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lunes, 31 de agosto de 2020

Petróleo, oro, misiles y terrorismo: Alerta en la región, por @infobae




Infobae 30 de agosto de 2020
@infobae

Teherán se consolida como uno de los principales apoyos de la dictadura chavista y ya se transformó en uno de sus mayores socios comerciales en los sectores del combustible, la salud y alimentos. Occidente teme que armamento iraní llegue a Caracas como producto de esta alianza

“Nos estamos ayudando”, dijo Nicolás Maduro sobre su alianza con Irán la semana pasada. Lo cierto es que la relación entre ambos regímenes, hoy casi parias internacionales, es mucho más que una simple colaboración: Venezuela es la única puerta que le queda abierta a Teherán en Latinoamérica.

Décadas atrás, el régimen persa tenía otros accesos a la región, pero con los cambios de color político en el continente, en Bolivia y Brasil por ejemplo, la Venezuela chavista parece ser su mejor -y única- opción.

En este escenario donde ambos países quedaron prácticamente solos en el mundo, Teherán se consolida como uno de los principales apoyos de Maduro y ya se transformó en uno de sus principales socios comerciales en los sectores del combustible, la salud y ahora los alimentos.

Entre mayo y junio pasado, Irán envió cinco buques con 1,5 millones de litros de gasolina, en medio de una escasez agravada durante la pandemia de COVID-19 en la otrora potencia petrolera. Y a fines de julio pasado abrió el primer supermercado iraní en Caracas en un local expropiado a la cadena de hipermercados franco-colombiana Éxito.
Amistad peligrosa

La alianza entre Venezuela e Irán nació con Hugo Chávez. La estrecha relación que el fallecido presidente estableció con el régimen persa comenzó durante la Cumbre de Jefes de Estado de los Países Miembros de a Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) celebrada en Caracas en 2000.

Desde entonces y hasta poco antes de su muerte, el caudillo caribeño viajó varias veces a la República Islámica de Irán, y el entonces presidente Mahmud Ahmadinejad estuvo en Caracas al menos cinco veces. Durante este período se firmaron cientos de acuerdos bilaterales que abarcaban los sectores petroleros, químicos, inmobiliarios y automotriz.

Chávez decía que su alianza con Teherán era fundamental para su Gobierno e, incluso, llegó a regalarle a Ahmadinejad una réplica de la espada de Simón Bolivar. Todos los que recibían una de esas- el ruso Valdimir Putin y el sirio Bashar Al Assad, por ejemplo- fueron automáticamente considerados amigos de Miraflores.

Sin embargo, las relaciones entre los dos países se extienden al sector militar. Así lo denunció Julio Borges, representante de Asuntos Exteriores del gobierno provisional de Guaidó. Borges dijo que las Fuerzas Armadas Bolivarianas recibían asesoramiento de Irán en materia de telecomunicaciones. Se sospecha que, con apoyo iraní, el régimen montó un centro de telecomunicaciones en el Cabo de San Román, en el extremo norte de Venezuela, para monitorear las telecomunicaciones aéreas y marítimas.

“Maduro le ha abierto las puertas de Venezuela a Irán y a todos sus grupos terroristas, esto sin duda es la mayor amenaza para América Latina. Desde nuestro país operan células que promueven valores contrarios a los de la región”, afirmó Borges.

Los críticos de Maduro aseguran que la alianza militar es la verdadera razón de los 17 vuelos a la región del Cable de San Román entre abril y mayo de este año de la aerolínea iraní Mahan Air, que ha sido sancionada por los Estados Unidos.

Mahan Air, una de las principales aerolíneas de Irán, está sen la lista negra norteamericana por transportar a efectivos de las fuerzas Al Quds de los Guardianes de la Revolución, que Washington responsabiliza de actividades “terroristas” en Medio Oriente. “El régimen iraní utiliza la aerolínea Mahan como una herramienta de su agenda de desestabilización en todo el mundo, incluyendo a los regímenes corruptos de Siria y de Venezuela”, denunció meses atrás el secretario del Tesoro de los EEUU, Steven Mnuchin.

Según Edmundo González, ex embajador de Venezuela en Argelia, en declaraciones a RFI, “ante el colapso venezolano, está claro que Teherán tiene un papel de primer orden en Venezuela. Esta nueva etapa de relaciones tiene como consecuencia inmediata la inclusión de Venezuela en el peligroso escenario de la confrontación geoestratégica entre Irán y Estados Unidos”.

Petróleo por oro

La Venezuela chavista, altamente dependiente de sus ingresos petroleros, ha visto cómo su producción ha caído a aproximadamente a una cuarta parte de su capacidad de 2008 y su economía ha sido devastada por seis años de recesión. Según datos de la OPEP, la producción en julio se situó por debajo de los 400.000 barriles diarios, un nivel equivalente al de 1934. Así, el bombeo de petróleo se encuentra en el peor nivel de los últimos 70 años.

En medio del desplome de la industria y de las sanciones de Estados Unidos, Venezuela, que solía refinar suficiente petróleo para sus propias necesidades, debió recurrir a aliados como Irán para aliviar una desesperada escasez de combustible. El régimen persa ha enviado varios barcos de gasolina este año a Venezuela para ayudar al chavismo a solventar esa escasez.

En mayo, Venezuela recibió por primera vez combustible iraní, con el que logró amainar una severa falta de gasolina, en tanqueros que llegaron sin obstáculos al país caribeño y fueron escoltados por unidades de las fuerzas armadas bolivarianas para entrar en aguas territoriales. No obstante, hace dos semanas, Estados Unidos incautó otros cuatro cargamentos iraníes en ruta hacia la nación sudamericana, dejando pocas opciones al régimen chavista para enfrentar de nuevo las fallas de suministro de gasolina, por la baja producción de las refinerías debido a años de desinversión y fallas en la gestión de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).

Para Irán, los buques representan una forma de recolectar dinero para su teocracia chiita y de ejercer presión sobre Estados Unidos, cuyo presidente Donald Trump ha llevado a cabo campañas contra ambos regímenes. Un gran símbolo de esa alianza es que hoy los autos que circulan en Venezuela ahora usan gasolina iraní.

Según el gobierno interino de Juan Guaidó, opositor a la dictadura de Maduro, la gasolina importada se paga con oro extraído de las minas del sur de Venezuela. La denuncia es verosímil si se tiene en cuenta que las sanciones internacionales a Irán en 2012 han excluido al país del SWIFT, el sistema que vincula a las instituciones bancarias en gran parte del mundo. Esto imposibilita los pagos en efectivo a la nación islámica, que desde entonces ha recibido pagos en productos básicos y de primera necesidad.

Pieza clave en los negociados entre Venezuela e Irán es Alex Saab, el empresario colombiano y presunto testaferro de Maduro detenido en Cabo Verde en junio pasado. Según admitieron sus propios abogados, liderados por el ex juez español Baltasar Garzón, al momento de su captura estaba en una misión como enviado especial del dictador venezolano a Irán para negociar combustible y suministros humanitarios.

Saab es buscado en EEUU y Colombia por el lavado de millones de dólares del chavismo. Está acusado, además, de pagar sobornos a funcionarios venezolanos para obtener ganancias del diferencial entre el tipo de cambio controlado por el gobierno y la tasa del mercado paralelo, y transferir 350 millones de dólares en fondos obtenidos ilegalmente a cuentas en el extranjero.

Hezbollah

“Irán y Hezbollah tienen una sólida base de operaciones en Sudamérica en alianza con la narcodictadura de Maduro. Si fracasamos en Venezuela, representa una victoria para el terrorismo, la delincuencia transnacional organizada y el antisemitismo”, advirtió el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) Luis Almagro.

Es que los vínculos cercanos de Maduro con el régimen de Irán ha permitido a los persas extender su presencia militar y financiera en América Latina, principalmente a través del grupo terrorista chiita Hezbollah.

Si bien los lazos entre Venezuela e Irán se fortalecieron desde las presidencias de Ahmadinejad y Chávez, una fuerte red de apoyo a Hezbollah ha existido en Venezuela desde mucho tiempo atrás. De hecho, el grupo terrorista ha tenido células allí desde principios de los años 90. Y la Isla Margarita, en la costa caribeña venezolana, sirve desde principios de 2000 como un centro para el tráfico de drogas para Hezbollah y otros grupos terroristas islamistas como Hamas.

“Bajo la era del ex presidente Hugo Chávez, Irán explotó lazos amistosos con Venezuela para establecer redes terroristas en toda la región. Los operativos de Irán y Hezbollah han cultivado y consolidado bases operativas en Latinoamérica, especialmente en el área de la Triple Frontera de Argentina, Brasil y Paraguay, zona que se caracteriza por contar con una gran población musulmana y un gran número de simpatizantes de Hezbollah, que utiliza esta área para el reclutamiento, el contrabando de armas, el tráfico de drogas y la planificación para operaciones terroristas”, explicó George Chaya en Infobae.

Tarek El Aissami y sus vínculos terroristas

El Aissami, hoy ministro de Petróleo de Maduro, es clave en la relación entre chavistas y persas. En el 2014 Robert Morgenthau, fiscal del distrito de Nueva York, aseguró que fue él quien facilitó la obtención de pasaportes venezolanos y la naturalización a miembros de Hamas y Hezbollah. En el 2015, el ex gobernador Rafael Isea -convertido en testigo protegido de la fiscalía en EEUU- declaró que El Aissami recibía sobornos de narcotraficantes para facilitar el envío de estupefacientes desde Venezuela para el mundo.

En el año 2017, el Departamento del Tesoro lo incluyó en la lista OFAC (Oficina para el Control de Activos Extranjeros). En marzo 2019, siendo ministro de Industria, fue acusado en una corte de Nueva York de violar la ley de capos extranjeros de la droga, según dijo en ese momento viernes el fiscal federal de Manhattan.Y ese mismo año, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas norteamericano ubicó a El Aissami en la lista de los más buscados porque habría favorecido actividades ligadas al narcotráfico.

“El régimen de Irán, con su brazo armado Hezbollah, está en Venezuela y eso no es aceptable”, afirmó Mike Pompeo, secretario de Estado norteamericano en la última Cumbre contra el terrorismo en Bogotá
La relación entre Irán y Venezuela preocupa también a gobiernos en la región. Semanas atrás, el mandatario colombiano, Iván Duque, dijo que Venezuela estaba en negociaciones para adquirir armamento a través de Teherán.
Duque, citando informes de “inteligencia” indicó que hay un interés de la dictadura de Maduro en “adquirir unos misiles de mediano y largo alcance a través de Irán”. El presidente colombiano agregó que la información que se tiene es que “todavía no han llegado (los misiles), pero que se han venido haciendo esas aproximaciones, particularmente con la instrucción de (Vladimir) Padrino López”, el ministro de Defensa chavista.
El colombiano reveló también que, según información de Inteligencia, “miembros de la guardia venezolana estarían triangulando armamento proveniente de otros países, particularmente Rusia y Bielorrusia” para los grupos armados colombianos que operan en la frontera.
Guaidó ha asegurado que toda “la región corre peligro” por la relación de Maduro con Irán, respaldando la denuncia realizada por el mandatario colombiano. “La región corre peligro con la relación entre el régimen de Maduro e Irán y los intentos de compra de misiles denunciados por el presidente Iván Duque”, ha afirmado el líder opositor en Twitter.
Para Joseph Humire, quien es experto en seguridad global y director ejecutivo del Centro para una Sociedad Libre y Segura, es probable que, a partir del 18 de octubre, cuando se levante el embargo de armas a Irán, el régimen de Teherán busque vender armas a Venezuela, como una provocación a la comunidad internacional. “Yo creo que la movida de Irán es decir: ‘Nosotros ya cumplimos con todos los requisitos, el embargo se levantó, no reconocemos esta maniobra de Estados Unidos (de extenderlo) y vamos a vender armas a quien queramos’. De eso se tratan estas actividades en Venezuela”, aseguró Humire en entrevista con El Tiempo de Colombia.
Mauricio Claver-Carone, el principal asesor para las Américas del presidente estadounidense, explica que si bien la presencia de Irán en Venezuela no es nueva, ahora se ha “desenmascarado”. “La presencia de Irán en Venezuela ha sido ya por muchos años, no es nueva. La diferencia hoy en día es que se sabe, que se ha desenmascarado por desesperación, ya porque le hemos cerrado las puertas al mundo”, aseguró el funcionario en una conferencia de prensa telefónica el 14 de agosto pasado.
Claver-Carone señaló que “el mundo ya sabe abiertamente” lo que “por muchos años se negaba y se cuestionaba. El régimen de Nicolás Maduro ha sido desenmascarado, sus nexos con el narcotráfico, su liderazgo del Cartel de Los Soles, sus nexos con Irán y el papel desafortunado y desestabilizador que juega Cuba en ese país”, agregó. Según acusaciones judiciales del Gobierno estadounidense, el Cartel de los Soles es una organización de narcotraficantes presuntamente compuesta por oficiales venezolanos de alto rango y encabezada por Nicolás Maduro.
Lejos de bajarle el tono a las alertas mundiales, Maduro volvió a apelar a su faceta de provocador, e incluso llegó a jugar en cadena nacional con la idea de aumentar su capacidad militar a base de armas iraníes. “¡No es mala idea!”, dijo entre risas sobre la posibilidad de comprar misiles persas…


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