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martes, 29 de mayo de 2018

¿Qué viene para Venezuela?, por @leandrotango




Leandro Rodríguez Linárez 28 de mayo de 2018

Muchos se preguntan, esperanzada o desesperanzadamente, ¿Qué viene? y no hay nada más predictivo que nuestro futuro inmediato, pues tenemos 18 años en lo mismo: el país continuará, cada vez más aceleradamente, por su senda de autodestrucción. No se trata de ser alarmistas, más bien ¡Realistas!

Debemos pasar la página de las “presidenciales” era público, notorio y preanunciado su resultado, el país vuelve a la normalidad, a la caotización del caos, el gobierno buscará en qué nuevo show despistar la atención de los venezolanos. Vale recalcar, en la alocución frente a la ANC con motivo de la proclamación de su nuevo periodo presidencial, Maduro reconoció culpas, mismas que durante sus funestos 5 años los venezolanos desinfectados de fanatismos le hemos reclamado, por supuesto, al final de sus confesiones siempre edulcoraba su mea culpa atribuyendo a la “guerra económica” parte de sus indesviables responsabilidades.

Lo que viene para Venezuela no son buenas noticias, la extrema petroleó dependencia que enraizó Chávez es el génesis de la catástrofe presente y futura, pues esa trágica condición se complicó con Maduro y la destrucción de Pdvsa, es tan grave esa situación que sí el barril de petróleo llegase nuevamente a superar la barrera de los 100$ en nada cambiaría nuestros padecimientos frente al elefantiásico tamaño del Estado legado por Chávez y empeorado por Maduro y su populismo salvaje.

Estamos pagando las consecuencias de la toxicidad ideológica, de haber sido extremadamente crédulos, ingenuos y fatalmente permisivos con nuestros gobernantes. En estos 18 años se privilegiaron trabajadores, empresarios y gobiernos extranjeros a fin de buscar incondicionales apoyos foráneos en nefasto detrimento de trabajadores y productores venezolanos. Chávez, así lo confesó hace más de 10 años, aseguró el precio del barril jamás iba caer, que llegaría a 500$ o más, por lo que hilvanó un sistema económico que dependiera exclusivamente del gobierno y sus petrodólares, un centralismo ultroso que le permitiera el control absolutista, no solo económico sino político, como también lo confesara en su momento el alicaído Aristóbulo Isturiz. Evidentemente, esa arcaica concepción hoy nos deja sus terribles secuelas.

Frente a las sanciones internacionales, ante lo que califican un gobierno ilegal e ilegitimo, en el país la situación se agravará, dejando a los venezolanos que no recibimos remesas en una condición trágica, la destrucción de Venezuela durante estos 18 años comienza mostrar su cara más dura. Perdónennos toda esta franqueza, pero en nuestra opinión debemos estar claros.

Solo hay una vía para que Venezuela pueda alzar vuelo, la unión entre los venezolanos, la presión social sobrepuesta a la mediocre y destructiva parcela partidista, debemos imponer lo que es realmente importante para nuestras familias, no continuar aceptando excusas a los fracasos de nuestros políticos, ello solo nos conlleva a este más de lo mismo empeorado. En segundo lugar, la comunidad internacional, su peso diplomático es fundamental ante un régimen que poco o nada le interesa las opiniones y sentires de los venezolanos… Para finalizar, acuérdese que los caos son los que generan los grandes cambios.


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