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miércoles, 8 de agosto de 2012

Con ventaja amplia


MARISELA CASTILLO APITZ 08/08/2012

Aunque Capriles luce confiado en el triunfo acoseja evitar el triunfalismo. El candidato presidencial considera que Venezuela regala casi 7 mil millones de dólares a otros países en venta de crudo. De ganar las elecciones, advierte que Cuba tendrá que comprar el petróleo y Barrio Adentro seguirá funcionando

Cuando faltan 60 días para las elecciones presidenciales, Henrique Capriles luce tranquilo. Esta vez, vestido con una camisa roja y sin la gorra tricolor que tradicionalmente usa, ofreció un balance de la campaña. Para el candidato los resultados del 7 de octubre "no serán cerrados", pero pidió a que la gente no se confíe.

Desde que empezó formalmente la campaña, el primero de julio, ha visitado 21 estados, 128 pueblos y 106 parroquias. El día de hoy visitará Mérida. Su meta es recorrer 200 pueblos en lo que queda de contienda electoral. Capriles no perdió la oportunidad para recordarle a los empleados públicos que "el voto es secreto".

SE CERRARÁ EL GRIFO
El candidato presidencial lamentó que Venezuela regale siete mil millones de dólares a otros países por envío de petróleo. "Llegó la hora de no mentirle más a los venezolanos. Este Gobierno quiere salvar al mundo, pero a nosotros nos interesa resolver los problemas de los venezolanos. Este Gobierno regala a Cuba, Bielorrusia, Argentina y Nicaragua nuestro petróleo y miente diciendo que si no lo hace más, se acabarán las misiones, por eso propusimos darle a las misiones rango de ley, para que nadie pueda chantajear a nuestro pueblo", indicó.

Uno de los aspectos más importantes para Capriles de llegar a Miraflores es aumentar la producción de crudo y dejar de regalar petróleo a otros países, según lo afirmó ayer en su rueda de prensa. Prometió que esta situación no afectará las relaciones con Cuba ni la Misión Barrio Adentro. "A Cuba le vamos a seguir vendiendo nuestro petróleo, no a regalar", explicó.

Para el abanderado el escenario es simple: "No vamos a regalar una gota de petróleo mientras haya un venezolano que necesite nuestra ayuda". Esta es una de sus promesas presidenciales.

En relación a Barrio Adentro informó que cada médico le cuesta a Venezuela 112 mil dólares al año, es decir, 40 millones de bolívares de los viejos al mes. "¿Quién gana 40 mil bolívares fuertes al mes en este país?", se preguntó. Esta situación, explicó, se da mientras un médico venezolano gana "apenas 7 mil 100 bolívares al mes".

El candidato explicó que el gobierno suscribió convenios internacionales que suman hasta 73% en la venta de crudo, lo cual se traduce en 6.679,5 millones de dólares que no recibe el país.

RECICLAR LAS PROMESAS
Toda esta regaladera de dinero se da en un contexto en que Venezuela, "después de 14 años de un mismo gobierno sólo tenemos ineficiencia y un Ejecutivo que recicla promesas y mira al pasado, mientras nuestro pueblo padece de un sistema de salud que no funciona, infraestructura vial en el suelo, escuelas deterioradas y un déficit habitacional que ronda los 2 millones de viviendas", agregó Capriles.

En cuanto a la producción del crudo lamentó la reducción en un 22%, porque "Venezuela hoy depende prácticamente del tema petrolero". A su juicio, entre mayor es la caída de producción petrolera, el país recibe menos ingresos.

Capriles tampoco justificó que Venezuela esté importando gas de Colombia, "si nos ubicamos en el puesto ocho del mundo en reservas de gas, cuando Colombia tiene el 3% de las reservas que nosotros tenemos".

XENOFOBIA ROJA ROJITA
 El candidato también aprovechó para exigir al presidente Chávez que respete a su familia, debido al calificativo de nazi que recibe desde el gobierno central.

Recordó que sus abuelos fueron sobrevivientes del nazismo. "Nunca me he metido con la familia del presidente Hugo Chávez ni lo voy a hacer porque yo creo que el país necesita un debate de altura. Ayer me trataron de vincular con grupos nazis por eso pido respeto, no a mi persona sino a mis bisabuelos", agregó.

Capriles evocó a sus bisabuelos que murieron bajo el nazismo y su abuela quien sufrió persecuciones. "Mi abuela fue una sobreviviente del holocausto, y por mucho que el Presidente tenga el poder que tenga, (...) no tiene derecho a ofender mis orígenes. Que me ofenda a mí lo que quiera pero él no tiene derecho a ofender a mi familia, yo nunca me he metido con su familia", reiteró.

Además, resaltó que es "cristiano católico y mariano, pero respeto profundamente a las personas de cualquier religión, yo sí creo que hay que respetar honestamente".


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