Por Daniel Pardo
Como quien analiza en una
tienda si una prenda le queda bien, los funcionarios toman unas camisetas que
llegaron del exterior en un contenedor al Puerto de la Guaira, a 30 kilómetros
de Caracas, en el centro de la costa de Venezuela.
Ventea el aire fresco del
mar Caribe. Se siente una calma quizá amarga para el segundo puerto de carga
más grande del país.
Vestidos de rojo, son una
decena de trabajadores del Servicio Nacional Integrado de Administración
Aduanera y Tributaria de Venezuela (Seniat), que junto a la Guardia Nacional
Bolivariana inspeccionan todos los contenedores que entran al país.
Los funcionarios comentan
las camisetas, palpan su material, se reparten unas cuantas, las guardan en sus
mochilas, cierran el contenedor, firman unos papeles y aprueban su salida del
puerto; todo mientras una visita informal de este corresponsal.
Los puertos de Venezuela,
por donde pasa la mayoría de los bienes que consumen los venezolanos, han sido
sindicados durante años como uno de los focos de corrupción más grandes del
país.
Y en el último año los
puertos también se han vuelto una especie de metáfora de la crisis económica
que vive este país petrolero: la desolación de sus muelles contrasta con las
filas de buques que años atrás esperaban para descargar.
Actividad portuaria en Venezuela
-34.5%
de
2013 a 2014
Tráfico de contenedores
1.441.673 en
2013
943.440 en
2014
Bolipuertos, CEPALBBC Mundo
La crisis en cifras
Entre 2013 y 2014 el
tráfico de contenedores total en los cinco puertos principales de Venezuela
cayó en un 34%, según cifras de la Comisión Económica para América Latina y el
Caribe (Cepal), que hace un índice anual.
De 2015 no se tienen cifras,
pero, según la Cámara de Comercio de la ciudad de Puerto Cabello, por ejemplo,
donde está el puerto más grande, en el primer trimestre del año hubo una caída
de la actividad portuaria del 50% respecto a 2014.
Y, según la Cámara de
Comercio del Estado Vargas, donde está La Guaira, el puerto está inactivo en un
90%.
La economía venezolana ha
visto cómo sus reservas e ingresos han caído por la crisis económica general
que vive el país hace dos años y por el bajón en el último año del 60% del
precio del petróleo, que es la fuente de 95% de los ingresos del país.
Venezuela importa más de la
mitad de lo que consume, así que la falta de divisas ha significado un aumento
importante de la escasez de bienes y, por consiguiente, un golpe a la antes
pujante actividad portuaria.
Image
copyrightStratforImage captionPuerto Cabello en 2012, según imagen satelital de
Statfor.
Image
captionLa centro de estudios financieros Stratfor, con base en Texas, EE.UU.,
publicó recientemente imágenes satelitales de Puerto Cabello, donde se ve una
diferencia en actividad entre 2012 y 2015.
La soledad del puerto
Los patios de contenedores
vacíos, las grúas apagadas, el escaso tránsito dentro del complejo: el
ambiente, a pesar de la magnitud de las instalaciones, es desolador en el
Puerto de La Guaira.
"Acá hace rato que no
está pasando nada", dice entre risas un vigilante que con pereza se
levanta de su silla a alzar la barrera para dar entrada a uno de los patios.
Image
copyrightBBC MundoImage caption
José Manuel Rodríguez, dueño de una empresa de
remolcadores en Puerto Cabello, dice que han reducido sus operaciones a menos
de la mitad.
Mientras tanto en Puerto
Cabello apenas un tercio de los puestos de atraque están descargando, en su
mayoría granos, carne, pollo y leche: los bienes prioritarios por los que los
venezolanos hacen horas de fila.
La terminal turística está
en ruinas, pese a varios intentos del gobierno de remodelarla.
"Nuestras operaciones
han decrecido en el mismo número porcentual del puerto", le dice a BBC
Mundo José Manuel Rodríguez, de Venecia Ship Service, una empresa de
remolcadores en Puerto Cabello.
"Pasamos de tener 350 a
150 empleados y de 24 a 8 remolcadores", señala.
Image
copyrightBBC MundoImage captionLos ojos de Chávez sobre Puerto Cabello.
Centralización y escándalos
Como parte de un proceso de
nacionalizaciones en 2009, el entonces presidente Hugo Chávez ordenó la
centralización de los puertos venezolanos bajo la figura de Bolivariana de
Puertos, mejor conocida como Bolipuertos.
"Vamos a crear una
corporación de puertos nacionales y una corporación de aeropuertos nacionales e
internacionales, bajo control, como siempre ha debido ser, del Estado",
dijo Chávez en marzo de 2009.
Para este reportaje BBC
Mundo solicitó en varias ocasiones –a través del mecanismo oficial del
ministerio de Comunicaciones– entrevistas con los ministros de Transporte, Giuseppe
Yoffreda, y de Comercio, Isabel Delgado, pero no obtuvo respuesta en los
tres meses transcurridos desde la primera comunicación hasta la publicación de
esta nota.
