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viernes, 25 de marzo de 2016

Cardenal oró para que ciudadanos no tomen la justicia por sus propias manos, por @deliameneses



DELIA MENESES Miércoles 23 de marzo de 2016

La multitud congregada al mediodía de este miércoles en la basílica de Santa Teresa, escuchó atenta, con devoción y calor el sermón del cardenal y Arzobispo de Caracas, Jorge Urosa.

Feligreses vestidos de morado, en sillas de ruedas, con muletas, cargando bebés recién nacidos, con cruces de madera, descalzos y arrodillados estaban en el templo para venerar al Nazareno.


Muchos estuvieron más de dos horas bajo el sol en las colas que se formaron alrededor de la basílica para poder ingresar. Y una vez dentro del templo los fieles se tardaban más de 20 minutos para desplazarse hasta el centro del recinto y poder observar de frente la imagen más emblemática de la Semana Santa caraqueña, el Nazareno de San Pablo.

Durante la homilía, Urosa recordó a los fieles que creer en Jesucristo y seguirlo es vivir de acuerdo a su palabra. "Nuestro Señor es exigente y nos pide rechazar la oscuridad del pecado. Esto significa rechazar el alcoholismo, el relajo afectivo sexual, el narcotráfico y la droga que está manifestando en Venezuela un poder asombroso que el Gobierno tiene que tumbar. Pidámosle al Señor y al Gobierno que tumben el poder de la droga".

Hizo un llamado a los feligreses a rechazar la pornografía infantil, la corrupción administrativa, el robo del pueblo por el pueblo. "El bachaqueo es algo malo y debe desaparecer", dijo, al tiempo que oró por tantas familias divididas por el odio, por el resentimiento y por el divorcio.

El arzobispo de Caracas recordó a los devotos reunidos en torno al Nazareno que tener una buena familia cristiana es un tesoro. Reiteró en varias oportunidades la necesidad de rechazar el relajo afectivo sexual "que hace tanto daño sobre todo a las mujeres. Debemos combatir el embarazo precoz, dónde están las mamás de esas niñas, por qué no las educan, una niña no puede estar sometida a la actividad sexual, tenemos que cambiar eso". Instó a los medios de comunicación y a los artistas a no estimular con sus mensajes esa realidad.

Urosa rechazó el aborto provocado, "porque es asesinar a un niño en el vientre de su madre". Abogó por la defensa de la vida y el rechazo al homicidio y a la agresión.

Recordando el asesinato de los 17 mineros en Tumeremo se preguntó: "¿Dónde están las fuerzas de seguridad del Estado que deben proteger la vida de los venezolanos?. Las bandas están actuando a sus anchas y pareciera que no hubiera capacidad para dominarlos y controlarlos, para meterlos en cintura".

Exhortó al ciudadano común a no dejarse llevar por la tentación de la violencia. "No podemos transitar el camino de la violencia sino el del encuentro, la armonía, el perdón, la reconciliación, la paz. No hay que caer en el linchamiento, eso es algo criminal es ir a la barbarie absoluta y no debemos dejarnos llevar por eso. Si bien hay impunidad hay que entregar a los delincuentes a las fuerzas del Estado, a los tribunales, a los jueces, para que estos actúen conforme a las leyes. No puede el pueblo bueno convertirse en asesino y dejarse llevar por la rabia".

Se refirió a la necesidad de intensificar la práctica religiosa y no dejarla solo para los días de la Semana Santa. "No podemos acercarnos a Dios solo cuando tenemos necesidades apremiantes. Hay que ser consecuentes, asistir a la misa dominical, confesarse, recibir la comunión eucarística, no podemos ser religiosamente fríos. El cristianismo es exigente no podemos ser cristianos católicos y santeros. Hay que vivir la fe en el hogar y no dejarnos llevar por la violencia".

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