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domingo, 21 de junio de 2015

Encíclica Laudato Si’ del Papa Francisco rompe los esquemas, por @angelambrogetti

Por Angela Ambrogetti 18 de junio de 2015

La primera carta encíclica escrita íntegramente por el Papa Francisco, Laudato Si’ sobre la creación, rompe los esquemas de este tipo de documento pastoral que hace parte del magisterio del Santo Padre.

Laudato si’ no es solamente un acto magisterial sobre la doctrina social, es el nacimiento de un nuevo género literario dentro de los documentos pontificios. Normalmente, durante la época moderna, los pontífices han añadido en las encíclicas temas doctrinales que marcaban el magisterio.

Pero Laudato Si’ no es un texto doctrinal, sino más bien una carta pastoral basada en el método clásico latinoamericano del ver, juzgar, y actuar. El texto se divide en seis capítulos, y en tres partes. Y el mismo Papa Francisco lo explica en los primeros párrafos, después de invitar a los lectores a admirar la maravilla de la creación como aquella que San Francisco consideraba el único camino hacia una ecología integrada.

“En primer lugar –escribe el Papa–, haré un breve recorrido por distintos aspectos de la actual crisis ecológica, con el fin de asumir los mejores frutos de la investigación científica actualmente disponible, dejarnos interpelar por ella en profundidad y dar una base concreta al itinerario ético y espiritual como se indica a continuación. A partir de esa mirada, retomaré algunas razones que se desprenden de la tradición judío-cristiana, a fin de procurar una mayor coherencia en nuestro compromiso con el ambiente”.

“Luego intentaré llegar a las raíces de la actual situación, de manera que no miremos sólo los síntomas sino también las causas más profundas. Así podremos proponer una ecología que, entre sus distintas dimensiones, incorpore el lugar peculiar del ser humano en este mundo y sus relaciones con la realidad que lo rodea”.

“A la luz de esa reflexión quisiera avanzar en algunas líneas amplias de diálogo y de acción que involucren tanto a cada uno de nosotros como a la política internacional. Finalmente, puesto que estoy convencido de que todo cambio necesita motivaciones y un camino educativo, propondré algunas líneas de maduración humana inspiradas en el tesoro de la experiencia espiritual cristiana”, añade.

No hay mejor síntesis. El objetivo del Papa es dar material a la gente que es consciente de la necesidad de la conversión interior, del cambio de vida de cada persona en el mundo.

De ahí que el Papa eligiera citar no solo a los Padres y las Escrituras, sino también a las conferencias episcopales y algunos pensadores modernos como Romano Guardini. Por eso el Papa hace espacio al pensamiento del Patriarca Bartolomé e incluso un maestro espiritual islámico.

Es el mismo método de la Evangelii Gaudium, pero es cierto que una exhortación apostólica tiene otro valor magisterial respecto a la encíclica. Precisamente en Evangelii Gaudium el Papa deja entender que a las conferencias les fuera dada también la potestad doctrinal, que no tienen.

El último documento pontificio sobre esta materia es Apostolos Suos, del Papa San Juan Pablo II, y además está la exhortación apostólica post sinodal Pastores gregis sobre el papel de los obispos.

Pero el Papa Francisco parece querer ir más allá. En este sentido, la encíclica del Papa parece querer ser más que un manual, un texto de uso para la catequesis y en los contextos políticos e internacionales, parece querer combatir los lobbies y las potencias.

Las indicaciones prácticas en torno al texto pontificio son un cambio radical de estilo. Medios de transporte públicos, aire acondicionado y reciclaje del cartón parecen a primera vista no ser demasiado importantes en el texto magisterial. Pero para el Papa Francisco son el objetivo mismo del texto. Un objetivo principalmente pastoral, tal y como la exhortación a rezar antes de cada comida.

La pastoral es la idea central de la ecología integrada, que une el cuidado de la tierra y del hombre.

Pero no todo es acción para el Papa. En el texto se insertan todos los temas clásicos de la “ecología humana” ampliando las competencias.

Además la encíclica, como todas las encíclicas de los últimos decenios, está dirigida a todos los hombres de buena voluntad, aunque en lugar de explicarlo en el título, el Papa prefiere explicarlo en el texto.

También es práctica la idea de dos oraciones creadas para ser usadas por los creyentes de todas las religiones, y otra para los cristianos en particular.

Este es el “método Bergoglio”, con muchas descripciones dramáticas de la realidad que al final dejan pensar que la fe cristiana es una invitación a la alegría: “¡Caminamos cantando! Que nuestras luchas y nuestra preocupación por este planeta no nos quiten la alegría de la esperanza”.


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