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lunes, 13 de junio de 2016

Oficialismo y CNE han impuesto 13 trabas al referéndum por @HLGNapita


Por Hernán Lugo-Galicia


El camino al revocatorio es un vía crucis, ironizan en predios de la MUD, al contar la serie de obstáculos que han tenido que sortear desde que decidieron tomar esa ruta política, como solución a la crisis en Venezuela.

Desde inicios del año, han tenido que pasar un “misterio doloroso” ante el Consejo Nacional Electoral: Un total de 7 alcabalas solo en la fase I, de “Legitimación de Organizaciones Políticas”; y 6 trabas en la fase II, “Cumplimiento de los Requisitos Constitucionales para la solicitud de un Referéndum Revocatorio”, que apenas comienza el 13 de junio y debe culminar el 26 de junio.


Temor. El retardo del Poder Electoral de entregar la planilla a la organización convocante. La primera solicitud se hizo el 9 de marzo pero fue rechazada porque hablaba de “activar el revocatorio” y, a juicio del CNE, debía pedir la legalización de la organización convocante. Hubo una segunda carta, el 15 de marzo, a la cual se le dio largas porque la presidente Tibisay Lucena estaba en una reunión de Unasur y no hubo directorio.

La entrega de la planilla debió hacerse el 10 de abril, pero fue el 26 de ese mes. “El CNE cedió luego de 77 saqueos en Zulia”, afirmó el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba.

El representante electoral de la MUD, Vicente Bello, recuerda que el 26 de abril aplicaron el racionamiento eléctrico y hubo protestas por este problema y la escasez de alimentos: “El CNE aceptó entregar la planilla por las presiones en la calle, de la Asamblea y de instancias internacionales”.

Cambios en la norma. Entre el 27 y el 29 de abril la oposición recogió las firmas (2,3 millones), pero la afluencia de personas en los toldos generó que el CNE hiciera otro cambio en la Norma de Referéndum. Las rúbricas debían procesarse en 30 días, no 5 ni en 3. La Mesa peleó y acordó llevar las cajas a los depósitos del CNE, en Filas de Mariche. “Teníamos información de que planificaban un sabotaje; las entregamos pero el CNE levantó unas actas. Ese forcejeo llevó una semana”, dijo Bello.

La MUD, Súmate, el Observatorio Electoral Venezolano y la Red de Observadores de la Asamblea de Educadores denunciaron que se modificó el reglamento para exigir 1% de las firmas en los estados, a pesar de que un revocatorio tiene las características de una elección presidencial y, por tanto, ese porcentaje debió ser nacional. “Eso contraviene la Ley de Partidos Políticos que exige a los partidos 0,5% de las firmas en 12 estados”, alertó Bello.

Compromiso Ciudadano, Centro de Estudios Políticos de la UCAB, Ciudadanía Activa, Comisión de Derechos Humanos de Zulia, Control Ciudadano y Transparencia Venezuela calificaron de “delicado” el establecimiento de procedimientos no contemplados en la normativa: “El CNE debe cesar el retraso y obstrucción del derecho a la participación de los ciudadanos”.

El abogado Ramón José Medina rechazó las trabas y acusó al CNE de desvirtuar el derecho a la participación y que la democracia es protagónica y participativa.

Arbitrariedad. En la auditoría de firmas, la Mesa de la Unidad registró, al menos, otras cuatro trabas o disposiciones que no estaban en la norma: 1) transcripción de las planillas; 2) escaneo de planillas, de firmas y de huellas. 3) análisis grafológicos y dactiloscópico en el papel o en las planillas, a pesar de que el Poder Electoral tiene una plataforma con las huellas y podía usarla cuando fueran a validarlas, y 4) examinó la escritura, nombre del funcionario por revocar, el estado de los electores y encabezado de las planillas, que conllevaron a la anulación de 605.000 firmas. Los nuevos parámetros de verificación, no previstos en el reglamento, significaron 22 días, desde el 10 hasta el 31 de mayo, cuando el equipo técnico del CNE entregó el informe al directorio.

“En el CNE hay todo un entramado de manipulación para distorsionar su propia normativa e impedir que las cosas se hagan en los plazos fijados y que se llegue al revocatorio antes del 10 de enero”, cuestionó Medina.

Embarques. El CNE tenía 5 días continuos para constatar si la MUD cumplía con el número de firmas requerido. Se tomó 7 días. Luego, su directorio agarró 10 adicionales para revisar el informe técnico y anunciar la convocatoria a validación, lapso que tampoco está en las normas. “La fecha de la validación fue notificada luego de que golpearon al diputado Julio Borges y esa foto recorriera el mundo”, observó Torrealba. Bello señaló que hubo “5 embarques a la MUD” y que el CNE respondió al ver tres protestas: una, en Bello Monte; otra que llegó a la Universidad Bolivariana y la golpiza a diputados.

Sin decoro. Comienza la fase II y, desde ya, se vislumbran otros cuatro inconvenientes. Uno, los solicitantes tienen 5 días hábiles para validar las firmas ante la oficina regional del CNE. El lapso debió ser entre el 13 y el 17 de junio, ya que la notificación formal fue el 10 de junio, pero lo convocó del 20 al 24 de junio. Dos, improvisó un proceso de “arrepentimiento” de los firmantes, entre el 13 y el 17 de junio, que no figura en las normas. Tres, que habrá 300 puntos de validación para 1,3 millones de ciudadanos. Y, cuatro, el CNE “constatará dentro de los 20 días hábiles siguientes” al lapso de validación si se cumplió con el número de firmas validadas para promover el referéndum/constituir la agrupación. Ese lapso iría del 20 de junio al 19 de julio; ahora, es entre el 27 de junio y el 26 de julio. “Si (el CNE) tuviera un mínimo de decoro escucharía el enorme rechazo a las trabas”, afirmó el presidente de la Asamblea, Henry Ramos Allup.

Henrique Capriles agregó otras trabas: Que se habilitará un solo centro por estado. “Las cuatro señoras del CNE atropellan los derechos de los venezolanos”, dijo. Y que Lucena amenazó con suspender el proceso si se presenta una “situación irregular”.

ONG de derechos humanos alertaron sobre el impacto de la concentración en las oficinas regionales: “Se dificulta el derecho a la participación política de quienes no viven en las capitales, es un acto de exclusión e inequidad”.

Otros de los obstáculos es que la Comisión de Verificación de Firmas del PSUV acudirá hoy al TSJ y a tribunales a denunciar a la MUD por un supuesto “gran fraude” por usurpación de identidad, rúbricas falsificadas y la incursión de 1.300 presos en apoyo a la consulta, a pesar de estar inhabilitados por delitos cometidos.

13-06-16




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