Por Guillermo Ramos Flamerich
Durante mi infancia, recuerdo que Venezolana de Televisión (VTV) era un canal medianamente abierto a temas de cultura, espectáculos y de interés general. Nuestra mañana, el magazine de la televisión, Los astros y tú con Carlos Fraga, Al mediodía con Simón Díaz, o la simpática comiquita del simio Donkey Kong, entretenían mis días. Por cierto, era uno de los canales que más veía. Con el ascenso del actual gobierno, muchos de estos programas continuaron los primeros años. Algo fue cambiando, la revolución poco a poco daba un giro opuesto, a un canal que tenía mediana sintonía.
Recuerdo la aparición de De frente con el presidente y los primeros Aló Presidente, que interrumpían el 5 y 6 de Alí Khan. A raíz de los hechos de abril de 2002, y con la posterior aparición de un ministro de apellido Izarra, especie de Goebbels criollo, con su: «Ideología, ideología, ideología», el canal de todos los venezolanos, además de modernizarse y llegar con más fuerza a todas las regiones del país, se parcializó totalmente con la ideología oficial, por lo que dejó de ser un medio para el servicio público y se convirtió en la punta de lanza de una guerra comunicacional.
La justificación oficial es el cerco mediático de los medios privados. Comprendo que los medios de comunicación no deberían parcializarse con determinado sector, ni convertirse en protagonistas de la política nacional, pero VTV no es cualquier canal financiado por un grupo de inversionistas, también me pertenece, lo financio con mis impuestos.
Ahora, cuando de vez en vez veo su programación, es indignante cómo este canal no puede ser una opción para quien piensa diferente al Gobierno. Quienes se oponen al Gobierno aparecen, pero para burlarse de ellos a través de caricaturas, montajes y ridiculizaciones. Tanto en las tardes como en las noches, dos personajes que parecieran haber salido de la caja de Pandora insultan y agreden a todo el que diga lo contrario a la palabra oficial.
El pasado 12 de julio de 2010, el Comité por una Radio y Televisión de Servicio Público denunció al presidente de la República ante la Defensoría del Pueblo por abuso de poder en el sesgo informativo del sistema nacional de medios públicos. Tanto VTV como los medios que financian nuestros impuestos no son opción ni de variedad ni de debate. Sirven de propaganda y justificación del Gobierno
Publicado por:
Planta Baja UCAB
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