Por Juan Marcos Colmenares, 20/08/2012
El Banco Central de Venezuela reportó que “el PIB subió 5,4% en el segundo trimestre del año; y que la economía ha crecido de manera sostenida, significativa y generalizada en forma consecutiva en los últimos años. Igual que la mayoría de los sectores de la economía, la actividad productiva petrolera tuvo un crecimiento durante el segundo trimestre del año, aunque con una leve desaceleración en contraste con el resultado del primer trimestre del año, cuando el PIB para el sector tuvo un crecimiento de 2,2%. No obstante, para el primer semestre de 2012 el PIB petrolero muestra un avance de 1,5% respecto al primer semestre de 2011”.
La cesta venezolana de crudo y productos derivados encadenó su cuarta semana consecutiva de alza en los precios tras aumentar 1,6% en el período entre el 13 y el 17 de agosto de 2012, dejando una cotización promedio de 102,19 dólares por barril.
El sector de la construcción creció 17,6% en el segundo trimestre del año, gracias al impulso de la inversión pública, porque la inyección de capital privado se redujo.
El ministro de Finanzas, Jorge Giordani, destacó que el "motor de la construcción" fue el que incidió en el resultado general de la economía, que en el trimestre repuntó 5,4%.
Sin embargo, ese motor avanzó por el gasto público, pues la construcción privada retrocedió 14%, acumulando ya 10 trimestres en picada.
Mientras millones de venezolanos batallan con una pobreza que parece ya infinita, algunos analistas debaten en la prensa si la economía cayó 0,1 % en el último trimestre, o si por el contrario creció 1 %; si la tasa de desempleo es de 14,8 % o de 9,1.
Cuando más profundos y estructurales se han hecho nuestros problemas, más coyuntural se ha vuelto el análisis económico. ¿Qué importa que la economía crezca éste o el próximo semestre, si las bases sobre las cuales lo hace son frágiles e insostenibles? o ¿No es mucho más soportable una recesión si ella sirve para enderezar el rumbo y construir un futuro estable?
Pero la realidad es otra. Este gobierno ha abierto las compuertas del gasto, impulsando el consumo y el despilfarro, apoyado en la renta petrolera y en un exagerado incremento de la deuda. Ha recurrido al incremento de las importaciones debido al control de precios, problemas para el acceso a las divisas, déficit de inversión privada y caída en la producción de empresas públicas.
Chávez ha destruido el aparato productivo, la estructura empresarial y de negocios del país, haciéndole perder a Venezuela competitividad frente a los demás países de la región. Pero además, ha engañado a los venezolanos con políticas populistas, de despilfarrar el petróleo y sin haber reinvertido las ganancias en educación de calidad para formar capital humano o en desarrollar un sector privado poderoso en manufactura, comercio, y competitividad.
En este régimen chavista las únicas industrias que han prosperado son el secuestro, el trafico de armas, el tráfico de drogas, la corrupción y la delincuencia.
Esperemos que estos 14 años de oportunidades perdidas y de millones de millones de dólares desperdiciados nos sirvan de dolorosa lección y hagan recapacitar a los venezolanos. Porque sí hay un camino…
*Abogado
jmcolmenares@gmail.com
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