La Espada de Damocles

Ayer de nuevo, por tercera vez, esta vez siguiendo órdenes aparentemente de la Asamblea Nacional, Conatel le abre otro procedimiento administrativo a Globovisión basado en el artículo 29 de la “Ley de Responsabilidad Social”, donde se establecen sanciones que van desde el cierre temporal por 72 horas del canal, hasta la revocación definitiva de la concesión para transmitir en señal abierta.

Esta es la más ridícula de las intervenciones de gobierno alguno en un intento de limitar la libertad de expresión. Una televisora informa de un temblor, incluyendo algunos datos técnicos obtenidos de un sitio web de libre acceso, extranjero, y llama a la calma a la ciudadanía, para finalmente quejarse de que las instancias gubernamentales designadas para dar información sobre este tipo de eventos no responden con la celeridad esperada. Por lo tanto, se le denuncia y se le "abre un procedimiento administrativo".

La única explicación que nos parece racional al respecto de estos procedimientos administrativos es que el Gobierno pretende abrir un grueso expediente de irregularidades administrativas para que cuando ellos lo consideren pertinente dejarle caer la espada de Damocles al canal y proceder a su cierre definitivo, al menos en señal abierta.

Ya veremos al Comandante en el Alo Presidente N° 666 (por decir algún número), alegar que el cierre de Globovisión es absolutamente justificado por cuanto se le levantaron varios expedientes y le dieron muchas oportunidades de rectificar, cosa que no hicieron.

Claro que no estamos sugiriendo que Globovisión se dedique a actividades subversivas tales como: indicar que hubo aumento de precios de los alimentos durante el primer trimestre del año, contrariando la opinión popularizada por el gobierno, o reconozca y publicite que PDVSA no le paga a sus contratistas, los cuales no tienen ni con qué pagar la nómina, o indique en alguna parte que el creciente desempleo en Venezuela no se debe a la crisis financiera internacional, sino a una recesión de factura casera, provocada por las políticas anti-empresa y pro-importaciones y guisos del gobierno, o que desde 1936, cuando la primera huelga petrolera contra las empresas trasnacionales del imperio, nunca a los trabajadores petroleros los habían tratado tan mal el patrono como los trata el patrono chavista, que ni discute contrato, ni paga deudas, y encima de eso causa despidos por doquier.

Este es otro globo de ensayo del Gobierno, para medir la reacción de la ciudadanía, escasa por cierto, otro ejemplo más de la necesidad de unirnos, organizarnos y empezar a hacer sentir nuestra voz de disidencia frente al régimen.