Quizá ninguna otra
dependencia del gobierno venezolano en los últimos años ha sido objeto de
tantos escándalos de corrupción como Bolipuertos.
En Puerto Cabello, por
ejemplo, el empresario Walid Makled montó una compleja operación de tráfico de
drogas con la supuesta colaboración de altos funcionarios del gobierno, según
les dijo a las autoridades de Colombia, donde lo arrestaron y extraditaron, en
2011, a Venezuela.
En febrero de 2015, Makled
fue condenado por un tribunal de Caracas a 14 años de cárcel por delitos de
narcotráfico y blanqueo de capitales.
Image
copyrightBBC MundoImage captionSegún la Cámara de Comercio de Vargas, el Puerto
de la Guaira está en un 90% de inactividad.
Otro episodio, en 2010, que
muchos venezolanos recuerdan con facilidad es el escándalo de
"Pudreval", cuando al menos 130.000 toneladas de alimentos podridos
fueron encontradas en Puerto Cabello después de que habían sido importadas por
Pdval, una empresa de supermercados de la estatal Petróleos de Venezuela
(PDVSA).
Los alimentos, en su mayoría
carne, habían sido abandonados por sus responsables, que al día de hoy no están
plenamente identificados, pese al breve arresto de tres directivos de Pdval en
ese momento.
La comisión de la Asamblea
Nacional que esperaba investigar el caso fue disuelta en 2011 y hoy no se
sabe cuánto dinero se perdió en las importaciones o los alquileres del
escándalo.
Y también está el más
reciente caso de los ferrys: en marzo, el exministro de Transporte, el mayor
general Hebert García Plaza, y el exvicepresidente de Bolipuertos, Antonio
González, fueron imputados por la Fiscalía por peculado doloso y concierto con
contratista en un caso que investiga la millonaria adquisición de tres buques
que supuestamente fueron comprados con 12 años de uso pero declarados como
nuevos.
García Plaza negó la
acusación y dijo –desde el exterior– que lo pretendían usar como chivo
expiatorio de la lucha contra la corrupción.
Image
copyrightBBC MundoImage captionLa terminal turística de Puerto Cabello,
abandonada.
"Trabas
burocráticas"
"Los puertos siempre
han sido focos de corrupción, solo que antes lo hacían los empresarios privados
bajo la vanagloria de las gobernaciones de cada Estado, y ahora es con gobierno
central directamente y a mayor escala", le dijo a BBC Mundo un alto
exfuncionario de Bolipuertos que pidió no revelar su nombre.
Expertos del sector y
agentes aduaneros consultados por BBC Mundo coinciden en que la corrupción en
los puertos tiene, sobre todo, dos facetas, que han sido detalladas por
investigaciones periodísticas en diversos medios venezolanos.
Una, señalan, es el fraude
cambiario realizado por las llamadas "empresas fantasma", que
consiste en usar las divisas baratas que el gobierno tiene destinadas para
bienes prioritarios, e importar productos caducados o contendedores vacíos.
Luego cambian las divisas en
el mercado negro a una tasa mucho más alta que la preferencial (y oficial) y
obtienen una ganancia millonaria.
En una carta abierta de
marzo del año pasado, el exministro de Planeación y asesor de Chávez Jorge
Giordani certificó esas versiones, según las cuales a través del control de
cambio se robaron US$20.000 millones.
Image
copyrightBBC MundoImage captionEl Puerto de la Guaira, como cualquier otra
empresa del gobierno venezolano, está llena de murales de Chávez.
Por otro lado, los expertos
se refieren a las también conocidas "trabas burocráticas", que han
sido criticadas una y otra vez por organizaciones como Consecomercio, la
principal asociación de comerciantes, que las han descrito como un incentivo de
"corrupción y la escasez".
Los agentes aduaneros
consultados por BBC Mundo explican que esos trámites retrasan la salida de las
mercancías del puerto y, eventualmente, llevan a algunas empresas a sobornar a
funcionarios para agilizar los despachos.
La semana pasada el exvicepresidente
e influyente dirigente chavista José Vicente Rangel denunció que 7.000
toneladas de leche y 1 millón de toneladas de trigo, aceite y soya estaban
retenidas en puertos y no han sido desembarcados debido a "múltiples
problemas y trabas burocráticas".
Un sonriente empleado de una
empresa privada en Puerto Cabello al que muchos de los funcionarios conocen y
saludan, dice "haberlo visto todo" en términos de corrupción.
De repente, mientras damos
un recorrido por el puerto, vemos a unos funcionarios tomándose fotos en un
contenedor y dice, indiferente: "Ahí están tramando algo".
"Yo llevo 35 años
trabajando acá, y casos de corrupción que no salieron a la luz pública hay
suficientes para hacer un museo".
12-10-15
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/10/151006_venezuela_economia_puertos_dp#st_refDomain=&st_refQuery=
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