Organizarnos o arrodillarnos!!

Editorial del Equipo Productor

El reto que tenemos por delante los ciudadanos que creemos firmemente en la democracia es formidable, el gobierno rojo está imponiendo un proyecto totalitario, militarista y autoritario, encubriéndolo bajo la fachada del socialismo del Siglo XXI.

Si quedan ciudadanos que todavía piensan que este es un gobierno democrático, que no se va a atrever a infringir la ley y el estado de derecho, es porque son francamente ingenuos, ó porque todavía albergan la esperanza que llegado el momento (sin saber cuál es ese momento) y contando con que somos mayoría los que nos oponemos al régimen, saldrán del poder de manera democrática y pacífica.

Ahora podemos decir con absoluta convicción que Hugo Rafael y su combo, llegaron para quedarse, los síntomas, las actuaciones, la política con que enfrentan cualquier situación que los perjudica, los claros signos de imponer a ultranza, a sangre y fuego si es necesario su proyecto, nos resultan demasiado claros… sin embargo hay esperanzas.

La esperanza es la lucha democrática, la esperanza es que los ciudadanos reaccionemos y enfrentemos el inmenso poder del Estado, ahora concentrado en las manos del presidente y sus acólitos, la pregunta lógica es: ¿lo podemos hacer?, ¿podemos realmente enfrentar al gobierno?, ¿podemos frenar las pretensiones autoritarias de Hugo Rafael?, la respuesta no es para nada fácil.

Muchos grupos ciudadanos trabajan en sus comunidades, algunos en Partidos Políticos, otros en ONGs, unos pocos en organizaciones civiles tales como Consejos Comunales, Asociaciones de Vecinos, por allí aparecen otros grupos cobijados bajo las Asambleas de Ciudadanos, y muchos, muchísimos, la mayoría de ciudadanos del país descontentos con la manera en que el gobierno actúa, se esconden en sus casas, ocupados en sus quehaceres cotidianos no se atreven a dar el salto del descontento a la participación activa.

Nos hemos encontrado mucha gente con ideas y objetivos comunes, infatigables luchadores sociales, que le dedican muchas horas al trabajo social y comunitario, con un alto nivel de conciencia de lo que realmente pasa en el país, que están claros y no están dispuestos a colgar la toalla, cerrar la puerta y botar la llave, pero cuando les hablamos de organización, de unidad, de trabajo en conjunto, te miran con recelo, consideran que le estas tendiendo una trampa, que a lo mejor le vas a quitar el pequeñito espacio que han conquistado a fuerza de duro trabajo y sacrificio, que eres alguna especie de scout de partidos políticos ó de algún grupito de radicales, que le vas a arrebatar su liderazgo, y después de los primeros contactos, la cosa queda allí y cada quien se refugia en su pequeño coto, en su territorio inexpugnable, pero con poca capacidad de convocatoria y mucho menos de incidir ni siquiera en lo local.

A todos esos luchadores democráticos les decimos que con la Constitución en la mano, defendiéndola a ultranza, transitando el camino electoral (mientras lo permitan), es el momento de acercar posiciones, de sumar en lo que coincidimos y de dejar de lado lo que nos distancia, es hora de ceder por un lado y de exigir por el otro, de tal manera de consolidar grupos de acción política pero desde abajo, lo contrario significará arrodillarnos a los deseos del “Comandante” ó peor aún que nos derroten uno a uno por separado, por falta de unidad, de cohesión de objetivos y capacidad de lucha organizada.

Somos firmes creyentes que los partidos políticos son la base fundamental para el funcionamiento de un sistema democrático, pero no es el único mecanismo de participación, estamos dispuestos a trabajar en conjunto con ellos, con la ventaja para los partidos que no tenemos aspiraciones de ser gobierno en el futuro, ni de optar a ningún cargo de elección popular, eso se lo dejamos a ellos, pero si exigiremos nuestro valido derecho a criticarlos, a ser contralores ciudadanos de su gestión, convirtiéndonos en el contrapeso necesario y saludable para que no se desvíen de los compromisos que asumieron con los grupos civiles organizados que los apoyaron.

Muchas veces se ha dicho, y puede sonar muy trillado, pero como firmemente lo creemos lo repetimos: “En esta hora oscura y menguada de la República, se necesita que todas las fuerzas democráticas se unan y realicen el mayor y mejor esfuerzo para salvar la democracia, la patria lo exige”.

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