Por Tony Rivera Chávez
La unión del populismo y el
militarismo es una mezcla explosiva con los resultados más adversos y duraderos
en la vida de los pueblos que sin soluciones a sus problemas entonces recurre
al mito del ejército Libertador cuyas glorias pasadas yacen en la tumba
pero que por efectos de las necesidades del fundamentalismo demagógico es
levantado como Lázaro para conducirse desde imaginarios campos de batalla
como líder en la lucha contra los males que aquejan a la sociedad.
En nuestro caso, bajo la
fuerza de Bolívar Libertador de tantas naciones y de sus hazañas que opacan el
pueblo y su participación en las gestas, en estas valerosas avanzadas, son de
obligatorio consumo popular cuando las mismas se trasladan desde la propaganda
interesada para lograr el plus-producto emotivo importante para lograr
aplausos y aprobación desde la masa miserable que paradójicamente arrastra esa
pobreza gracias al militarismo y el mantuanismo que se lleva desde el mismo
momento en que desde la batalla decisiva el hombre combatiente bajó del
caballo para reclamarle a la República privilegios y prebendas por sus acciones
(¿mercenarios o patriotas?).
Así el populitarismo se
adueñó de todos los mecanismos del poder, de tal manera, que desde la dádiva
oficial operaban como generosos organizadores para lograr apoyos y la mejor
tajada del erario; por la otra, si se producía algún desajuste por actividades
opositoras a lo establecido se usaba el plan, el plan de machete.
Los Planes de la Patria
siempre vienen con su “botón de emergencia” en estos casos para al pulsarlo
recetar el antídoto de la masacre o matanza general como remedio terrorífico
para lograr la calma de los pendejos.
Las formulas del
populitarismo no solo muestran una brutalidad primitiva sino que usando bombos
y platillos, en su sonar victorioso de cada fecha patria o en sus propios
aniversarios de llegada al poder se muestran triunfantes ante la adversidad que
ellos mismos desde sus libretos contentivos de “guías para la acción” suelen
enaltecer ante un enemigo imaginario engordado con fábulas y desde aquí se
hacen más poderosos, crueles y criminales pues se trata de Salvar la Patria.
La “guerra económica” será
parte de esta conspiración imperial contra el pueblo, así los disparos de salva
se traspasan las comodidades y beneficios de los altos, gordos y cómodos
generales y almirantes desde esos campos donde en verdad ejecutan sus combates,
que no son otros que los del mercado monetario y las bolsas de valores donde
ellos invierten sus esfuerzos.
En nuestra América cuando ya
se creía desaparecido el fenómeno “populitario” se las ingeniaron los
fundamentalistas de la Patria para buscarle la vuelta al retorno y disfrazados
de “socialistas”, aliados de la dictadura cubana, suficiente para la
propaganda, graduación y vigencia de la franquicia operativa se desplegaron al
viento las banderas de la piratería caribeña para desde el código del “chasse
partie” apoderarse no solo de las riquezas (patrimonio) de la Nación sino en
una actividad de comando “ideológico” repartir dólares a cuantos les resultaran
buenos voceros para defenderles la tajada en el banquete.
El pueblo también recibe
migajas pero en este extraño socialismo los más favorecidos no son los
trabajadores sino una lumpenburguesia importadora acompañada de una oligarquía
monetaria desde la banca nacional e internacional que hasta endeudaron aún más
a la Nación. La fiesta de los siglos con un Bolívar remodelado montado
sobre un caballo que ahora mira a la izquierda, aún cuando el jinete sea un
mantuano liberal sin aprontes marxistas leninistas.
Sin duda en el siglo de la
tecnología el desarrollo del populitarismo se hizo sutil y casi inadvertido
para los no muy inteligentes opositores que hasta la fecha no parecen haber
descifrado que este es el mismo musiú con diferente cachimbo, de tal forma que
los golpes de fuerza más certeros se los han dado disidentes de los cuerpos de
seguridad del Estado y no militantes civiles desde la tradición de los
movimientos existentes en estos casos.
Esto no deja de llamar la
atención en una Nación con excelencias cuartelarias.
Este momento de “renacer”
económico resume este tipo de gobiernos, donde una “élite” en armas contra la
Ley y la razón se hace cerebro, nervio y corazón de una población
secuestrada con el cuento de cuartel de Patria, Socialismo…
y no se sabe que
más…
10-09-18
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico