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sábado, 12 de marzo de 2016

Las cosas se deshacen como se hacen


Por David Esteller Ortega


Es un viejo y sabio aforismo jurídico que se aplica cuando los procedimientos no están muy claros o hay discrepancia al respecto. El derecho, esencialmente, es sentido común. Quien está facultado para nombrar, está también facultado para destituir, salvo prohibición expresa.

La Asamblea Nacional fue electa directamente por el pueblo y por eso, tiene la representación del soberano. No así los Poderes Judicial, Ciudadano y Electoral. Si la Asamblea Nacional nombra magistrados de acuerdo con la Constitución y la ley, también podrá destituirlos de acuerdo con las mismas.
Además, en Venezuela tenemos jurisprudencia sobre este asunto, en 2002 la Asamblea Nacional, presidida por el chavista Willian Lara, revocó el nombramiento del magistrado Franklin Arriechi.

La Asamblea Nacional, titular del Poder Legislativo, es el órgano que ejerce el control sobre los otros poderes del Estado o sea sobre el Gobierno y la Administración Pública Nacional. Inclusive, podrá organizar y promover la participación de los ciudadanos en aquellos casos que lo crea conveniente. Ver Art. 187, numerales 3 y 4, de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Lo cual podrá hacer para dar mayor contundencia a sus decisiones.

Unos magistrados que fueron designados a última hora y a la carrerita, como dice el pueblo entre gallos y medianoche, dejando qué desear sobre el cumplimiento de los requisitos constitucionales y legales, con justificada razón podrán ser estudiados sus casos y destituidos, de comprobarse las violaciones correspondientes. Esto es justicia y la justicia es el objetivo del derecho. El pueblo quiere la justicia y ese pueblo soberano está representado en su inmensa mayoría, por la Asamblea Nacional. Y ese pueblo no son las bandas desaforadas y hasta armadas que andan violando la seguridad de los ciudadanos en las calles.

Mal pueden esos “señores magistrados” venir a sentenciar para limitar y constreñir el derecho del pueblo soberano, representado por la Asamblea Nacional. Pero todavía queda honor en algunos militantes o amigos del Psuv, pues de los siete “magistrados” de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, tres se excusaron de firmar tal adefesio “juríco”. Y en mi condición de abogado, con admiración y respeto por estos tres ciudadanos que sí se pueden llamar señores y hasta magistrados: Calixto Ortega, Luis Damiani y Lourdes Suárez. los saludo cordialmente.

estellerd@hotmail.com

11-03-16




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