Como se decía en los tiempos de antaño, esa es la pregunta de la 64.000 lochas. Donde estará esa figura mesiánica que nos sacará de este embrollo, como se llama, alguien lo ha visto. Durante 10 años los venezolanos estamos en la búsqueda del salvador de la patria, nuestro nuevo libertador, pero se nos sigue escapando de las manos, será que no estamos buscando en los sitios correctos.
Mientras no lo encontramos se desangra nuestro país, que sensación de impotencia tan grande. Donde encontraremos alguien con el amor de Jesús de Nazaret, el patriotismo de Bolívar, la inteligencia de Albert Einstein y la chispa del Conde del Guácharo.
Pero en un momento cósmico trascendental, metido en un taller de democracia social, me fue revelada su identidad. Al avanzar el expositor en su ponencia, apunta a la siguiente línea, que dice: “el gran líder de cualquier organización política es su ideología”………, ¡BINGO! Como algo tan simple no ha sido tratado con mayor énfasis por partidos políticos, Ong´s, organizaciones civiles, movimientos populares, al menos no hablan de esto, tal vez por ocultar información, por no considerarlo necesario, realmente no lo se.
Una de mis grandes críticas a todo el sector opositor, alternativo, democrático, es que no tenemos ideales claros, no hemos sido capaces de construir una plataforma ideológica y programática, estamos construidos sobre coyunturas políticas y pareciera que somos incapaces de ver más allá ó lo predicamos pero no lo cumplimos.
Es evidente que hay que salirle al paso a este furioso ataque contra el sistema democrático, pero hasta que no nos dediquemos a construir un sistema político sólidamente cimentado sobre ideales y principios democráticos, básicamente seguiremos defendiéndonos hasta quien sabe cuando.
“Los hombres pasan, las ideas quedan y se transforman en antorchas que mantienen viva a la política democrática”. Cita de: Raul Alfonsin, Octubre de 2008
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