Por Samir Kabbabe
Los brotes de enfermedades
transmitidas por mosquitos, como Dengue, Chikungunya, Paludismo y Zika, se han visto incrementados
en los últimos años.
Hoy se identifican mosquitos
del tipo Aedes en áreas geográficas donde las condiciones climáticas
no eran favorables. Los cambios climáticos, con el calentamiento global y las
variaciones en el patrón de lluvias, han favorecido la expansión y el aumento
de densidad poblacional de estos mosquitos en varias regiones del planeta. La
mayor movilización de personas entre los países también favorece la
diseminación de enfermedades.
Hay un aumento progresivo de
casos de Dengue en todo el mundo durante las últimas décadas. De más de medio
millón de casos registrados en el 2000 en nuestro continente, en
2009 pasamos del millón y en 2013 pasamos a más de dos millones. Y aunque
puedan centrarse las esperanzas en una vacuna efectiva contra el Dengue y una
campaña de vacunación masiva, las estrategias para el control de este mal requieren
de un desarrollo social, de un desarrollo económico y de estrategias integrales
de salud pública que funcionen e involucren al ciudadano y a la sociedad, con
planes educativos en el hogar, la escuela y los medios.
En ausencia de desarrollo
social y económico, seguirá aumentando el número de casos de Dengue y seguirán
muriendo más de 22.000 personas al año en el mundo.
En Venezuela, en el último
Boletín Epidemiológico que mostró el MPPS (correspondiente a la semana 44 del
año pasado) los casos de Dengue pasaban de 75.000. Más del 50% para la misma
semana del 2013. Y es imposible seguir evaluando el dato porque la publicación
de los registros epidemiológicos ha sido suspendida por el MPPS, a pesar que el
Reglamento Sanitario Internacional obliga a su riguroso cumplimiento.
Funcionarios del MPPS
aseguran que estos registros están al día y que los casos de Dengue y
Chikungunya se mantienen en una meseta estable. Sin embargo, se ha impuesto la
decisión política de no difundir las estadísticas e insisten en anunciar
esfuerzos por mejorar las capacidades de vigilancia, notificación y detección
de enfermedades. Pero en ese contexto, ya para el mes de julio del año en
curso, los mismos funcionarios informaron de 71.790 casos de Paludismo, lo cual
representa un 57% más que el año pasado. Y eso sólo se puede explicar por la
ausencia de políticas y estrategias sanitarias y negligencia del Estado.
A diferencia de la tendencia
de reducción del Paludismo en nuestro continente, durante el último
quinquenio en Venezuela han aumentado los casos 110%, luego de que décadas
atrás fuéramos ejemplo para el mundo en la lucha por su erradicación.
Y entonces llegó el
Chikungunya a nuestro continente en diciembre 2013, identificándose un primer
brote en la isla caribeña de San Martin. Comenzaron las alertas de la Oficina
Panamericana de la Salud (OPS) para la toma de medidas preventivas.
Como el Chikungunya es trasmitido por el mismo mosquito Aedes, las
alertas de la OPS se resumían en intensificar las mismas medidas para la prevención
y control del Dengue. Pero si en nuestro país ya era ineficiente el control del
Dengue, también lo sería en el caso del Chikungunya.
Al día de hoy, la
diseminación autóctona del Chikungunya en América es total, a excepción de
Argentina, Cuba y Chile, donde sólo han reportado casos importados. Según los
expertos de la OPS, la tasa de ataque de la enfermedad en áreas con alta densidad
del mosquito Aedes está entre el 38% y el 63% de la población. Y la
densidad del Aedes en nuestro país es de alrededor del 70% de nuestro
territorio.
Cualquier cifra de casos
resultaría especulativa: en todos los países hay subregistro y la manipulación
política de las cifras es frecuente. A pesar de eso, la OPS ha registrado
más de 1.600.000 casos en América desde enero 2014, con 231 casos de muertes
documentadas. Es decir, una tasa de 14 muertes por cada 100.000 casos. En
cuanto al Dengue en América, para la primera semana de octubre 2015 se han
registrado 1.800.000 casos, con 5.672 casos graves y 798 muertes, siendo la
tasa de mortalidad para este año, de 54 por 100.000.
La Poliartritis Reactiva al
Chikungunya
A diferencia del Dengue,
donde las secuelas son prácticamente nulas (si acaso alguna condición de fatiga
que se puede prolongar por varias semanas), con el Chikungunya las secuelas sí
son frecuentes y a veces limitantes.
Diferentes estudios
realizados en varios países que han padecido esta epidemia muestran que puede
haber manifestaciones músculo-esqueléticas entre el 40 y el 80% de los
pacientes hasta por tres meses. Incluso: todavía pasados los tres años, un
porcentaje significativo mantiene esas manifestaciones, quedando incluso
algunos con dolor y deformidad articular permanente.
Las manifestaciones
musculo-esqueléticas más características son dolor muscular en sitios de
inserción de los tendones, inflamación y dolor articular simétricos en dedos de
las manos y pies, en muñecas y tobillos. Esto es lo que se denomina una
Poliartralgia o Poliartritis Reactiva (o secundaria) al Chikungunya, en los
casos que los médicos hubieran podido documentar y confirmar, por
estudios de laboratorio, la presencia del virus en el enfermo y que en efecto
existiera la asociación de temporalidad.
Hay variabilidad de las
manifestaciones y del porcentaje de secuelas en distintas poblaciones. Se debe
a que las poblaciones tienen diferencias genéticas, pero también a posibles
mutaciones del virus. El ser humano puede tener en su ADN variedades de genes
que lo predisponen al desarrollo de numerosas enfermedades como Diabetes,
Hipertensión, algunos tipos de Cáncer y un gran número de enfermedades donde se
incluyen la Artritis Reumatoidea y Espondilitis Anquilosante.
Si bien la secuela frecuente
es la Poliartralgia o Poliartritis Simétrica, en muchos casos parece que el
virus del Chikungunya funciona como un disparador de Artritis Reumatoidea o
Espondilitis Anquilosante. De allí la importancia de acudir a un médico con
pericia para el diagnóstico certero, el manejo y tratamiento de la enfermedad
poliarticular secundaria al Chikungunya.
La epidemia de Chikungunya
ha sido una nueva calamidad en salud. No conoceremos las cifras reales en
nuestro país. Las Artritis y Politritis Reactivas se han convertido en
diagnósticos frecuentes en la consulta médica.
Ojalá podamos, al menos
tipificar, el comportamiento de las secuelas musculo-esqueléticas del
Chikungunya en nuestra población y concertemos algunas pautas de diagnóstico y
tratamiento.
15-10-15
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