jueves, 28 de enero de 2016

La Constitución es trinchera de la oposición, por Octavio Lepage



Octavio Lepage 27 de enero de 2016

En un país democrático, que la oposición triunfe en una elección parlamentaria, así sea por paliza, como en Venezuela, es normal. El estamento político y los ciudadanos en general, lo aceptan con naturalidad, sin protestas, sin escándalos, sin amenazas. Lo vimos recientemente en Argentina. Una personalidad tan temperamental y prepotente como Cristina Kirchner, aparte de algunas malacrianzas de mal gusto, como eso de no trasladar personalmente a Macri los símbolos del mando, se ha tranquilizado, aunque por supuesto debe estar preparándose para una oposición recia en el Senado y diputados, donde el kirchnerismo sigue siendo mayoría.


En Venezuela los perdedores no tienen capacidad de resignación democrática. Diosdado Cabello, con olvido de que viene de manejar la Asamblea Nacional como si fuera un cuartel, y su discípulo admirado, el joven diputado y ex ministro Héctor Rodríguez, desde el primer momento adoptaron una actitud francamente obstruccionista.

El pretexto era realmente risible. En las elecciones de Amazonas se habría cometido fraude, la oposición compró votos. El descaro es impresionante. En las elecciones del 6D se hicieron célebres las asambleas públicas convocadas por Diosdado Cabello, como candidato a diputado por el Estado Monagas en las que se hacían regalos costosísimos: Camionetas, jeeps, taxis, electrodomésticos, etc., etc. Esas concentraciones eran jornadas de compras de votos a cielo abierto.

Los diputados por Amazonas fueron proclamados nada menos que por Tibisay Lucena, chavista rabiosa, y juramentados por la Asamblea Nacional. La legitimidad de su mandato está fuera de duda. Sin embargo, la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia, de legitimidad cuestionada por cierto, ordenó su desincorporación de la Asamblea Nacional. Actuando con realismo político, la oposición aceptó desincorporarlos. Esa decisión es tan acertada que evitó el agravamiento de un conflicto de poderes, al punto de que Maduro acudió a la Asamblea a presentar su Memoria.

Es evidente que el oficialismo, encabezado en la asamblea por Diosdado Cabello y su lugarteniente Héctor Rodríguez, adelanta un plan para torpedear la nueva Asamblea e impedir que ejerza las atribuciones que le corresponden por la victoria electoral del 6D.

El nombramiento apresurado de nuevos magistrados de la Sala Electoral sin verificar si llenaban los requisitos exigidos por la Constitución Nacional, es el inicio de un plan antidemocrático, a contrapelo de la voluntad popular. La nueva Asamblea Nacional no puede tolerarlo. La ampara la Constitución, la mayoría determinante de los venezolanos y la opinión democrática mundial.

Esperemos el resultado de las investigaciones que adelanta la comisión que preside el veterano y acucioso diputado Carlos Berrizbeitia. Ahora sí cabe la consigna: “Dentro de la Constitución todo, fuera de la Constitución nada”.

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