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martes, 7 de agosto de 2012

La generación de relevo y el proyecto indispensable

 Por Víctor Lorenzo Machado Bártoli

 El éxito permanente de una nación radica en la continua protección, educación y desarrollo de sus niños y adolescentes.

 De acuerdo a información reseñada recientemente en un diario, se calcula entre 4 y 5 millones los niños y los adolescentes que podrían estar fuera del sistema educativo. O sea, que está en desarrollo la generación de relevo de los buhoneros, motorizados, limpiadores de autos, vendedores y artistas de las calles y, por supuesto, delincuentes de todo tipo.

Este es un problema que los líderes públicos desde la década de los 50 hasta hoy no han podido solucionar. Se han aplicado soluciones puntuales, como construcción de escuelitas, fundación de algunas universidades, ampliación de las tradicionales, etc.

 Pero el problema es crónico. Sigue allí. No se soluciona. Siempre hemos estado rodeados de gente marginal producto de millones de niños y adolescentes que en su momento abandonaron la escuela.

Las generaciones de relevo para formar adultos paupérrimos es un “sistema” que existe para tal fin, aunque éste no haya sido el propósito de los líderes que nos han gobernado desde antaño. “El sistema se fue formando por sí mismo” por los errores de los gobiernos de turno, y por la ignorancia evidente de sus líderes de cómo reemplazarlo por un sistema de calidad.

 Hay que puntualizarlo: “los sistemas malos se van creando por sí mismos y pasan a ser parte de la vida cotidiana, transformándose en problemas crónicos”.

 Son tan agudos y críticos los problemas crónicos, como consecuencia de sistemas malos, que cada vez que un presidente se ha juramentado, ha pasado los subsiguientes 5 ó 6 años “apagando fuegos”, es decir, aplicando algunos “remedios” para tratar de solucionar los problemas crónicos que, al contrario, necesitan soluciones novedosas adoptadas en sistemas de calidad.

Para comenzar, es indispensable planificar y llevar adelante un proyecto que en poco tiempo evolucione a ser un SISTEMA DE CALIDAD que evite al máximo la pérdida de un niño o de un adolescente y, en consecuencia, la formación de un adulto paupérrimo.

 El diseño y la implantación de este nuevo sistema se iniciará cuando el Presidente y demás líderes de los poderes públicos se comprometan, mediante documento firmado y sellado, “a la trasformación de cada niño y de cada adolescente en adulto capacitado, formado, instruido, educado, adiestrado, etc., para enfrentar cualquier situación o etapa de su vida con actitud y aptitud de búsqueda de la excelencia”.

 En el diseño de este sistema no pueden intervenir líderes y especialistas cuyo trabajo sea “apagar fuegos” con soluciones temporales. Debe conformarse una organización nueva, independiente y liderada por un especialista en sistemas de calidad que se reporte al Presidente; especialista y gerente a la vez, también familiarizado con los problemas que sufre el país. Debe contar esta nueva organización con presupuesto y otros recursos para no solamente diseñar el nuevo sistema, sino para ayudar con su instalación y funcionamiento, hasta que se transforme en parte de la vida del ciudadano y de sus servidores públicos.

Profesionales de otras especialidades, como psicólogos, sociólogos, ingenieros de procesos, expertos en informática, etc., participarían en esta nueva organización para ayudar a enfrentar los problemas normales de una transformación: la resistencia al cambio, la falta de colaboración, la falta de conocimientos y habilidades, etc.

Una próxima generación podría estar conformada por mayoría de adultos disciplinados, eficientes, productivos, éticos y comprometidos con la excelencia, si el próximo Presidente por fin decide iniciar el proyecto de diseño e implantación del sistema de calidad que requieren todos los niños y los adolescentes del país, y si los subsiguientes mandatarios mantienen el proyecto hasta que sus leyes, reglamentos, normas, reglas, procedimientos y mandatos en general, se conviertan en parte rutinaria de la vida del venezolano.

 El no llevar adelante este proyecto, el “sistema malo” continuará formando mayoría de adultos mediocres, corruptos y paupérrimos.

Saludos, Víctor Lorenzo Machado Bártoli

Agosto de 2012.

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