Claudio Nazoa 13 de octubre de 2015
@Claudionazoa
Estimados
representantes del gobierno bolivariano:
Les
escribo porque no aguanto más vilipendios. Sé que ustedes no me quieren porque
en 1492 vine por estas tierras acompañado de algunos malandros y, por
casualidad, descubrí un nuevo mundo.
Entré
por Macuro a Venezuela. Jamás olvidaré aquel día. Los indios estaban echadotes
a la orilla de la playa. Nunca vi algo igual. Las indias andaban sin sostenes y
con un taparrabo que casi no les tapaba el rabo. Los varones, por su parte,
rallaban yuca para preparar casabe, mientras que otros descansaban en hamacas.
Los niños jugaban con conchas marinas y caracoles del mar.
Llegué
a estas tierras con mis hombres verriondos porque no habían visto ni la teta de
su mamá, ya que en esa época ningún hombre europeo había mirado jamás a una
mujer desnuda, ni siquiera a la propia. Por cierto, mi mujer me echó un vainón
porque para este viaje no me metió en la maleta ni un pantalón, solo falditas
marrones cortitas y medias panty, lo que me trajo problemas con la tripulación.
En
fin, lo cierto es que cuando llegamos a la playa de Macuro, emocionado, grité:
“¡Los descubrí!”. Todos los indios jodedores que estaban comiendo un sancocho
cruzado de mono y loro, respondieron: “¡Ayyy, Colón, descubriste América!”.
Mientras que otros, al verme en falda y peluca, se preguntaban: “Y… ¿qué le
pasa a esa señora?”.
II
Señores
del gobierno bolivariano, hablando en serio, ustedes dicen que por mi culpa se
acabaron las culturas indígenas de América. Me acusan de exterminio y de
convertir a los indios americanos en esclavos. Es increíble, y lo digo con
tristeza, que hoy, en pleno siglo XXI, veamos indios indigentes, muertos de
hambre y enfermos, pidiendo limosna en las calles de Venezuela, y esos no son
míos, son de la revolución bonita que afirma haber dignificado a los indígenas.
Soy
Colón, el alma vieja y errante de un descubridor que un lejano día, sin querer,
llegó a una tierra maravillosa llena de indios felices. Sí, de eso soy
culpable, quizás por eso ahora vago como fantasma por estas tierras que ahora
no reconozco.
Qué
ironía, ustedes derribaron mi estatua y ahora las estatuas son ustedes, quienes
permanecen inertes ante las necesidades de un pueblo.
¡Prepárense!
El 6-D la gente saldrá a votar. Desde aquí, hoy, 12 de octubre de 2015, auguro
que los venezolanos serán ahora los nuevos descubridores de un país que se les
había extraviado.
Será
un pequeño comienzo para un gran cambio.
Colón.
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