Por Jesús Alexis González, 07/03/2016
En Venezuela, muchos aportes de alto valor intelectual
referidos al pésimo desenvolvimiento económico de los últimos años impulsado
por un decadente “proyecto socialista”, se insertan en un contexto
“interpretativo” de nuestra realidad
asumiendo propuestas democráticas para un régimen autocrático cuya mayor
demostración de democracia se ha reducido
al derecho a votar; al tiempo de irse perfeccionando un tipo especial de “dialogo político” entre
sordos y mudos teniendo como testigo presencial la neurótica desesperanza del pueblo.
Etimológicamente, es clara la diferencia entre democracia (cracia: gobierno y demos:
del pueblo) equivalente a “poder del pueblo” sustentado en la soberanía popular
y en presencia de una división de
poderes como garantía del respeto del derecho de los ciudadanos y de un control sobre el manejo de las finanzas
públicas; dictadura (ura: actividad y dictaré: de quien apunta) donde el “dictador” tiene el poder para hacer y aplicar las leyes sin conocer límites legales e
igualmente los derechos ciudadanos se restringen según disponga la “autoridad”;totalitarismo como un sistema político
donde una sola persona tiene todos los poderessin ningún límite hasta regular la vida pública y privada, siendo
el Estado el soberano absoluto que restringe la participación ciudadana al igual
que los derechos individuales; y autocracia
totalitaria donde el poder se concentra en pocas manos y se ejerce todo el
control político, económico, social e ideológico,
teniendo laprecaución mediática de
conservar algunas instituciones de la democracia pero bajo un rígido control
del Gobierno en un contexto nada equivalente a la soberanía del pueblo, y muy
por el contrario se perfila como una “democracia
dictatorial”Estos sistemas tan opuestos, tienden a coincidir cuando p.ej.
un “gobernante democrático” ejerce
el mando de forma autoritaria (¿?), persigue a los opositores, gobierna para un
solo sector del país y limita la
libertad de actuación política-partidista al extremo de criminalizar con
cárcel su ejercicio.
La crisis
socio-económica de tipo estructural que presenta la Venezuela del presente,
hace necesario mantener una actitud de
lucha con espíritu crítico ante el definitivamente imperfecto socialismo
del siglo XXI que ¡está cavando su
propia tumba! con la potencialidad de
¡enterrarnos a todos!; ante lo cual (y para salvarnos todos) debemos liberar nuestra energía creadora con la
finalidad de propiciar una inmediata revolución
social entendida como un movimiento que se origina en la sociedad en aras
de enfrentar las élites gubernamentales, a la luz de grandes protestas utilizando
el proceso político como vía para lograr un cambio, en aras de romper
la estructura económica, política y
social con el propósito de sustituir la
“sociedad económica” en conjunto con los métodos de producción (generación de bienes consumibles a partir de
materia prima bruta) y con los modos de
producción (diferentes formas de organizar la fabricación e intercambio de
bienes), bajo la figura de una “autodestrucción
innovadora” para posteriormente estabilizarla. Vale recordar, que Lenin Vladimir Ilich Ulianov (Lenin)en su condición de líder del
primer “Estado obrero” del siglo XX condujo una revolución social para derrocar
una autocracia; acción ciudadana nada parecida a un “golpe de estado” que se afianza en procurar un cambio de régimen
por medios usualmente militares, que a nivel mundial han demostrado
históricamente ser peor como remedio que
la enfermedad que pretenden “curar”. Es de resaltar, que en general las revoluciones sociales son altamente
desorganizadascon mucha espontaneidad en las protestas que usualmente
concluyen en disturbios(no intencionales) sin dejar de mencionar lo atinente al
mínimo papel activo que juegan las élites sociales; escenario integral en mucho generado por no existir un objetivo único y uniformecuya ausencia nos sitúa en un indeseable conflicto ideológico entre los participantes(cuando el “enemigo” es el mal gobierno) como por
ejemplo cambiar por completo la estructura de poder existente versus procurar
reformas políticas y legislativas (en deseable dialogo) para mejorar las
condiciones del bienestar social. Indefinición, que para el caso venezolano, es
aprovechado por el gobierno para inducir una incompatibilidad funcional entre los dos poderes originarios
(Ejecutivo y Legislativo) bajo el amparo cómplice del tsj (minúsculas
intencionales), que p.ej. emitió recientemente una “sentencia” (de nuevo
minúsculas) para restringir la materia
contralora de la AN, fijando “limites democráticos para garantizar el
equilibrio entre poderes” (¿?).
Capítulo especial merece la corrupción, que es la mayor enemiga de la democracia al deteriorar
las condiciones económicas, habida cuenta de generar incertidumbre y aversión
al riesgo limitando la inversión y obviamente las posibilidades de crecimiento,
desarrollo y progreso. Resulta ilustrativo señalar, que en América Latina durante los últimos 30 años han sido condenados por
corrupción unos ¡12 expresidentes!: Antonio Noriega (Panamá), Luis García
Meza (Bolivia), Rafael Videla (Argentina), Efraín Ríos (Guatemala), Alberto
Fujimori (Perú), Carlos Menen (Argentina), Alfonso Portillo (Guatemala), Jorge
Quiroga (Bolivia), Rafael Calderón (Costa Rica), Arnoldo Alemán (Nicaragua),
Miguel Ángel Rodríguez (Costa Rica), y para el caso venezolano Carlos Andrés
Pérez (condenado por un “delito
económico”), mientras que a la fecha
se está iniciando un proceso judicial contra el expresidente Lula Da Silva
(Brasil); configurando un contexto de trascendencia que puede aplicarse en la
Venezuela del presente y del futuro, ya que visionariamente los delitos contra el patrimonio público no
prescriben, es decir nadie podrá
salvarse del castigo al cometer delitos de corrupción.
Nos permitimos una puntualización, especialmente
dirigida a los “revolucionarios
venezolanos” que continuamente citan al marxismo con frases construidas que ni ellos entienden ante la
ausencia de conocimiento sobre su vida y pensamiento: Karl Heinrich Marx nació el 05/05/1818 en Prusia (actual Alemania)
en el seno de una familia económicamente acomodada y culta, su padre fue un
brillante abogado judío y un hermano ocupó el cargo de ministro del interior.
Carlos, por su parte, vivió exiliado durante muchos años en Londres mientras
luchaba y escribía en un ambiente de
absoluta miseria que motivó la muerte de varios de sus hijos. Una vida cargada de VALORES(al margen de la acera donde nos encontremos) que impulsó el“marxismo” sin llegar a ciencia ya que
carece de fórmulas y tablas, incluida la explicación sobre las debilidades
del capitalismo que a su parecer lo llevaría a su autodestrucción y que
paradójicamente lo convirtió en “salvador
del capitalismo”; siendo por tanto tarea
de los “marxistas” edificar su indefinido socialismo-comunismo.
Reflexión final. La “explosión” de nuevos
ricos surgidos del “proceso revolucionario”, la mayoría provenientes de
familias humildes que violentaron su estructura de Valores muy especialmente la
honestidad,están configurando un cuerpo
de “apátridas del mundo” por su
delictiva conducta; razón por la cual aspiran
convertir a Venezuela en un refugio territorial de su oscuro comportamiento personal “en revolución”.
Economista Jesús Alexis González
@jesusalexisgon
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