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lunes, 28 de mayo de 2018

Cada vez que el gobierno se debilita la oposición se fractura insólito no Por @polis360



Por Piero Trepiccione


Parece un contrasentido, pero no lo es. En Venezuela lo hemos evidenciado en los últimos tiempos en diversas oportunidades. Son los mismos errores cometidos con una recurrencia bestial, tal como lo señalaba aquel serial de televisión española de los setenta con aquella frase lapidaria: “el hombre, es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra”. Y valga que nuestros líderes de la plataforma opositora no se cansan de “tropezar” con la misma piedra sin que por ello, medie un escarmiento para cambiar conductas y estrategias.

Ahora el tema central de debate en la agenda opositora (que cada vez la aleja más del sentir real de la gente) es si votaste o no. Unos disparan contra los que participaron y luego denunciaron fraude. Es increíble las cosas que se ven a diario en redes sociales profiriendo insultos. Y, por otro lado, están quienes votaron y aseguran que la culpa es de los abstencionistas. Los epítetos más reduccionistas y agresivos van dirigidos a ese importante número de venezolanos que decidió no participar en la jornada del 20 de mayo. Y sobre esto, tristemente, se ha centrado el debate de los últimos días. Inclusive, el volumen de ruido es tal, que ya ni siquiera figura la debilidad en la cual ha quedado el gobierno de Maduro luego de recibir menos de un tercio de apoyo total del país.

Pero, es una ecuación simple y, a la vez, inexplicable. Cuando el gobierno se debilita frente a la comunidad internacional y a la opinión pública venezolana, la oposición estalla en mil pedazos. Ya lo vivimos en 2015 con la más estruendosa derrota electoral sufrida por el gobierno. Cada sector de la oposición se imaginó que el mandado estaba hecho y se engolosinó con su propia hoja de ruta particular ignorando la necesidad de colectivizar la estrategia política. Las consecuencias las hemos visto en vivo y directo. Una Asamblea Nacional “ninguneada” y humillada por los Poderes Ejecutivo y Judicial y una oposición absolutamente desarticulada y desconectada del setenta y cinco por ciento de la población descontenta con el gobierno nacional.

Hoy la historia se repite tanto que me hace recordar una frase estelar de la política italiana contemporánea pronunciada por el ex premier Romano Prodi en 2006 dirigida a sus ministros recién configurado el gabinete “meno parole piú fatti”. Los ministros recién nombrados a través de una nueva coalición de gobierno se desbocaron en declaraciones a los medios de comunicación “luciéndose” y mostrando incontinencia verbal a raudales. Por eso un Prodi enfurecido les dijo: “menos palabras, más hechos”. Fue tanta la verborrea desplegada por los ministros que ese gobierno duró poco por la insatisfacción generalizada que generó en la sociedad italiana de entonces.


Hoy vemos un gobierno más débil y acorralado que nunca y lamentablemente, a unos líderes discutir sobre temas que a nadie interesan. Creo que una semana de silencio y reflexión, alejados de cámaras y micrófonos les hace mucha falta a nuestros líderes para que mediten, analicen, estudien un horizonte común y se reconecten con el sentimiento generalizado de la población. El momento-cumbre del país se lo está pidiendo a gritos…

26-05-18




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