José Luis Farías 13 de abril de 2017
Corto y Picante:
El
general Rangel Gómez y la almirante Meléndez hacían más señas que el penado
catorce para advertirlo de que lo convertirían en tortilla.
La
gente que se veía correr tras los tanques no iba plena de “amor”, como dice
Aristóbulo, sino de arrechera, dispuesta a hacerlo ponqué.
Al
general del tanque los nervios lo acorralaron y se le trancó el croche cuando
recibió la orden de retirarse.
Ese
barrio gigante llamado San Félix se había trocado en turba a la caza de la
causa de su hambre.
Y el
hijo del Galáctico puso pies en polvorosa al grito de “es mejor aquí corrió que
aquí murió”.
Llegado
a Caracas, próximo al palacio de “misia Jacinta”, se puso al volante con Cilita
de copiloto y montó su show.
A
salvo del fantasma de Villa Rosa en San Félix, lo esperaba el del “monstruo de
Ramo Verde” y para conjurarlo gritó: “Fuerza y Fe”.
Esfínteres
apretados, valeriana mediante, caviló en busca de culpables.
Tocose
su cabeza y se embarró con el arma del delito: residuos de postura de gallina.
Vio y
probó la muestra, y cuál CSI, concluyó: “Facilito papá, blanco con amarillo: AD
y PJ”.
El día
del acto del bicentenario de la batalla de San Félix quedó manchado de huevo y
de mier…
Qué
mala suerte la del pardo Manuel Carlos Piar el día de su ascenso al Panteón
Nacional:
Desató
su diletantismo y ensayó una explicación galáctica sobre las razones de Bolívar
de ordenar su fusilamiento.
Tema
omitido deliberadamente por el orador de orden para no compartir la supina
ignorancia de su anfitrión.
Lamentablemente
este 11 de abril de 2017 pasará a la historia como “el día del huevazo”.
PD:
¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? No lo sé, pero en San Felix los huevos
persiguieron a la gallina.
Otrosí:
No es paja, el tipo se guateó
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