La lucha contra las injusticias

Editorial de okvenezuela.org

La lucha del ser humano contra las injusticias ponen de bulto situaciones que la luz de la historia nos parece, hoy, graciosas. Es el caso reseñado en la nota Dos años de presidio por bailar joropo y dos meses por verlo.

Narra el escrito las peripecias que pasaron los joroperos del siglo XVIII ante la decisión de la autoridad local de prohibir los bailes de joropo, so pena de cárcel.
Dos años de presidio por bailar joropo

El escrito llama la atención por la connotación ideológica que conlleva el hecho reseñado. Y no es privativa de esa época la conducta totalitaria. A través del tiempo la observamos y aún hoy, con asombro en pleno siglo XXI, cómo se intenta manipular la cultura con fines inconfesables, pero abiertamente autoritarios.

Esa desviación se ve en muchos países del orbe y en todos ellos hay manifestaciones de rechazo a la práctica fascista. En algunos se articulan impedimentos sofisticados. En otros son más brutales. En todos se lucha por evitar cercenar la libertad de crear y manifestar la forja del espíritu.

Vivimos una época peligrosa. El autoritarismo no lo ejercen solamente algunos gobiernos. Sectores privados, económicamente fuertes, escudados en esas palabras que sirven para mucho y que es la “sociedad civil”, ejercen presión para que la población se conduzca según su parecer.

Todas esas amenazas debemos enfrentarlas. Más allá del cogollo de los partidos políticos, existen militantes sociales que luchan por un país mejor. Más allá de funcionarios envilecidos por el poder, existe un conjunto de hombres y mujeres que sueñan con una mejor nación. Todo aquel que padece las circunstancias de una acción consuetudinaria perversa, es un activista para la lucha por la igualdad y la justicia social.

Aquellos joroperos que fueron a Madrid a demostrar que su cultura no era satánica, son un vivo ejemplo de que los pueblos saben defender sus tradiciones y el ser nacional.

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