Leonardo Fernández 19 de junio de 2016
Hoy
comienza el proceso para ratificar las firmas necesarias para la activación del
Referéndum Revocatorio, para llegar a este punto hemos sufrido una larga espera
y ha sido necesaria la presión de la calle para que las rectoras/dirigentes del
PSUV fijaran una fecha para este trámite.
La
señora Tibisay Lucena y sus compañeras se han convertido en el principal
obstáculo para el desarrollo de la democracia en Venezuela, pero muy a su
pesar, al igual que en diciembre, terminará imponiéndose el pueblo. La demora
en los procesos, la cantidad de condiciones y obstáculos que coloca el CNE son
muestra del profundo temor que existe en el gobierno a consultar la voz del
pueblo.
El
proceso de depuración a las firmas que entregó la MUD dio muestras de estar
viciado cuando las firmas de dirigentes de la talla de Henrique Capriles y
Lilian Tintori fueron invalidadas, aun cuando sus firmas fueron actos públicos
de los que sobran registros. Estimado lector seguramente usted conoce muchos
casos cercanos de personas cuyas firmas fueron excluidas aun cuando su voluntad
manifiesta es la realización de un Referéndum.
A este
proceso ya manchado, le suma la decisión de que las firmas deben ser
ratificadas únicamente en las Oficinas Regionales del CNE, lo cual dificulta el
proceso para quienes no vienen capitales de estados. Una persona que viva en
Santa Bárbara del Zulia o en Santa Elena de Uairen tiene que trasladarse a
Maracaibo o Ciudad Bolívar. Este otro obstáculo que el gobierno ha puesto y
seguro pondrá más para impedir la consulta electoral.
Leyendo
lo anterior las personas podrían desmotivarse, debido a que tenemos que
trabajar contra la arbitrariedad de quienes deberían facilitar que la gente
exprese su voluntad. Ante la abierta parcialidad del CNE y la forma como el
gobierno se aferra al poder, los ciudadanos, partidos políticos, dirigentes y
estudiantes tenemos la responsabilidad histórica de imponer la decisión de la
mayoría sobre el empeño de los enchufados.
Durante la semana pasada los partidos deben organizaron la logística para cumplir con este nuevo
paso y a los ciudadanos que desean ayudar, incluso si su firma no fue validada
deben informarse sobre cómo pueden ser útiles en el camino a la libertad. El 24
de junio culmina la ratificación de firmas y se celebran 195 años de la Batalla
de Carabobo, al igual que entonces pelearemos por nuestra libertad y
triunfaremos.
Leonardo
Fernández
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