura militar (1976-1983), algo que no ha ocurrido. Después manifestó su "sorpresa" poque la justicia imputó la semana pasada a la líder de las Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, "por llamar a manifestarse pacíficamente en contra de su gobierno". Es verdad que un fiscal ha acusado a Bonafini por "incitación a la violencia". La madre de Plaza de Mayo en realidad dijo: "Ahora que volvió el enemigo (al poder) hacemos una marcha para que cuando venga a la Casa de Gobierno, nos encuentre al pueblo repudiando su presencia".

La Argentina de Macri y el Paraguay de Cartes querían instar a los países de Mercosur a firmar el Protocolo de Asunción por el que los integrantes del bloque se comprometieron en 2005 a la protección de los derechos humanos. De los cinco miembros de Mercosur, solo Venezuela no lo ha rubricado aún porque se incorporó al bloque en 2012. Brasil había puesto reparos en un principio, pero finalmente aceptó la mención del tratado en la declaración final. Así fue que Rousseff, Macri, Cartes, Vázquez y hasta el propio Maduro, representado por su ministra, “alentaron a los Estados que aún” no han firmado ese protocolo de protección de los derechos humanos, es decir, a Venezuela, “a adherirse a la brevedad posible”, según el documento final de la cumbre.

Los cinco países miembros de Mercosur, incluida Venezuela, también se comprometieron en un documento aparte a la creación de una comisión de seguimiento de los derechos humanos, según anunció la ministra de Relaciones Exteriores de Argentina, Susana Malcorra. Su homóloga venezolana abogó por que también se consideraran los derechos a la educación, la salud, la vivienda, la alimentación y la libertad de expresión “de los pueblos, no de las corporaraciones”.

Venezuela y Uruguay aprovecharon la cumbre para apoyar a la mandataria brasileña, que enfrenta una petición de juicio político. La ministra Rodríguez repudió “todo el acoso” contra Rousseff. “Estamos con vos”, le dijo Vázquez a su homóloga brasileña, que se marchó apresurada a Brasilia para tomarle juramento a su nuevo ministro de Hacienda en medio de la crisis económica.

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